"No tengo efectivo": cómo funciona la app que permite dejar propina a través de un código QR
Con una inversión inicial de US$ 35.000, Joaquín Minari, Gaspar Verdaguer y Guido Henry fundaron Tipeando. Ahora, el equipo argentino fue seleccionado por Startupbootcamp, una de las aceleradoras top de Europa, Asia, Australia, Latinoamérica y Medio Oriente, para participar de este entrenamiento intensivo que reúne a más de 10.000 startups fintech de todo el mundo.

Fueron a un restaurante a cenar, como tantas otras veces. Después de una larga sobremesa, pidieron la cuenta y pagaron a través de una billetera virtual. Pero al momento de dejar la propina, se dieron cuenta de que ninguno de los tres tenía efectivo encima. “La comida había estado buenísima y nos habían atendido super bien. Queríamos dejar una buena propina, pero al final terminamos reuniendo lo poco que teníamos y nos fuimos con culpa por no haber dejado lo suficiente. No era la primera vez que ocurría, pero esa noche fue diferente, y nos quedamos charlando sobre cómo el avance del pago electrónico se estaba convirtiendo en un problema para dejar propina”, cuenta Joaquín Minari, cordobés y socio de sus dos amigos de la infancia, Gaspar Verdaguer y Guido Henry, con quienes fundó Tipeando, una aplicación innovadora que permite escanear un código QR y dejar propina sin necesidad de registrarse. 

En épocas en donde la mayoría de las transacciones se realizan con tarjeta de crédito, débito o a través de una billetera virtual, la propina dio lugar a un nuevo dilema, y el avance en el cambio de hábito de consumo también influye directamente en el sueldo de los trabajadores, ya que ese pago espontáneo por parte de los clientes puede significar en el caso de los mozos entre el 20 y el 50% del sueldo que recibe mensualmente. 

Una solución para un vacío legal

En Argentina, la propina no es obligatoria y tampoco existe ninguna regulación al respecto. En los hechos, es un pago extra a criterio del comensal que circula en un vacío legal, ya que técnicamente las propinas están prohibidas para todos los trabajadores gastronómicos y hoteleros del país, según refiere uno de los artículos del convenio colectivo de trabajo. Sin embargo, en otros países ya existen normativas, y el caso más reciente y cercano es el de Uruguay, donde la nueva ley establece que los empresarios deben permitir que sus empleados cobren las propinas mediante medios electrónicos y no solamente en efectivo. “El empleador tiene la obligación de aplicar la tecnología disponible para que los clientes puedan incluir las propinas en la transacción por el mismo medio de pago por el que se efectúe el pago del servicio o producto al cual accede la propina”, plantea la norma.

En medio de este desierto normativo, aparecen nuevos recursos, alternativas que surgen y se adoptan como una bocanada de alivio ante una nueva encrucijada. ¿Cómo funciona Tipeando? “Los trabajadores que reciben propinas se registran en nuestro sitio web, para lo cual no es necesario descargar ninguna aplicación pero sí proporcionar detalles personales y prueba de identidad. Del lado de los clientes es muy sencillo, simplemente tienen que escanear el código QR utilizando su billetera digital preferida. Y así dejan el. monto de propina que deseen sin necesidad de registro”, explica Minari a Forbes desde Amsterdam, ya que el equipo argentino fue seleccionado por Startupbootcamp -una de las aceleradoras top de Europa, Asia, Australia, Latinoamérica y Medio Oriente- para participar de este entrenamiento intensivo que reúne a más de 10.000 startups fintech de todo el mundo. Tipeando, que arrancó con una inversión de 35.000 dólares, ha sido la única startup argentina elegida. “Nos llena de orgullo poder representar a nuestro país en el exterior y llevar nuestra solución al siguiente nivel”, se entusiasma el emprendedor tecnológico.

 


 

De Córdoba, con escalas

Hoy, la aplicación funciona en unos 15 locales cordobeses, y a fines de febrero pasado, los tres socios viajaron a Buenos Aires para hacer una experiencia en el restaurante Chui, en Villa Crespo. “Aún es muy pronto para evaluar la experiencia de adopción del servicio en todos los lugares donde la app está presente, pero podemos adelantar que el proceso es muy positivo -asegura Minari-. Estar presentes en 15 locales representa a más de 200 trabajadores que, gracias a Tipeando, están aumentando sus ingresos. Y tenemos proyección de expandirnos a nivel nacional en los próximos meses”. 
 

