Las repercusiones de las acciones argentinas después de las elecciones
El mercado bursátil se mostró optimista y las acciones argentinas se presentan como nuevas oportunidades de inversión para el mediano plazo.

El mercado bursátil se mostró optimista y las acciones argentinas se presentan como nuevas oportunidades de inversión para el mediano plazo.

El peor enemigo de los mercados es la incertidumbre. No sólo en la elección general, está probado que las PASO y las legislativas producen nerviosismo en las empresas y en los tenedores, volatilidad en las cotizaciones y sólo las expectativas positivas calman las aguas y diluyen los riesgos.

A juzgar por la reacción de la bolsa porteña y el desempeño de los papeles locales en Wall Street, el domingo 22 no sólo ganó el Gobierno nacional en las elecciones legislativas.

Al día siguiente, el Merval festejó con la mayoría del panel con ganancias y una suba superior al 3%, el riesgo país bajó un 2,3% (quedó en 338 puntos básicos) y el peso se apreció siete centavos frente al dólar (el minorista promedió $ 17,67 para la venta).

El dólar mayorista cerró con una baja de dos centavos y medio y quedó en $ 17,415, con un volumen de operaciones de US$ 818 millones (el doble que el viernes y el mayor del mes).

El mercado convalidó el triunfo que venía descontando desde agosto. El triunfo de Cambiemos a nivel nacional también resonó en la bolsa de Nueva York, donde las ADR?s de empresas argentinas pegaron un salto en conjunto, con un máximo de 8,4% obtenido por IRSA y Macro.

De cerca festejaron el repunte Telecom (6,5%); Supervielle y Grupo Financiero Banco Galicia (5,9%); Cresud y Petrobras Argentina (5,8%); YPF (5,3%) y Pampa Energía (5%). Un dato adicional: tanto allá como acá crece el rumor que S&P podría adelantar la suba de la nota de la deuda soberana argentina a B+.

Las acciones argentinas y el nuevo mapa político

Ya en las primarias los agentes bursátiles estaban inquietos y los operadores financieros atentos a descontar un resultado electoral distinto al esperado. Pero en los dos meses entre elecciones (y con todo lo que ocurrió en el medio), el Merval subió más del 23% (26%, medido en dólares), con un tipo de cambio minorista en baja.

Ahora, el voto definitivo favorable al oficialismo provocó un impacto positivo inmediato, que apuntala no sólo los dos años de gestión presidencial sino también la puesta en marcha de los cambios que se vienen anunciando (y postergando por los comicios).

En consecuencia, el nuevo mapa político aporta un horizonte más despejado en relación al rumbo económico, las políticas públicas y algunas legislaciones pendientes que le interesan particularmente a las empresas (reformas laborales, fiscales, financieras).

Hacia afuera, el oficialismo, al sumar más legisladores, fortalece su poder legislativo y consolida una masa crítica de votantes que vuelven a otorgarle tiempo y confianza. Pese a algunas políticas erráticas, medidas polémicas y aún sabiendo que se vienen tiempos de ajustes, nuevos aumentos de tarifas y servicios, la mayoría del electorado volvió a apostar por el cambio que propone la coalición de gobierno.

Una apuesta de peso con un dólar planchado

Los grandes fondos de asset management y los pequeños ahorristas miran sus portafolios de inversión y analizan el mercado con ojo avizor. En el mercado de renta fija, los títulos públicos en pesos ganan posiciones por la proyección de un dólar en torno al $ 17,5 para diciembre y tasas de interés reales cercanas al 10%.

Por otro lado, los títulos nominados en divisas subieron hasta 0,9%, mientras que los bonos en dólares que cotizan en pesos bajaron: el Argentina 2017 perdió 0,5%, el BONAR 2020 y el Discount ley argentina cedieron ambos el 0,2%, el bono a 2024 cayó 0,3%, y el 2027 restó 0,6%.

La toma de posiciones de los inversores en pesos, claramente debilitó el valor de la divisa estadounidense. Los economistas estiman que tras esta depreciación nominal el dólar seguirá estabilizado hasta fin de año (“planchado”, según la jerga), ya que la liquidez de “verdes” financieros y los ingresos de exportadores seguirán abasteciendo a la oferta y porque la prioridad es bajar el índice más rebelde:

“Tenemos que tener un país normal, con una inflación de un dígito”, declaró Macri en la conferencia de prensa tras el escrutinio.

Las acciones vinculadas a la actividad económica, como las de los sectores energético, bancario, inmobiliario y agro renuevan sus buenas performances. La bolsa porteña negoció ayer papeles por el inusitado monto de $ 1.224 millones y dio muestras de esta tendencia con las fuertes alzas de Macro (8%), Cresud (6,4%), Telecom y Comercial del Plata (6,3%), Agrometal (5,5%), Galicia (5,2%), e YPF (5,1%).

En los últimos dos meses, la acciones con mayores ganancias fueron eléctricas y financieras: TGN (58%), Transener (54%), Banco Macro (44%), Grupo Financiero Galicia (39%), Comercial del Plata (38%), Edenor (35%), TGS (33%), Central Puerto (33%).

Según los analistas, la tendencia de fondo alcista, con algunas pequeñas correcciones de depuración de cotizaciones, seguirá por este rumbo. Sin embargo, los más cautos consideran que las fuertes subas acumuladas por estas acciones imponen prudencia para salir a comprarlas en este ciclo.

En lugar de mirar el ranking de alzas sugieren revisar el Panel General, seleccionar nuevas oportunidades en los papeles con precios más atrasados, un buen return on equity (ROE) o buenas perspectivas por la evolución de la economía real en el mediano plazo.