El turismo fue uno de los sectores más afectados este año y esto impactó directamente en la performance de las aerolíneas. Una de ellas se encuentra en una profunda crisis a nivel mundial y lanzó su último manotazo de ahogado para no desaparecer. Se trata de la low cost Norwegian Air que le pidió a un juzgado en Irlanda que supervise su proceso de reestructuración de deuda, tras la negativa del gobierno noruego a un nuevo salvataje.
Nos sentaremos con nuestros acreedores y debatiremos sobre cómo reconstruir nuestra deuda y nuestra flota. No creo que esto vaya a ser una gran sorpresa, indicó Geir Karlsen, CFO de la compañía, según consignó Reuters. Las acciones de la aerolínea perdieron un 99% de su valor en lo que va del año y actualmente la empresa acumula un rojo de más de 600 millones de euros.
Norwegian Air supo ser una de las pioneras en el segmento de bajo costo, especialmente enfocada en el mercado europeo y una flota de más de 100 aeronaves. Hoy solo cuenta con seis aviones y durante el invierno boreal planea operar solo rutas en territorio noruego.
El proceso presentado en los tribunales irlandeses es similar al de un concurso de acreedores y le permitirá a la firma proteger sus activos mientras sigue volando. Desde la compañía indicaron que realizaron este pedido en Irlanda debido a que buena parte de su flota tiene sede ahí. Esperan que el procedimiento dure aproximadamente cinco meses, sin embargo, de acuerdo a lo consignado por El País, la aerolínea solo tiene liquidez para lo que resta del 2020.
En mayo pasado, el gobierno de Noruega le otorgó una garantía de crédito por US$ 271 millones para salir a flote. Sumado a la inyección que había recibido anteriormente por parte, la ayuda oficial a la empresa superó los US$ 300 millones. Norwegian Air solicitó un nuevo bailout, pero no logró luz verde.
Norwegian nos pidió una ayuda multimillonaria (en coronas noruegas) y el gobierno cree que en esta situación no es la mejor manera de usar el dinero de los contribuyentes, aseguró el ministro de Comercio e Industria, Iselin Nybo. Tras la negativa, el CEO de la compañía, Jacob Schream se lamentó: Sin este apoyo, el camino hacia adelante se ha vuelto mucho más incierto.
La empresa operó durante casi dos años en el mercado argentino. Formó parte de la 'Revolución de los aviones' con su habilitación a fines de 2017 y fue la primera low cost en volar a Europa (con la conexión a Londres). No obstante, en diciembre de 2019 se despidió de la Argentina luego de venderle su operación local a JetSmart.