Un equipo de investigadores de Japón ha creado una alternativa más limpia al uso del cobalto -un elemento raro y componente clave de las baterías de iones de litio- que también mejora la química de este componente.
Datos clave
- La nueva alternativa se compone de una combinación de litio, níquel, manganeso, silicio y oxígeno. Según los investigadores, estos elementos son "mucho más comunes y menos problemáticos de producir y trabajar".
- El material alternativo ha superado a las pilas de cobalto en algunos aspectos, según el estudio, y también puede soportar muchos ciclos de recarga.
- El cobalto se utiliza en los electrodos -los extremos positivo y negativo de la pila entre los que fluyen los iones de litio para conducir la energía- de las pilas.
- Las baterías alternativas de iones de litio tienen una mayor densidad energética, lo que significa que durarán más, según el estudio.
- La investigación añadió que las baterías alternativas también eran capaces de cargarse completamente y descargarse más de 1.000 veces, y sólo perdieron alrededor del 20% de su capacidad de almacenamiento.
Antecedentes clave
Las baterías de iones de litio son el estándar de la electrónica portátil, como los teléfonos móviles, y son importantes para soluciones sostenibles como los vehículos eléctricos y los hogares con paneles solares.
A medida que las alternativas de energía limpia se convierten en la corriente dominante en la lucha contra el cambio climático, la demanda de cobalto se ha disparado.
Sin embargo, el cobalto, que es un componente principal de estas baterías, es un elemento raro que se encuentra sobre todo en minas de la República Democrática del Congo. En las minas se ha informado ampliamente de las peligrosas condiciones de trabajo, que incluyen el trabajo infantil.
El investigador principal del equipo de la Universidad de Tokio, Atsuo Yamada, afirmó en un comunicado de prensa que la eliminación progresiva del cobalto en las baterías podría tener un impacto "medioambiental, económico, social y tecnológico".
"Aún nos queda camino por recorrer, ya que hay pequeñas reacciones persistentes que reducir para mejorar aún más la seguridad y la longevidad", declaró Yamada.
“De momento, confiamos en que esta investigación conduzca a baterías mejoradas para muchas aplicaciones, pero algunas, en las que se requiere una durabilidad y una vida útil extremas, podrían no estar satisfechas todavía”, concluyó el experto.