Algunas empresas de los Estados Unidos y otras partes del mundo están comenzando a exigir que los trabajadores se vacunen contra el coronavirus, ya que la propagación de la variante delta está generando un aumento de casos importante.
Un ejemplo de esto es el gigante de internet Google, que informó ayer miércoles a sus más de 130.000 empleados en todo el mundo que tendrán la obligación de aplicarse la vacuna contra el Covid-19 para regresar a las oficinas en octubre. El consejero delegado de Google, Sundar Pichai, explicó que la implementación de este requisito variará de acuerdo con las condiciones y regulaciones locales y que no se impondrá en una región determinada hasta que las vacunas estén ampliamente disponibles en la misma.
Pichai también retrasó la fecha de vuelta obligatoria a las oficinas, que estaba fijada para septiembre pero que ahora pasa a ser el 18 de octubre.
Aunque varios Gobiernos y entidades públicas de Estados Unidos ya han anunciado la exigencia a sus empleados de recibir la vacuna para volver al trabajo, Google es la primera gran empresa tecnológica que hace lo propio.
A principios de julio, algunos de los miles de empleados que Google tiene en Estados Unidos regresaron a la oficina por primera vez desde el inicio de la pandemia de Covid-19 el año pasado, un retorno con carácter voluntario y que sirve de prueba de cara al otoño. La firma del buscador ya anunció a principios de mayo que, una vez se dé por terminada la pandemia, el 80% de su plantilla deberá regresar a puestos de trabajo físicos, mientras que el 20% restante podrá trabajar a distancia de forma permanente.
Al caso de Google (a nivel global), en el país norteamericano se le suman Facebook, Adobe, MGM Resorts en Las Vegas, el Wasgington Post, Goldman Sachs y Wells Fargo. En MGM Resorts, aquellos que se nieguen a mostrar la prueba de vacunación deberán realizarse test de Covid-19 de manera periódica. Por su parte, Goldman Sachs y Wells Fargo están pidiendo a los trabajadores que informen sobre su estado de vacunación, mientras que Morgan Stanley exige que los empleados que quieran volver a trabajar en sus oficinas de Nueva York se vacunen.
Los abogados del Departamento de Justicia de Estados Unidos dijeron el lunes que la ley federal no impide que las empresas privadas y las agencias federales exijan que los trabajadores se vacunen.
Varios sistemas hospitalarios y de salud del país norteamericano ya han exigido que los empleados se vacunen, enfrentándose a protestas y demandas en algunos casos. En junio, un juez de Texas desestimó una demanda de trabajadores del Hospital Metodista de Houston que fueron suspendidos por negarse a vacunarse.
El aumento de la tasa de vacunación adquirió una mayor urgencia debido a la propagación de la variante delta, y los casos de Covid-19 en los Estados Unidos aumentaron de 55.000 casos la semana pasada a 80.000 reportados el miércoles. Estados como Nueva York y California también emitieron requisitos obligatorios de vacunas esta semana para los trabajadores estatales y los trabajadores de la salud en los hospitales estatales.
Por su parte, el Partido Republicano de la Cámara apoyó un proyecto de ley que finalmente se estancó en junio y que prohibiría a los empleadores exigir vacunas. Uno de sus patrocinadores, el representante Russ Diamond. de Illinois, dijo que era una cuestión muy simple de los derechos de los trabajadores, y la representante Barb Gleim de Maryland dijo: no se puede obligar a una persona a recibir una vacuna experimental.
Qué dice la Ley en Argentina
En nuestro país, el 54,09 % de la población está inoculada con una primera dosis de la vacuna contra el Coronavirus, y apenas el 14,40% recibió el esquema completo. Sin embargo, a medida que avanza el plan de vacunación se hace más frecuente la pregunta sobre el impacto de la negativa a vacunarse en el ámbito laboral. Las preguntas que se desprenden son varias: ¿No querer vacunarse es motivo de despido con justa causa? ¿Puede obligar un empleador a sus trabajadores a que se inoculen para no contagiar a sus compañeros?
Tal como publicó iprofesional, la normativa publicada en el Boletín Oficial el pasado 8 de abril, luego de una resolución en conjunto entre el Ministerio de Trabajo y de Salud, estipula que los trabajadores que forman parte de los grupos de riesgo o sean personal de salud y "opten por no vacunarse, deberán actuar de buena fe y llevar a cabo todo lo que esté a su alcance para paliar los perjuicios que su decisión pudiere originar a los empleadores o empleadoras".
En ningún lugar se hace referencia al resto del universo de los trabajadores. Y eso porque se trata de un plan de vacunación de carácter optativo.
En diálogo con ese medio, el abogado laboralista y ex Presidente de la Asociación de Abogados Laboralistas (AAL), Matías Cremonte, sostiene que "más allá de lo que uno pueda opinar sobre quienes no se vacunen teniendo la posibilidad de hacerlo, lo cierto es que no vacunarse es un derecho. Por ende, ninguna persona podría ser despedida de su trabajo o sancionada por ejercer ese derecho".
Según su interpretación, "la normativa establece que quienes opten por no vacunarse, 'deberán actuar de buena fe y llevar a cabo todo lo que esté a su alcance para paliar los perjuicios que su decisión pudieren originar'. Por ejemplo, si alguien no se vacuna por motivos religiosos, no puede ser acusado de obrar de mala fe. A lo sumo, si está a su alcance, podría proponer trabajar a distancia".
Cremonte asegura que "nadie puede ser obligado a vacunarse. Si el trabajador no vacunado se pone a disposición del empleador y es éste el que no quiere que vaya a trabajar, no puede haber ninguna consecuencia que lo perjudique, ni disciplinaria ni salarialmente. Él cumple con su obligación de poner su fuerza de trabajo a disposición de quien lo contrató".