"Oro verde": el producto con gran potencial de crecimiento en Argentina
Cecilia Valleboni Forbes Staff
Cecilia Valleboni Forbes Staff
El mercado local del aceite de oliva, también conocido como el “oro verde”, es todavía inmaduro. En el país se consumen 250 gramos por persona al año, lejos de los niveles de países como Grecia o Italia, que tienen un consumo de 10 a 12 kilos por año.
“El margen de crecimiento del aceite de oliva es enorme. Pero son países que tienen muy arraigada la dieta mediterránea y que no tienen acceso a otro tipo de aceite de semilla, como el maíz, girasol o soja”, explica Guillermo Kemp, director comercial de SolFrut, Grupo Phrónesis, que produce la marca Oliovita.
En lo que respecta al "oro verde", a nivel local también juegan el precio del aceite de oliva y el poder adquisitivo de los consumidores, lo que explica el bajo consumo más allá de lo cultural. Del total de producción, en el país se consumen 7.500 toneladas.
En los últimos cuatro años, el consumo de aceite de oliva creció un 30%. El 65% se comercializa a través de las grandes cadenas de supermercados. En los últimos años, creció el consumo en canales especializados, e-commerce y almacenes que van ganando participación.
Cuál es el mejor aceite de oliva del mundo, dónde encontrarlo y a qué precio
“El mercado interno viene creciendo: hay más interés del consumidor, hay más involucramiento de la parte gastronómica, y la tendencia hacia una alimentación saludable también pisa fuerte”, asegura el ejecutivo. Con respecto a la empresa, Kemp destaca que 1 de cada 4 aceites de oliva que se consumen en el país salen de su planta.
“Tenemos el aceite más vendido del mercado, que es Oliovita Clásico 500 en PET”, asegura.
En el mundo, se producen un total de 3 millones de toneladas al año, de los cuales el 75% corresponde a fincas de la cuenca mediterránea. España es el principal productor a nivel global, seguido por Italia, Grecia, Turquía, Portugal y Túnez.
En el país la producción de aceite de oliva alcanza unas 30 mil toneladas por año. Esto es el 1% de la producción mundial. Con 80.000 hectáreas plantadas, las principales zonas de plantación se encuentran en la región de Cuyo: San Juan y La Rioja, seguidos por Catamarca y Mendoza.
Pero la ventaja que tiene Argentina en el mundo es el aceite de oliva extra virgen, el mejor aceite que se puede obtener al sacar la aceituna del árbol. En esa segmentación, el país ocupa la décima posición a nivel global y, como además va a contraestación de los países del norte, sirve para abastecer cuando se quedan sin producción.
El 80% de la producción en el país tiene como destino la exportación. “En América el país es el principal productor. Chile tiene algunas plantaciones, pero necesita importar para abastecer su demanda; Perú está haciendo algunas cosas; y Estados Unidos tiene en la zona de California algunas plantaciones”, describe Kemp.
Según estudios llevados a cabo en la Universidad de Córdoba, ubicada en España, el aceite de oliva tiene varios beneficios para la salud. Para llegar a esa conclusión, los investigadores involucrados llevaron a cabo varias pruebas con las que concluyeron que este producto tiene un efecto de protección en el cuerpo.
“En su investigación se estudió cómo el aceite afecta a las proteínas plasmáticas de ratas jóvenes (6 meses) o viejas (24 meses), alimentadas a lo largo de su vida con dietas que contenían como fuente grasa aceite de oliva virgen o aceite de girasol”, señalan en la Fundación Española del Corazón.
Los resultados destacaron que los animales alimentados con aceite de oliva redujeron los niveles plasmáticos de las proteínas de fase aguda. Las mismas están presentes en los procesos inflamatorios por lo cual el producto trae beneficios en ese sentido. Por otro lado, también se notaron mejoras en la protección de células dañadas, la coagulación de sangre, el riesgo cardiovascular y el metabolismo.
“Gracias a su alto contenido en ácidos grasos monoinsaturados (ácido oleico) y poliinsaturados (ácido linoleico), el aceite de oliva aporta otros importantes beneficios como la elevación de los niveles de colesterol HDL, la disminución del colesterol LDL-c, el beneficio del control de la hipertensión arterial, la reducción en la aparición de trombosis y la prevención de la aparición de diabetes”, concluyeron desde la institución.