Se dice que la experiencia es la mejor maestra, y no podría estar más de acuerdo. Como emprendedor, mi viaje ha estado lleno de altibajos tremendos, mínimos devastadores y todo lo demás. Acá están las ocho lecciones que aprendí en mi carrera de casi 20 años que espero que también te ayuden a vos.
1. Nunca pierdas de vista tus objetivos
Si sos un emprendedor, tenés un gran objetivo. Tal vez sea para ganar un millón de dólares o para dar a conocer el nombre de tu empresa. Sea lo que sea, no olvides lo que estás tratando de lograr. Es fácil quedar atrapado en la gestión de un negocio y olvidar por qué hacemos lo que hacemos. ¡No dejes que eso suceda! Mantené tus ojos en el premio y concentrate en llegar ahí.
2. El fracaso es el pilar de toda historia de éxito
Hay dos tipos de emprendedores: los que fracasan y los que fracasan al fracasar. El último grupo es mucho más pequeño porque nunca dan el salto y prueban algo nuevo. No cometen errores y aprenden de ellos. No es solo el fracaso lo que hace que los empresarios tengan éxito, es cómo manejan ese fracaso lo que los hace grandes.
3. Rodeate de personas inteligentes
Emprender es un viaje de autodescubrimiento. Es una montaña rusa que puede hacerte sentir que vas a vomitar en cualquier momento, pero también te hace sentir como si nunca hubieras sido más feliz. No importa cuán loca se vuelva tu carrera empresarial, siempre recordá esto: rodeate de personas inteligentes. Es probable que aprendas mucho de ellos y te ayudarán a mantenerte cuerdo durante todos los altibajos de iniciar un negocio.
4. Aportá valor a las personas con las que te relacionás
He estado trabajando en red desde mi primer trabajo cuando era adolescente y he aprendido que una de las cosas más importantes que podés hacer es aportar valor a las personas que conocés. Cuando estés en red, no te dejes atrapar por la idea de que solo estás tratando de venderte a vos mismo o a tu producto. No se trata de vos, se trata de ayudar a que tu red tenga éxito.
5. Aprendé a decir no
Si sos emprendedor, tenés que aprender a decir que no. Cuando comencé mi primer negocio, todo estaba en juego. Asumiría todos los proyectos que se me presentaran, incluso si eso significaba trabajar muchas horas y dejar poco tiempo para mí o mi familia. Después de unos años, me di cuenta de que esto no era sostenible. Entonces, comencé a decir “no” más a menudo. Y a medida que aprendí a establecer límites sobre lo que podía y no podía hacer, nuestro negocio mejoró aún más.
6. Confiá en tu instinto
Si sos como yo, probablemente hayas estado en esta situación: estás a punto de tomar una decisión y tenés un presentimiento. Sabés que no es el mejor. Pero te dices a vos mismo que es solo que tu intuición es sobreprotectora, que si lo pensaras, te darías cuenta de que la decisión es acertada. Pero luego, el tiempo pasa, y la decisión regresa para molestarte, y te quedás pensando… He aprendido que está bien confiar en tu instinto. Si algo se siente mal, entonces probablemente lo sea. Y si se siente bien, ¡entonces eso es genial! Pero no ignores tus instintos cuando te digan que algo no está bien.
7. Sé amable con todos
Nunca pensé que aprendería esto en los negocios, pero es una lección que he aprendido repetidamente: la amabilidad gana. No importa si sos el director ejecutivo o un empleado de nivel inicial; ser amable con todos, y en serio, es la mejor manera de ganar en la vida y en tu carrera. Las personas que son amables con los demás son respetadas por sus compañeros y superiores. Se les solicita consejo y ayuda porque tratan a todos con respeto, independientemente de su posición o título. Y hacen las cosas más rápido porque no tienen que pasar tanto tiempo trabajando en obstáculos que pueden ser causados por personas que no son amables.
8. El equilibrio es clave
Sin equilibrio, te perderás las mejores partes de la vida y tu negocio se verá afectado. Es fácil quedar atrapado en el ajetreo y el bullicio del trabajo, pero vigilá cómo priorizás tu tiempo y energía. ¿Estás trabajando demasiado? ¿Estás pasando demasiado tiempo solo? ¿Estás descuidando tu salud? Tratá de lograr un equilibrio entre todas las áreas de tu vida para que puedas ser más productivo y más feliz en el trabajo.
En conclusión, dirigir tu propio negocio suele ser una locura, pero eso no significa que no debas intentarlo. Al final, es cierto: los emprendedores apasionados por su trabajo tienen más posibilidades de éxito.
*Con información de Forbes US