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Negocios

Por qué el de los biocombustibles es el sector olvidado de la industria energética argentina

Fernando Heredia

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El sendero mensual de precios autorizado promedia la mitad de la inflación y los productores denuncian un atraso del 20%. La influencia de esta crisis en el mapa electoral de las provincias productoras y las propuestas para fortalecer el mercado interno.

27 Junio de 2023 17.22

Mientras todo el arco político argentino habla del potencial de Vaca Muerta como la llave maestra para salir de esta crisis económica y resolver los problemas estructurales del país, el sector de los biocombustibles ha quedado relegado de las prioridades gubernamentales y actualmente atraviesa un panorama opuesto al boom del Oil & Gas, con caída de producción, aumento de la capacidad ociosa y un atraso en los precios que ronda el 20%.

Con un apogeo notable entre 2006 y 2013, los bios emergían como uno de los motores de la transición energética global y prometían un escenario de altas exportaciones con un mercado interno que cada vez se consolidaba más.

Poco a poco, entre las sanciones antidumping de Estados Unidos y la Unión Europea, y un mundo que empezó a priorizar la electromovilidad por la baja de costos de las renovables, las ventas externas empezaron a caer y el consumo interno no supo cobijar a ese excedente. 

Por el contrario, la revolución del no convencional neuquino provocó un giro de 180 grados y, ante una perspectiva de abundancia petrolera, los biocombustibles empezaron a ser percibidos como competidores directos.  De este modo, los planes para ampliar los cortes mínimos en la mezcla de naftas y gasoil fueron suspendidos y, en 2021, se aprobó una ley que redujo el porcentaje del biodiesel del 10% al 5%.

La normativa preveía un mecanismo de actualización de precios en función de la evolución de los costos que todavía no se implementó y, en consecuencia, los productores quedaron en un limbo a merced de la discrecionalidad de la Secretaría de Energía para fijar sus ingresos.

En este marco es que se estableció el famoso sendero de aumentos mensuales del 4% para alinearse al Programa Precios Justos pautado con las petroleras que terminó volando por el aire a mediados de junio frente al descontrol inflacionario que alteró todos los compromisos asumidos por el Gobierno. 

El problema es que los productores de biocombustibles siguen atrapados en este esquema que reconoce ajustes que promedian la mitad de la inflación mensual y aseguran que el atraso en los precios ya acumula el 20%.

“Hoy el precio es de $156 y, con esa fórmula, pasaría, a valores de hoy, por arriba de los $190 el litro el etanol de caña y arriba de los $180 el etanol de maíz. Hay un atraso considerable que incluso es más grande en el biodiesel. Los ajustes de precio no responden a un criterio racional y tenemos que pagar un aceite muy caro por la imperfección del mercado que quedó por el dólar soja”, asegura el analista de bioenergía, Claudio Molina, en diálogo con Forbes. 

“La situación está medio complicada. Nos dijeron que no hay margen de posibilidad de revisar el precio independientemente de que las petroleras hayan incumplido el acuerdo. Si la devaluación o el aceite te pone por debajo de los costos, no nos va a quedar otra que dejar de entregar”, advierte Juan Facciano, presidente de la Cámara Santafesina de Energías Renovables. 

Biocombustibles
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Los datos oficiales muestran un derrumbe interanual de la producción de biodiesel del 56% en el acumulado de los primeros cinco meses del año que empieza a influir en el termómetro de la campaña electoral de las provincias sojeras.

No por nada, Marcelo Casaretto y Roberto Mirabella, dos diputados nacionales oficialistas por Entre Ríos y Santa Fe, presentaron cada uno un proyecto distinto para elevar fuertemente los cortes mínimos hasta un rango del 20% y así reducir la capacidad instalada ociosa que presentan las plantas de la región centro.

“Los proyectos de Mirabella y Casaretto son fuegos artificiales. Son diputados que acompañaron esta pésima ley del oficialismo impulsada por Marcos Cleri y Máximo Kirchner que introdujo una reducción inconstitucional del corte. Tratan de despegarse de decisiones del oficialismo que ellos mismos acompañaron”, cuestiona Molina.

En el caso del bioetanol, las estadísticas no son tan desalentadoras y reflejan un cuadro productivo mucho más estable respecto al biodiesel. Al mismo tiempo, tanto los combustibles a base de caña de azúcar como de maíz ya tienen una fecha prevista para aplicar la fórmula polinómica de precios que tiene el visto bueno de los empresarios.

“La fórmula que sacó el Gobierno conforma al sector, pero la Resolución establece que se pone en vigencia recién el primero de noviembre. Y entre tanto, se iba a actualizar con la variación del precio de la nafta y eventualmente con algún adicional para converger al precio de fórmula sin tener que aplicar un salto tan abrupto. Este adicional todavía no se está aplicando. Y si bien estamos conformes con ese esquema, también es verdad que venimos planteando un sendero de convergencia con el modelo brasileño donde el corte mínimo es del 27% y hay autos con motores flex que pueden operar hasta con un 100% de biocombustibles” subrayó a este medio el presidente del Centro Azucarero Argentino, Jorge Feijóo.

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