La Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes (AFAC) emitió un comunicado donde denuncia el momento crítico que atraviesa el sector. Desde la entidad le exigen a la cadena de valor automotriz y a las autoridades que se tome consciencia de la gravedad en la que se encuentra el sector automotor argentino, en particular el autopartista.
En los últimos días, señalaron en el comunicado, "han trascendido casos de empresas proveedoras que han decidido cesar total o parcialmente las actividades industriales en la Argentina". En esta línea, manifestaron su preocupación y remarcaron que la crisis de la industria autopartista va más allá de la pandemia. Según AFAC, se trata de un problema estructural.
"Nos preocupa sobremanera que se interprete que ello es el mero resultado de la coyuntura generada por la pandemia del Covid-19. Cerrar actividades fabriles en el sector automotor requiere procesos de decisión que llevan muchos meses, y a veces años. Entre el año 2009 y la actualidad, han cerrado actividades productivas unas 47 empresas de la actividad autopartista, 17 de ellas en 2019 y lo que va de 2020", enfatizaron en el comunicado.
AFAC afirmó que “existen múltiples factores que han sido determinantes en la generación de este proceso de cierres”. Entre ellos, señaló que “la falta de estímulos y la inseguridad jurídica producida por el permanente cambio de las reglas de juego desincentivan los proyectos de inversión que se requieren para mantener una industria automotriz estructuralmente sólida y sustentable”.
También indicó la existencia de “altísima presión impositiva sobre etapas de producción en los tres niveles de gobierno”, y puso como ejemplo que “Ingresos Brutos grava autopartes locales y no lo hace con las importadas”.
Además, la Asociación de Fábricas Argentinas de Componentes afirmó que existen “derechos de exportación que desincentivan ventas externas de alto valor agregado local y que excluyen de su base imponible las autopartes importadas”.
Asimismo, subrayó el “avance de acuerdos de libre comercio automotor, con Brasil y la Unión Europea, y con reglas de origen insignificantes, sin que se haya siquiera empezado un trabajo profundo para mejorar la competitividad”.
AFAC aseguró que “estos factores generan pérdida de producción, empleo, inversiones, menos exportaciones, más importaciones y un mayor desequilibrio comercial”.
Radiografía del sector
Sin tener en cuenta los efectos de la pandemia, desde 2011 a diciembre de 2019 se perdieron 15 mil empleos directos en el autopartismo, cayendo todos los años con respecto al año anterior.
Si bien es un indicador agregado que no refiere al nivel de integración local, el ratio importaciones de autopartes por vehículo producido pasó de 13.000 US$ en 2009 a 18.500 US$ en 2019. En los últimos 10 años el déficit autopartista osciló entre 4 mil y los 8 mil millones de US4$, dependiendo de la cantidad de vehículos producidos.
Las exportaciones de autopartes, que eran 2.500 millones de dólares hace 10 años, cayeron a 1.500 en 2019, el 40% menos. "Nuestro país necesita de manera urgente revertir la situación de decadencia por la que atraviesa nuestro sector. La única salida será a través el crecimiento del agregado de valor a través de la inversión, generando empleo y el aumento de la productividad que haga posible la mejora de ingresos", explicaron.
Para dicho proceso de inversiones, resulta esencial el abordaje integral de las restricciones enunciadas de manera urgente. "No será viable insertarnos en las cadenas de valor de las nuevas tecnologías y la electromovilidad si persisten las mismas condiciones que nos llevaron a la situación actual. Debemos atender las circunstancias de la emergencia. Pero no debemos perder de vista las verdaderas causas que han llevado al actual proceso de decadencia de la actividad automotriz de la última década", concluyeron.