Aunque el fundador de Tesla y SpaceX  apunta a la disrupción permanente y aplica un liderazgo centralizado, y el kaizen o lean management busca la mejora continua por medio de constantes cambios nacidos del conjunto, ambos estilos de gerenciamiento poseen puntos en común que conforman una alianza única para pymes que se mueven en contextos económicos complicados como el argentino.

El mundo está cambiando en forma vertiginosa. La dirigencia empresarial y de equipos no es la excepción. Y, sin embargo, no existe un estilo único que se adapte a todas las organizaciones.

"Siempre hago el mismo chiste: si ser empresario sería un Excel, todos seríamos grandes empresarios. Pero la realidad es otra. Más en una pequeña y mediana compañía donde se trabaja, sobre todo en los primeros tiempos, muchas horas, se intenta agregar valor y muchos a prueba y error.  Entonces, es siempre bienvenido cualquier sistema que encauce de modo rápido y sencillo las cosas", afirma Miguel Capurro, director de capital humano Randstad.

Para más de uno, el estilo Musk puede ser bueno para "apagar incendios" como los que surgen de imprevisto en el país. Más aún cuando la empresa enfrenta limitaciones de recursos y posee poco margen para equivocaciones, como sucede con las pymes. "En los últimos años, están aprendiendo el valor de la profesionalización", señala Guillermo Ocampos, partner de Together Business Consulting. Esto responde a tres fenómenos. El primero, la pandemia cuando se comprendió la necesidad del cambio. 

En segundo lugar está la proliferación de las startups en la Argentina. Antes parecían disociadas con las pequeñas y medianas compañías. Con el correr de los años se advirtió que se complementan unas a otras.

"El tercer fenómeno es producto de la crisis económica local. Todos sabemos cuán necesario es ir hacia una economía más abierta. Entonces, o nos preparamos para relacionarnos con el mundo o vamos a estar complicados. Por eso es una exigencia trabajar en la innovación", enfatiza Ocampos.

Kaizen

Para lograrlo, la organización precisa invertir y reembolsar este coste para poder encarar una nueva transformación.  "La pregunta es qué hacemos entre una inversión y la siguiente una vez recuperada la primera. En ese momento, el kaizen viene a dar respuesta para poder entender qué podemos seguir mejorando sin realizar grandes desembolsos. Algo importante para la realidad argentina que demanda ser más competitivos", remarca Facundo González, cofundador y director de la consultora Taho.

El concepto de mejora continua propio debe ser parte de la cultura de la empresa. De esa forma se ingresa en un círculo positivo. Esto conlleva a dejar de prestar atención a los resultados de corto plazo. "El mirar si la caja cierra o no cierra no es la solución, es el problema", acota González, quien también es responsable de la diplomatura de Lean Management de la Universidad ITBA y del programa en Japón JAME para alta dirección.

La palabra kaizen se forma de dos sinogramas japoneses: "bueno" y "cambio". Su significado en castellano es "mejora continua". Por eso su máxima es "hoy mejor que ayer, mañana mejor que hoy". Según algunos expertos, este modelo se enfoca en evitar que se "desaten incendios" en las compañías. "Es una metodología con años en la gestión empresarial. Es sinónimo de ir paso a paso en un proceso que te lleva a la excelencia", comenta el socio de Together Business Consulting.  

Así, las pymes podrían, dicen, encarar riesgos de modo controlado. Lograrían optimizar  sus procesos y tomar decisiones sin comprometer su estabilidad financiera.

Desde hace unos años, el sector tecnológico contribuyó con visionarios. En su momento fueron Bill Gates y Steve Jobs. Hoy ese lugar lo ocupa Elon Musk. Personas iluminadas y adelantadas por su manera de pensar. En algunos casos y multifacéticos como lo fue Leonardo Da Vinci en su época. Ninguno le temen al fracaso.

"Una pequeña analogía para divertirnos un poco. Si te digo que podés contratar a (Leonel) Messi para tu equipo de fútbol vas a tener pocos problemas. Es el jugador perfecto hace todo bien [cabecea, patea de izquierda y de derecha, corre, etc]. Con él todo es más fácil. La pregunta es ¿cuántos Messi existen, cuántos Elon Musk, existen? Quererlos copiar me parece brillante. Pero, a veces, es un poco difícil", apunta Capurro, de Randstad.

Musk

De acuerdo a los analistas, la filosofía del creador de Tesla es simplificarle la vida a la gente, hacerle las cosas más baratas y, al mismo tiempo, rentables a largo plazo, ni siquiera en el corto o mediano plazo. "El se apalanca en su visión", añade Capurro.

 Asimismo, su estilo tiende a ser un liderazgo centralizado, de comando y control. Debe involucrarse en el nivel de ingeniería y diseño de muchas de sus empresas. Esta postura exige una mirada absoluta. 

Igualmente, es reconocido por el constante lanzamiento de productos innovadores. "El señor Musk puede dejar muchas lecciones de las cuales se pueden aprender bastante. No soy nadie para decir lo contrario. Pero se debe entender que, en general, no se puede buscar en modo permanente innovar", subraya González. Esta postura puede aparejar riesgos y costos elevados en especial en economías como la argentina donde los márgenes para las  equivocaciones pueden ser pequeños.

"De acuerdo a mi óptica Elon Musk es un aspiracional difícil de replicar. Ciertas condiciones las tiene solo él. Algunos de sus aportes se pueden tomar. Al mismo tiempo me pregunto ¿dormir en la fábrica o trabajar 18 o 20 horas es algo replicable?", plantea Miguel Capurro.   

"No obstante ello, no se puede tampoco poner el dilema de lo uno o lo otro [el Kaizen o el modelo Musk]. En todo esto, existe una evolución. Todo depende de la organización, el líder, la industria, el entorno", señala Ocampos.

Más bien, sería más conveniente trazar analogías. De ese modo se podría sacar lo mejor de los dos mundos. "Por ejemplo, los dos se centran en el largo plazo. Este punto es super importante", recalca el ejecutivo de Together. Pero no es lo que maneja el saber popular, lo que se escucha o lee de él   

"Tiene muy en claro la relevancia del largo plazo. Siempre está orientada a objetivos concretos a futuro. Entonces, para nada está en contradicción con el lean management", aclara González.

Incluso, como dice Kaizen, se toma su tiempo para comprender el problema antes de buscar su solución. También, ambos eliminan los procesos innecesarios y aceleran las fases de aprendizaje.