La decisión de Shakira de vender su catálogo por una cifra millonaria es solo la última dentro de una tendencia que crece entre los artistas, muchos de los cuales prefieren (o necesitan) sus ingresos hoy, en lugar de esperar décadas para acumular los millones de sus regalías.
Si bien es una práctica existente desde hace años, en los últimos tiempos se aceleró, impulsada por el aumento de la reproducción de clásicos en los servicios de streaming y la aparición de grupos financieros dispuestos a desembolsar el dinero necesario para quedarse con los codiciados catálogos.
Los inversores institucionales están dispuestos a volcar dinero en empresas como Hipgnosis Songs Fund y Primary Wave, que adquieren los derechos musicales de artistas y reciben ingresos, sobre todo, de las regalías. Primary Wave, que, por ejemplo, tiene entre sus inversores a BlackRock.
Por la pandemia, y con la mayoría de los tours suspendidos, muchos artistas prefirieron vender su catálogo, que a su vez les sirve para ordenar mejor la planificación de su herencia. Evita problemas de management para los herederos y es más sencillo de dividir en bienes.
Dentro de los planes impositivos de Joe Biden está el cambio en los impuestos por ganancia de capitales, lo que implicaría pagar menos si la venta se realiza ahora. Pero, además, por recibir ingresos por regalías los artistas tienen que pagar impuestos todos los años, mientras que al vender su catálogo solo pagan el gravamen una vez.
Qué es Hipgnosis
Es la firma de publicación musical con sede en Londres que desde 2018 recaudó y gastó 1.200 millones de libras esterlinas en adquirir derechos de canciones de artistas como Neil Young, Jimmy Iovine, Shakira, Beyoncé y Blondie. Una de sus últimas compras: el catálogo de Bob Rock, productor de Metallica y Michael Bublé, entre otros artistas. Fue fundada por Merck Mercuriadis, exmanager de Elton John y Beyoncé.
Los 64 catálogos que compró hasta ahora tienen un precio promedio de 13,99 veces sus ganancias. Mercuriadis quiere llegar a 60.000 canciones y cree que sus inversores entonces estarán sentados sobre bienes que valgan 30 veces las ganancias.
El crecimiento de las aplicaciones de streaming (impulsadas por el mayor consumo hogareño producto de la pandemia) hizo que los inversores volcaran efectivo en empresas como esta, que reciben ingresos cada vez que las canciones que posee se reproducen en radio, plataformas de streaming, o se utilizan en lugares como shoppings, además de ingresos por las ventas de discos, singles y el uso en TV o films.
El gran precursor y sus seguidores
Michael Jackson: fue uno de los primeros en ver el negocio. En 1985 compró los derechos de 250 canciones firmadas por Lennon-McCartney por US$ 47,5 millones. Sony se los recompró por US$ 750 millones a los herederos del rey de Pop en 2016.
Bob Dylan: Vendió los derechos de su catálogo de más de 600 canciones a Universal Music por un valor que los expertos estiman en más La cantante de US$ 300 millones.
Neil Young: Le vendió el 50% de participación de sus 1.180 canciones a Hipgnosis por aproximadamente US$ 150 millones.
Onerepublic: Ryan Tedder le vendió su catálogo a KKR, una firma de Wall Street, sector que ya está involucrado en este negocio.
Stevie Nicks: La cantante de US$ 300 millones. de Fleetwood Mac y también solista le vendió a Primary Wave una participación mayoritaria en su catálogo por US$ 100 millones.
Shakira: La cantante colombiana le vendió este año su catálogo completo (145 canciones) a Hipgnosis, por una suma no revelada.