En un segmento en transformación constante, para Matías Casoy, director ejecutivo de Rappi Cono Sur, 2020 no fue un año más. Rappi fue una de las firmas en el centro de escena, con muchos de los servicios que brinda (como delivery o envíos) convertidos en necesidades clave para los consumidores.
¿Cómo atravesaron 2020?
Vivimos una transformación muy grande. Si abrías la aplicación de Rappi a principios de 2020 y la volvías a abrir en abril, era muy distinta. Nos conectamos con esa misión fundacional que teníamos y seguimos teniendo, que tiene que ver con transformar la vida de los latinoamericanos. Abrimos nuevos verticales, como Rappi Live Events, Games, Travel, con la posibilidad de comprar pasajes de avión y reservar hoteles o, a través de un botón, tener una consulta médica gratuita y virtual. Rappi es una aplicación tecnológica que genera un ecosistema de usuarios, repartidores y decenas de miles de pymes. Entre el comienzo de 2020 y después del inicio de la pandemia, más del 50% de repartidores adicionales pudieron utilizar la app para generar ingresos. Y decenas de miles de pymes siguieron vendiendo.
¿Cuáles fueron las lecciones por haber gestionado en incertidumbre?
Hay dos grandes aprendizajes: nada de esto podríamos haberlo hecho sin una misión muy clara. Sin una misión más grande que uno mismo es imposible; nunca habíamos pensado en este crecimiento. Y en segundo lugar tener un equipo que esté movido por una misión. Un equipo que forme parte de tu startup; donde muchas personas ven un trabajo hay otras personas que vemos la posibilidad de cambiar el mundo.
¿Y los desafíos?
El primero es ser muy ágiles en priorizar lo que realmente importa. En una compañía como la nuestra tenemos un backlog, cosas que queremos hacer. Y es poder priorizar muy rápido lo verdaderamente transformacional. El segundo tiene que ver con la ejecución: cómo podemos, enfrentados ante desafíos enormes, ejecutarlos rápidamente. Hay otros desafíos financieros: cómo enfrentamos nuevos costos que no teníamos forecasteados, como ayudar a crear un fondo para repartidores que contraen Covid, ayudar financieramente a restaurantes y a tiendas de barrio. Y el último es de RR.HH., y tiene que ver con cómo contratar rápidamente, por ejemplo, cinco veces la cantidad de personal shoppers.
¿Cómo te transformaste como li?der?
Simón Borrero, nuestro CEO y founder, desde que comenzó la pandemia nos inculcó esta importancia de poner por encima de cualquier interés económico el apoyo a los mercados y comunidades locales. Y en la región que lidero encontré una necesidad muy fuerte de descentralizar la toma de decisiones. Si bien nunca fue mi estilo, teníamos tantas decisiones para tomar y ejecutar en tan poco tiempo que la única forma de hacerlo era empoderando cada vez más a equipos y a líderes. Y fallar muy rápido y aprender... que la toma de la decisión fuera ese mismo aprendizaje.
¿Qué panorama económico ves para 2021 y 2022?
La coyuntura puso de manifiesto que las plataformas tecnológicas se convirtieron en recursos que apoyaron el desarrollo y la reactivación económica. Dado que la pandemia no ha concluido, es arriesgado realizar cualquier pronóstico. Creo en el potencial del país, y de la industria tecnológica en particular, para poder aportar al crecimiento económico del país, a generar innovación y progreso, y a mejorar la calidad de vida.