Flixxo es la plataforma de streaming “made in Argentina” que utiliza blockchain para ofrecer producciones audiovisuales sin cobrar suscripción. ¿Podrá hacerle sombra a Netflix?
Si la primera oleada de “unicornios” argentinos respondía a la clonación de modelos de negocio ya probados, parece que los nuevos postulantes a escalar a ese nivel son los que aprovechan las particularidades de la región para diseñar soluciones con potencial para llegar a todo el mundo. Algo de esto está en la génesis de Flixxo, la nueva plataforma de streaming de contenido que nació entre emprendedores locales para proponer una alternativa a gigantes como Netflix, Amazon Prime ideo y HBO.
“Queríamos plantear un nuevo modelo de Video On Demand (VOD). Hoy hay tres: el de suscripción, el transaccional y el freemium (basado en publicidad). Y hay cada vez más usuarios acostumbrados a videos en redes sociales y a los videojuegos digitales. Inventamos un modelo gamificado, pensado para ellos, en el que todo lo que hacés en la plataforma se siente como un juego”, describió a Forbes el CEO y cofundador de Flixxo, Adrián Garelik.
Como guionista y productor, entendía perfectamente la lógica del consumo audiovisual, pero además venía de cocrear una firma de contratos digitales inteligentes basados en blockchain, RSK Labs (hoy IOV Labs). Se juntó entonces con Federico Abad, el fundador de la reconocida PopCorn Time. El resultado de esta unión fue una nueva plataforma audiovisual en la cual los usuarios “siembran” el contenido (en base al protocolo BitTorrent), sin infringir derechos de autor y abonándolo con la criptomoneda flixx.
“El problema con BitTorrent es que hasta el momento se utilizó solo para piratería porque era el incentivo más grande para usarlo. Pero, en este caso, el incentivo serán los flixx que los usuarios reciben por mirar publicidades o sembrar en Flixxo, y con ellos pagarán por ver series o cortos”, indicó el CEO. Así el sistema puede ser utilizado incluso por usuarios no bancarizados. “Hay un boom de plataformas de streaming, pero todas con un modelo de suscripción con tarjeta de crédito. En América Latina la gran mayoría de la población no tiene tarjeta y por lo tanto es una oportunidad para probar otro modelo de negocio y demostrar que es sustentable. Ese es el desafío por ahora, luego podremos expandirnos a otros mercados”, relató Garelik.
La empresa tampoco se sustenta en publicidad invasiva. “Se crea una economía circular: se paga por el contenido, el creador se lleva 100% y reparte entre los usuarios una parte para que lo sigan compartiendo”, dijo Garelik.
El foco será distribuir contenido profesional, con capítulos de entre 3 y 15 minutos, para ver en el celular. Al cierre de este artículo, la versión desktop de Flixxo tenía 3.000 suscriptores y la aplicación móvil acababa de ser lanzada en la Play Store de Android. Los fundadores esperan que en breve también esté disponible en Apple Store.
Primeras semillas
Fue exactamente el 19 de agosto de 2016 cuando Garelik conoció a Abad y le propuso utilizar la tecnología de PopCorn Time para crear una aplicación de contenido legal y gamificada En noviembre se sumó el tercer socio, Pablo Carbajo, experto en blockchain.
Con solo un demo de Flixxo, en 2017 salieron a buscar fondos. Comenzaron a reunirse con gente de la industria y a presentarse en festivales internacionales. Ese año hicieron su ICO y recaudaron US$ 4,8 millones para construir la plataforma y respaldar los flixx. Luego de eso, jugadores como Lionsgate y Universal llegaron a su puerta.
El dinero también será destinado a construir oficinas y un coworking en el Distrito Audiovisual de Buenos Aires. Además, se plantean la posibilidad de apoyar algunas nuevas producciones locales. Para este año sus apuestas serán una serie interactiva protagonizada por la youtuber Dai Hernández; una serie uruguaya de zombies (Neptunia) que cuenta con una pequeña participación de Alfredo Casero, y La estrella roja, una película con Thelma Fardin, Juan Leyrado y Rafael Spregelburd. Para el año que viene preparan una temporada nueva de Alejo y Valentina, serie de culto de inicios del milenio y la primera en formato web. “Saldrá junto con los 54 capítulos que fueron emitidos en MTV”, adelantó.
También la propia comunidad del cine está dándole a Flixxo un buen recibimiento. “Los productores de Harvie Krumpet, que ganó el Oscar a Mejor Corto, se subieron a la plataforma, y los productores de Rambo hicieron lo mismo con el tráiler”, reveló el CEO.
Garantías y recompensas
Los usuarios podrán ganar flixx mirado publicidades, sembrando contenido y superando ciertos objetivos como completar series o referir amigos, como si se tratara de pasar de niveles en un videojuego. También podrán retirar eventualmente esos flixx o usarlos en compañías con las cuales Garelik piensa construir un “ecosistema”.
Pero el objetivo es que esa moneda se invierta en consumir contenido dentro de la plataforma, por lo cual el mismo sistema detecta si un usuario solo mira publicidades para retirar dinero y, en ese caso, comienza a pagarle menos.
En todos los casos los creadores seguirán siendo los dueños del contenido, definirán el precio que cobran y cuánto devuelven a los sembradores. Flixxo, por su parte, recibe un 10% de lo que abonan los anunciantes. De esta manera, se elimina el costo de transaccionalidad que cobra una tarjeta o un banco en el modelo de suscripción, y el costo de mantener una estructura como tienen otras plataformas.
Esto tiene ciertas limitaciones. Por ejemplo, el espacio para contenido de los teléfonos suele ser limitado y las redes de comunicación y tarifas de conexión dificultan que se siembre desde los móviles. Pero Garelik confía en que la tecnología y la industria avanzarán para que eso sea posible.
Flixxo también tiene moderadores del contenido que evitan que se infrinjan las políticas de la empresa. Además, para que los usuarios no suban contenido masivamente y sin la finalidad de que sea monetizado, se les pide una garantía en flixx. Si el video no se monetiza, no se les cobra ese seguro. Pero es retenido si, por ejemplo, se define que se compartió contenido ajeno o se infringe el copyright.
“La mejor garantía contra la piratería es desincentivarla. ¿Por qué voy a ?piratear? un contenido, con todo el riesgo que conlleva, si lo puedo ver de manera económica y en la comodidad de mi living, sin esperar a que salga en una plataforma o en un DVD? Hay piratería porque no hay una solución cómoda y con un precio justo para eso”, concluyó Garelik.