Pizza en crisis: quebró la marca de congelados Fausto
Buenos Aires Food SA se encontraba en concurso preventivo desde marzo de 2020 y no produce desde enero pasado cuando sus trabajadores tomaron la planta debido a las deudas.

La Justicia declaró la quiebra de Buenos Aires Food SA, dueña de la marca de pizzas congeladas Fausto. Así lo declaró el Juzgado Nacional en lo Comercial nº 9, a cargo de Paula María Hualde, luego de que la propia empresa lo solicitara. Había comenzado a exhibir pérdidas desde 2018 y actualmente los trabajadores realizan una toma pacífica de la planta ubicada en Mataderos.

A fines de diciembre de 2019, la sociedad había pedido la apertura del concurso preventivo producto de una contracción en las ventas. Entre los principales causales esgrimidos por la firma destacaron las dificultades financieras que experimentaron desde 2017 debido al aumento de costos en los servicios, plazos de pago más largos y una suba en las tasas de interés. A su vez, apuntaron que los ingresos se habían desplomado un 35% por debajo del punto de equilibrio.

La pandemia avivó la crisis, aunque, según señalan desde la empresa en la presentación judicial, la operación se sostuvo con el pago de los ATP. Una vez discontinuado el programa volvieron los problemas. En enero, los 60 empleados de BAFSA ocuparon la fábrica ya que les adeudaban los sueldos completos de noviembre y diciembre, un 15% del de octubre, un 25% del aguinaldo correspondiente al primer semestre y el total del segundo SAC

Hasta 2017 la compañía había exhibido un incremento en sus ingresos, sin embargo sus ganancias empezaron a amesetarse. De una facturación de $ 55,9 millones y ganancias por $ 2,2 millones en 2015 pasaron a vender por $ 100,7 millones dos años después con una disminución en el profit del 13%. En 2018 ingresaron $ 152,6 millones y registraron un rojo de $ 4,7 millones.

Inicialmente operó bajo la razón social Trujillo SA durante varias décadas hasta que en 1997 cambió su nombre al actual bajo la conducción del italiano Salvador Ferraro -dueño del 49% del capital accionario a la fecha. BAFSA creció de la mano de sus productos refrigerados (pizzas, empanadas y tartas) con dos unidades de negocio: la línea blanca que las cadenas de supermercados vendían en su sector de rotisería como de elaboración propia, y la marca Fausto.

Los números empezaron a incrementarse y le sumaron la línea de congelados que luego se volvería su buque insignia. A su vez, se mudaron a una planta -la que ocupan hoy- de 3500m2 en Mataderos. En 2009, los accionistas le vendieron la compañía al grupo alimenticio alemán Dr. Oetker, no obstante, la experiencia de la multinacional duró solo cuatro años y en octubre de 2013 los antiguos dueños recuperaron el control.

Dentro del rubro de pizzas congeladas, Fausto compite con Sibarita. Esta marca fue lanzada en 2002 por Industrias Alimenticias Argentinas (IAASA) y desde 2007 es manejada por la canadiense McCain. En tanto, en el segmento también participa Molino Cañuelas a través de la etiqueta Pietro.

Según el Banco Central de la República Argentina, BAFSA tiene una deuda bancaria de $ 3,5 millones a diciembre de 2020, de la cual más de un 90% se encuentra en situación irrecuperable o con alto riesgo de insolvencia. Asimismo, acumula 418 cheques rechazados entre diciembre de 2018 y febrero de 2020 por $ 17,4 millones.