OpenAI solicitó a la Justicia de Estados Unidos desestimar la demanda federal de Elon Musk contra la empresa, alegando que se trata de un acoso destinado a impulsar la propia startup de inteligencia artificial del multimillonario: xAI.
Así sucede dos meses después de que Musk acuse a OpenAI, impulsora de ChatGPT, de abandonar su misión fundacional de desarrollar una plataforma de IA que busque "beneficiar a la humanidad", en favor de maximizar sus beneficios.
En una moción de desestimación presentada ante un tribunal federal de California el martes, OpenAI dijo que la demanda de Musk era el último movimiento de una "campaña cada vez más evidente para acosar a OpenAI por su propia ventaja competitiva".
La defensa de OpenAI
Según la empresa, en sus inicios Musk apoyó su objetivo principal de buscar "un desarrollo seguro y beneficioso de la inteligencia artificial general", pero el multimillonario supuestamente "abandonó la empresa cuando fracasó su intento de dominarla". La presentación de OpenAI señala que Musk lanzó desde entonces su propia startup de inteligencia artificial, xAI, y que está "tratando de aprovechar el sistema judicial" para obtener una ventaja competitiva en el sector.
El fabricante de ChatGPT afirmó que los documentos y hechos de la demanda federal de Musk son los mismos que en la causa inicial que había presentado ante un tribunal estatal y que abandonó en junio. Musk aún no hizo comentarios sobre la demanda.
Según la presentación de OpenAI, la demanda de Musk es "un truco de relaciones públicas que comprende variantes no mejoradas e inverosímiles de reclamaciones contractuales y fiduciarias que no estaba preparado para defender en el tribunal estatal; y teorías inverosímiles de fraude y publicidad falsa que no identifican representaciones falsas concretas".
Musk demandó por primera vez a OpenAI y a su CEO, Sam Altman, a principios de este año, acusando a la empresa de abandonar su objetivo original de desarrollar una inteligencia artificial general de código abierto que beneficie a la humanidad, optando por maximizar sus beneficios.
En el caso presentado ante el Tribunal Superior de San Francisco, Musk acusó a la empresa y a sus dirigentes de renegar de su acuerdo original de construir un rival de acceso libre y público a los trabajos realizados por empresas como DeepMind de Google.
Unos días más tarde, la empresa contraatacó a las afirmaciones de Musk, señalando que el multimillonario (uno de los cofundadores de OpenAI) reconoció en 2017 que se necesitaría una "entidad con ánimo de lucro" para lograr los objetivos de OpenAI de crear inteligencia artificial general. La empresa alegó que Musk incluso intentó convertirse en el CEO y principal accionista de la entidad con ánimo de lucro.
Sin embargo, OpenAI afirmó que no podía aceptar las condiciones del multimillonario porque la empresa consideraba que iba en contra de su misión "que cualquier individuo tenga el control absoluto". Según el posteo de la compañía, Musk fue "alguien que nos inspiró a apuntar más alto, luego nos dijo que fracasaríamos, fundó un competidor y después nos demandó cuando empezamos a hacer progresos significativos hacia la misión de OpenAI sin él".
En junio, el multimillonario retiró la demanda contra OpenAI, para reabrirla ante un tribunal federal en agosto.
Nota publicada en Forbes US.