Los "nórdicos" tienen el ojo puesto en Argentina: Finlandia, Noruega y Suecia creen que el país está ante la oportunidad de desbloquear un nuevo nivel en sus relaciones comerciales con una de las regiones de economías más dinámicas y que mejor entiende el mundo que se avecina.
"Hay interés en Argentina, un mercado de un tamaño interesante, también por su nueva política económica", dijo el embajador de Suecia en Argentina, Torsten Ericsson, durante un encuentro con un grupo de medios, entre ellos Forbes Argentina, en la sede de la embajada de Noruega.
Además de noruegos, finlandeses y suecos, también hay interés de Dinamarca, aunque este último país anunció en 2021 el cierre de su embajada en Argentina. Las relaciones entre Copenhague y Buenos Aires se manejan ahora desde Brasilia.
"En Brasil hay 230 empresas nórdicas que invirtieron 14.000 millones de dólares en los últimos años. En Argentina son 20 o 30. Mi sueño es que esto crezca", graficó el embajador noruego, Halvor Sætre.
"Estuve en Finlandia hace un mes con nuestros embajadores en México y Brasil, y me sorprendió el nivel de interés de nuestros empresarios en la región y en Argentina", añadió la embajadora finlandesa, Nicola Lindertz.
¿Qué ven los nórdicos cuando miran a Argentina? Agro y energía, por supuesto, pero también el potencial marítimo que desaprovecha el país.
"Bergen es la segunda ciudad y la capital marítima de Noruega", señaló Sætre. "En Argentina hay también un amplio sector marítimo, hay una gran oportunidad, precisamente también porque Argentina se ha orientado históricamente hacia el campo".
"Tenemos 30 empresas noruegas interesadas en Argentina. Creemos que hay potencial para mucho más. Todas estas empresas tienen desde siempre una alta presión regulatoria por parte del gobierno para ser sostenibles, y eso hoy es positivo".
La sostenibilidad es un concepto transversal en el discurso de los países nórdicos, que no conciben -y no se lo permitirían sus leyes- una inversión sin anteponer el respeto al medio ambiente.
El gobierno de Javier Milei, que atrae por su política de apertura comercial y liberalización de los mercados, es a la vez negador del cambio climático y se opone a los objetivos de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas (ONU). Un marco que los nórdicos no pueden aceptar.
"Las empresas que están acá son empresas globales, y hay una tendencia a un mayor respeto de los desafíos climáticos", enfatizó Ericsson. "Nuestras empresas tienen que respetar las normas de gobernanza ambiental global", añadió Sætre. "La sostenibilidad une a los países nórdicos".
La dificultad para repatriar dividendos es también un obstáculo para los inversores, admite el embajador noruego: "No hay nada más fundamental para un inversor que poder repatriar sus dividendos".
Pero, más allá de las dificultades propias de la economía argentina, en Oslo, Estocolmo y Helsinki se mira con interés el proceso local.
El Parque de la Innovación será sede el 25 de septiembre de "Sustainable Nordics", con representantes de decenas de empresas de Dinamarca, Finlandia, Noruega y Suecia explicando y exhibiendo sus ventajas y propuestas. Pablo Quirno, secretario de Finanzas, inaugurará el encuentro.
"Previsibilidad jurídica y un marco económico estable: nuestras empresas requieren eso, y eso lo está enfocando este gobierno", elogió Sætre.
"Hay además un proceso para un acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y los países de la EFTA, entre los que está Noruega. Y nos parece muy positivo el acercamiento de Argentina a la OTAN y el apoyo a Ucrania", añadió el noruego, que destacó también la venta de cuatro aviones Orion de su país a Argentina para reforzar el patrullaje marítimo.
Lindertz destacó los vínculos comerciales crecientes de Finlandia con Argentina.
"Es la tercera vez que organizamos 'Sustainable Nordics' en Buenos Aires. Y ya lo hicimos una vez en Montevideo. La economía de Finlandia tiene tres patas: la industria forestal, la tecnología de la información y la tecnología industrial. Hay interés en Argentina".
Ericsson cree que la inversión sueca crecerá en Argentina, pero enfatizó que el tejido empresarial sueco ya está bien instalado en el país. Como ejemplo puso a Alfa Laval, líder mundial en las áreas de transferencia de calor, separación y manejo de fluidos, con más de 120 años de presencia en Argentina. También a Tetra Pak, fuertemente arraigada en el país.
"Las empresas suecas ya están aquí: 30 filiales y agentes que las representan; hay 50 empresas socias en la Cámara de Comercio Sueco-Argentina. Emplean 17.000 personas y tienen presencia en todo el país, no solo en Buenos Aires".
Ericssen destacó también que "las empresas suecas no son extractivas", sino que "suministran vehículos, maquinarias y tecnologías de la información".
Con la vista puesta también en las oportunidades que ofrece Uruguay, Lindertz, que además de Buenos Aires representa a su país ante Montevideo y Asunción, destacó un progreso nórdico que impactará en el sur del sur: la empresa finlandesa Wärtsila -con baterías producidas en Noruega- está involucrada en el primer ferry propulsado en forma cien por ciento eléctrica, que será el mayor del mundo en su categoría y comenzará a surcar en 2025 las aguas del Río de la Plata.
