La causa antimonopolio contra Meta podría terminar con la empresa obligada a desprenderse de Instagram. A pesar de las gestiones del CEO, Mark Zuckerberg, para influir en el gobierno de Donald Trump, la demanda que la Comisión Federal de Comercio (FTC, por sus siglas en inglés) inició contra la compañía matriz de Facebook parece tener pocas chances de éxito.
La FTC sostiene que Meta tiene una posición dominante en el mercado de redes sociales. Argumenta que la empresa no debió acceder a la compra de Instagram por US$ 1.000 millones en 2012, cuando la app tenía apenas 13 empleados; y de WhatsApp, por la que pagó US$ 19.000 millones en 2014. Según publicó CNBC, el organismo busca como posible solución "separar las apps de Meta".
Meta rechazó la acusación y afirmó que, aunque el análisis de la FTC incluye apps como Snapchat, el estudio de la competencia es erróneo porque deja afuera a rivales como TikTok y el iMessage de Apple.

En 2020, durante el gobierno de Trump, la FTC presentó la demanda contra Meta. Más allá de que la compañía aportó US$ 1 millón a la campaña presidencial de Trump para 2024, acordó pagar US$ 25 millones para cerrar una causa por la suspensión de las cuentas del expresidente tras el ataque al Capitolio del 6 de enero, y ofreció US$ 450 millones para resolver el caso antimonopolio, el juicio comenzó el 14 de abril, según informó el Wall Street Journal.
El argumento de defensa de Meta parece endeble: la empresa tiene una participación de mercado muy superior a la de sus competidores y usa esa posición dominante para cobrar precios más altos a los anunciantes de video.
Desde la compañía dieron varias razones por las que consideran que la causa de la FTC no tiene sustento. "La demanda de la FTC contra Meta desafía la realidad", afirmó un vocero de la empresa en un correo electrónico enviado el 16 de abril. "La evidencia en el juicio va a mostrar lo que cualquier adolescente de 17 años sabe: Instagram, Facebook y WhatsApp compiten con TikTok, YouTube, X, iMessage y muchas otras, incluso chinas".
En el mismo mensaje, el vocero agregó: "Más de diez años después de que la FTC revisó y aprobó nuestras adquisiciones, la acción de la Comisión en este caso da a entender que ningún acuerdo es verdaderamente definitivo. Los reguladores deberían apoyar la innovación estadounidense en lugar de intentar desarmar a una gran empresa del país y darle ventaja a China en temas clave como la inteligencia artificial".
Los intentos de Meta por resolver el caso fuera del juzgado
Más allá del proceso judicial, Meta intentó varios caminos para cerrar la causa. En marzo, Zuckerberg llamó al presidente de la FTC, Andrew Ferguson, y le ofreció US$ 450 millones para cerrar el caso. La FTC rechazó la propuesta muy lejos de los US$ 30.000 millones que el organismo reclamó y apenas "una fracción del valor de Instagram y WhatsApp", según el Wall Street Journal.
Durante esa conversación, Zuckerberg se mostró confiado por su aporte de campaña y el arreglo con el presidente, esperaba que Trump intervenga en la causa. Ferguson le dijo que aceptaría US$ 18.000 millones y un decreto de consentimiento. Zuckerberg elevó su oferta a US$ 1.000 millones, pero no hubo acuerdo.

Pese a las gestiones del CEO, Meta fue blanco de críticas por parte del sector más alineado con Trump dentro del Partido Republicano. "Los aliados de Trump en el partido culparon a la empresa por la derrota electoral de 2020", indicó el Wall Street Journal.
Ferguson sigue desconfiando del poder que acumula Meta tras la compra de Instagram y WhatsApp. "Tienen una cantidad tremenda de poder, un poder que todos vimos desplegado por completo en 2020", dijo el 14 de abril en una entrevista con Fox Business. "Y de eso se trata este caso: de abordar el poder de Meta y asegurarnos de que la situación que vivimos en 2020 no se repita".
Los puntos débiles en el argumento legal de Meta
La FTC podría imponerse en esta causa. La agencia sostiene que las adquisiciones de Meta perjudicaron la competencia al eliminar a potenciales rivales, y que la empresa tiene una posición dominante en el mercado de redes sociales.
Aunque el argumento de que las compras afectaron la competencia puede no ser el más sólido, lo cierto es que Meta domina ampliamente su sector, aun cuando enfrenta a jugadores más pequeños.
El reclamo de la FTC parece girar en torno a la intención del CEO al comprar Instagram y WhatsApp. Un experto dijo que el juez de distrito James Boasberg evaluará justamente eso: qué buscaba Zuckerberg con esas compras y cómo veían esos movimientos sus competidores.
En concreto, el juez podría considerar si en 2012 Zuckerberg temía que Instagram se vuelva una red social que arriesgue el liderazgo de Facebook, y si otros actores la veían como un posible sustituto de la plataforma, explicó William Kovacic, expresidente republicano de la FTC, a la radio pública NPR.
La compañía afirma que el mercado de redes sociales es competitivo y que no tiene poder monopólico porque no les cobra a los usuarios. Sin embargo, ese argumento pierde peso si se considera que lo relevante es su participación en el negocio publicitario y los precios relativos que maneja.
Los datos muestran que Meta lleva una amplia ventaja. Por ejemplo, en 2025, se espera que Facebook e Instagram concentren el 36,3% y el 27,5% de la inversión en publicidad digital, respectivamente, según la consultora RS Marketing. Muy por detrás aparecen YouTube (15,5%) y TikTok, que crece rápido pero aún tiene el 9,5% del mercado.
En cantidad de usuarios activos mensuales, Meta sigue arriba, aunque con una diferencia menor. En febrero de 2025, Facebook, Instagram, WhatsApp y Messenger alcanzaban el 16%, 10%, 7% y 5% del total de usuarios, según Statista. YouTube tenía el 13% y TikTok, el 8%.
Pero donde Meta marca más distancia es en las tarifas publicitarias. Facebook e Instagram cobran en promedio US$ 8,15 cada mil impresiones, contra los US$ 2,97 de TikTok, los US$ 2,16 de YouTube y los US$ 6,43 de Snapchat, según la agencia GuptaMedia, con sede en Boston.
¿Cómo seguirá la causa?
Zuckerberg ya anticipó hace unos siete años una posible salida: desprenderse de Instagram y quizá también de WhatsApp. "Estoy empezando a pensar si separar a Instagram es la única estructura que puede cumplir con varios objetivos importantes", escribió en un correo de mayo de 2018 que los abogados de la FTC presentaron el 15 de abril, según CNBC.
En ese mismo correo, el CEO dijo: "A medida que crecen los pedidos para desarmar a las grandes tecnológicas, hay una chance concreta de que nos obliguen a desprendernos de Instagram y quizá también de WhatsApp en los próximos cinco a diez años. Es otro factor que deberíamos tener en cuenta".
Nota publicada en Forbes US.