Si bien la industria del Venture Capital en América Latina aún está en etapa de desarrollo, año a año demuestra su crecimiento en la región. Según estudios recientes, el sector entró en un período de consolidación en 2023 en medio de una continua desaceleración del mercado global. Mientras la inversión total estuvo en línea con los niveles pre pandemia, el número total de transacciones divulgadas aumentó en un 43% en comparación con 2020, año con la tercera mayor cantidad de transacciones registradas. Además, el impulso surgió en base a la constante participación de inversionistas en etapa semilla.
Uno de los Venture Capital que trabaja para apuntalar este proceso es Alaya Capital, creado en la Argentina con el objetivo de invertir en emprendimientos que solucionen problemáticas en América Latina. Recientemente, la compañía realizó su evento anual en el cual reúne a las startups que forman parte de su portafolio y Luis Bermejo, cofundador de Alaya, dialogó con Forbes sobre la actualidad del Venture Capital en la región y el país.
- ¿Cómo es la actualidad de Alaya?
- Tenemos 13 años de vida y estamos en nuestro tercer fondo. Estamos invirtiendo en los países de habla hispana en Latinoamérica con presencia física en México, Colombia, Perú, Chile y la Argentina. Además, ponemos mucho foco en Guatemala, Ecuador y otros países. Trabajamos mucho en escalar startups en la región. Nuestra tesis es invertir en emprendimientos que tengan un producto validado en un mercado y rápidamente ayudarlos para que se expandan por la región.
- ¿Son startups de cualquier sector o hay segmentos que priorizan?
- En teoría somos agnósticos siempre y cuando sea un proyecto exponencial basado en software y no en hardware. Pero la realidad es que el 50% de lo que invertimos es fintech y estamos mirando mucho ese sector. De todas formas también observamos plataformas de e-commerce, SaaS, B2B, educación y salud. Pero principalmente fintech y fintech embebido. Lo que más nos interesa es que sean proyectos que solucionen problemas reales de la región.
- Hace unos años hubo mucho dinero en el segmento del Ventura Capital global pero eso parece haber cambiando en la actualidad. ¿Qué miran ustedes a la hora de invertir en un proyecto?
- Mientras más probado y sólido esté el producto es más fácil levantar inversión. Pero te diría que en estados tempranos, que es donde invertimos nosotros, la mayor importancia está en el equipo. Nos interesa que haya validación pero es fundamental que haya un buen equipo con buena capacidad de ejecución, expertise y con una historia previa que sea coherente con lo que buscan a futuro. Que esas variables cierren te diría que es más importante que un producto validado.
- ¿Qué tiene que tener un equipo para llamar su atención?
- Miramos mucho el propósito del equipo. Por qué un emprendedor está haciendo eso y entender cuál es su propósito. Porque el camino es dificilísimo y sin un propósito grande no hay resiliencia necesaria para que haya éxito. Entender eso en la formación del equipo es clave.
- Trabajan en la región pero son argentinos. ¿Cómo ves al país?
- Es un país con un ecosistema de emprendedores excelente y súper potente. Te diría que es de la mejor calidad de la región. Fue el país de la región con el primer unicornio y durante muchos años fue el único en tener empresas de este tamaño. Y hay un gran volumen de compañías muy buenas. El talento inversor también está muy desarrollado pero el problema es que no es argentino. La macro de Argentina, el no tener una moneda estable y una seguridad jurídica genera una corriente en contra a este ecosistema. Si bien tenemos mucho talento, lamentablemente lo expulsamos hacia afuera.
- ¿Cuál es el principal desafío?
- Nuestro fondo de venture capital tiene un horizonte a diez años y está todo nominado en dólares. Hay dos cuestiones básicas. Por un lado, en la Argentina no hay una entidad jurídica, un marco normativo o impositivos, que dure diez años. Por otro lado, no hay moneda. Entonces, lamentablemente la macro hace que la Argentina vaya más lento y el resto de la región empezó a avanzar y a generar ecosistemas potentes. Eso genera que se acerquen en cuanto al talento.
- ¿Qué tiene que pasar para que el ecosistema argentino vuelva a crecer?
- Seguimos teniendo una oportunidad gigantesca porque seguimos generando emprendimientos de altísima calidad y lo seguiremos haciendo. En la medida en que la macro se normalice, volveremos a ver un mercado de capitales e inversión más local. Nosotros somos un fondo de origen argentino y lo que más quiero es dejar de viajar (risas). Vivo viajando porque el sistema te empuja hacia afuera y ojalá pudiera invertir en más emprendedores argentinos y estructurar procesos jurídicos en el país.
- ¿Qué están observando para este año y lo que viene?
- A nivel regional estamos viendo mucho Inteligencia Artificial. Intentamos identificar buena aplicaciones de IA a problemas de la región, sobre todo en lo que refiere a salud y educación. Vemos que hay grandes disrupciones que van a venir por ese lado. Otro segmento que miramos es el de activos digitales y cómo van a evolucionar. Tema crypto, tokenización y todo lo que sea digitalización de activos le vemos mucho futuro en la región. Por último, prestamos mucha atención al fintech embebido. El sector ya tuvo su primera ola con las billeteras y hoy estamos mirando a otras industrias que suman fintech a su negocio. Creemos que ahí hay grandes posibilidades.
El evento de Alaya Capital 2024
La edición 2023 del evento de Alaya Capital se llevó a cabo en Uruguay y contó con Marcos Galperín, fundador de Mercado Libre, como principal speaker. Este año el encuentro se llevó a cabo en Cuzco, Perú, donde más de 90 personas de diez países distintos se juntaron a debatir e intercambiar ideas. “Vinieron emprendedores, inversores y estuvo todo nuestro equipo así que estamos muy contentos”, explica Bermejo.
- ¿Por qué organizan este tipo de encuentros?
- Nuestro objetivo en este negocio, que es el de venture capital, además de invertir en empresas y ganar dinero es hacerlo creando comunidad porque así los negocios se retroalimentan en todos los sentidos. Entre las compañías se apoyan, los inversores hacen negocios entre ellos y surgen nuevas ideas que generan nuevos negocios. Ese círculo virtuoso genera relaciones de largo plazo que se van afianzando y eso es fundamental.