Individual o sistema tronco

En muchos de los restaurantes locales, como sucede en otras ciudades del mundo, la propina dejó de ser una retribución individual para convertirse en un sistema conocido como “tronco”, donde todo va a parar a un fondo común y luego se reparte de manera equitativa entre todos los empleados, ya sea que trabajen como bacheros, cocineros, en limpieza o como mozos. Se trata de “una política de la casa", como argumentan algunos gastronómicos, porque cuando una persona deja propina lo hace por una experiencia integral. Porque fue bien atendido, porque la comida estaba rica, los platos salieron a tiempo, los baños estaban limpios y la vajilla en condiciones, en una larga enumeración de lo que se supone debería reunir un buen servicio. 

Para los locales que funcionan bajo el sistema tronco, Tipeando ofrece un “módulo de grupos" que permite a los usuarios crear y gestionar, precisamente, grupos de trabajo.Con esta funcionalidad, es posible agrupar todas las propinas recibidas por el equipo a través de un único QR compartido. Posteriormente, una vez que los fondos correspondientes están disponibles, se distribuyen automáticamente entre los miembros del grupo según la configuración establecida por el administrador del grupo. 

Es cierto que en el país aún no existe una normativa al respecto, pero la experiencia reciente de Uruguay podría replicarse a nivel local en un futuro cercano. Existe, incluso, un proyecto de ley presentado por el diputado nacional Julio Cobos (UCR), que busca facilitar a los trabajadores el cobro de propinas con cualquier medio pago. Entonces, ¿una nueva ley podría jugar en contra de una aplicación como Tipeando? 

 

“Todavía en Argentina es un tema sin resolver que está causando problemas, y de implementarse una normativa no creemos que sea algo contraproducente para el funcionamiento de nuestra aplicación, más bien todo lo contrario -afirma el emprendedor-. Tipeando está preparada para aportar valor a toda la cadena de la industria gastronómica y hotelera, ya sea con las legislaciones actuales o las que puedan venir. También estamos en constante comunicación con el sector gastronómico de Uruguay para entender las implicaciones que la nueva ley tiene allí, y creemos que cualquier legislación favorable a los trabajadores es beneficiosa”. 
 

¿Duele menos pagar con billetera virtual?

Entre otros beneficios para los trabajadores, Minari y su equipo confirman una intuición que surgió apenas arrancó el proyecto, cuando entre ellos debatían si la gente sería más proclive a dejar una mayor cantidad de dinero en propina a través de la aplicación que en efectivo. ¿La respuesta? De acuerdo con algunos estudios de neuromarketing -en un análisis que combina los hábitos de consumo con las neurociencias- al cerebro “le duele menos” pagar con tarjeta o billetera virtual que en efectivo. ¿Cuál es la estadística que llevan en Tipeando? “Nos ha sorprendido gratamente descubrir que las personas tienden a dejar propinas más altas a través de Tipeando que en efectivo, lo que resulta en mayores ingresos para los trabajadores y una mayor satisfacción y motivación del equipo”, confiesa Minari. 

Mientras tanto, los amigos y socios pasan sus días en el bootcamp europeo con el objetivo de globalizar la app, y llevar el servicio a otras latitudes. “El día a día acá [en Amsterdam] es muy dinámico. Son todas mentorías, todos aprendizajes con muchos CEOs de empresas, gente especializada en startups que nos están ayudando a poder mejorar Tipeando, con perspectivas a introducirlo en el mercado europeo”, cuentan Minari, Verdaguer y Henry, que aterrizaron en Europa hace tres semanas y van a extender la estadía hasta junio, cuando termina el programa. Luego, explican los socios, van a tener acceso a una ronda de inversores, organizada por Financial Times de Londres, para lo cual, dicen, ya se están preparando. “Ese será el cierre. Estamos haciendo todo con mucho esfuerzo y estamos muy entusiasmados. Aún no recibimos ninguna inversión externa, y si lo conseguimos al finalizar el programa sería fabuloso”, concluye.