Ajustadas por dividendos, las acciones de AT&T cayeron más de un 36% desde el máximo de noviembre de 2019 hasta el mínimo de diciembre de 2021. Ante esta tendencia bajista de corto plazo, muchos inversores y analistas comenzaron a temer por el futuro de la compañía.
Sin embargo, la situación cambio desde que el mercado se dio cuenta del valor que ocultaban las acciones. En poco más de un mes, la cotización de AT&T creció un 21% y los especialistas del sector arrancaron a tomar posturas optimistas. Como el caso de Eric Luebchow, analista en Wells Fargo.
De acuerdo al experto, el riesgo a la baja de las acciones de este gigante de las telecomunicaciones es más limitado que meses atrás, principalmente por el negocio del 5G que apunta a crecer a partir de este 2022.
“Con acciones que cayeron un 11,9% en 2021, creemos que los riesgos a la baja son más limitados, particularmente con nuestra expectativa de fortaleza sostenida en su negocio inalámbrico principal que debería generar un crecimiento de ingresos por servicios líder en la industria en 2022”, sostuvo Luebchow.
La predicción del analista dicta que los ingresos por servicios inalámbricos de AT&T crecerán cerca de un 3,8% este año, una cifra superior a la estimada para la competencia como T-Mobile y Verizon.
Además, el desprendimiento de WarnerMedia para su posterior fusión con Discovery le sacará peso al núcleo principal de AT&T y esta podrá centrarse de lleno en el negocio base, lo que ordenaría parcialmente la situación financiera.
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De todas formas, a pesar de la mejora de la situación de AT&T, el analista de Wells Fargo sigue creyendo que aun hay algunas preocupaciones sobre la “sostenibilidad del rendimiento de adición neta a largo plazo”.
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