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Negocios
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22 Octubre de 2018 09.11

Frente a un mercado frenado donde la oferta no quiere moverse y la demanda espera que los precios bajen, el dólar se transformó en el gran protagonista del segmento de lujo. Los centros comerciales se reinventan.

Hasta marzo, el mercado inmobiliario se preparaba para ser uno de los sectores más ganadores del modelo Cambiemos, pero en pocos meses la devaluación del peso, el stand by de los créditos hipotecarios y la desaparición de los créditos intermedios alteraron los planes de los desarrolladores y los tenedores de dólares utilizan la moneda estadounidense como herramienta clave en la negociación. “Hoy volvemos a pensar en dólares” dispara Santiago Tarasido, Presidente de CRIBA. “La ilusión de volver a pensar en pesos ajustados duró poco. Aquellos proyectos con menos volatilidad y que hoy se ven beneficiados por el contexto, como todos los proyectos premium, vuelven a ser la alternativa más viable para los desarrolladores frente a un momento de volatilidad y complicación operativa. Lo cierto es que en este contexto, el mercado tiende a concentrarse, aquellos que transmitan seguridad y solvencia tomarán el liderazgo del sector”.

Sobre esta idea, Germán Tavella, broker inmobiliario, afirma “El mercado inmobiliario está totalmente dolarizado y sufre sus vaivenes. Por lo que lo que queda del año va a estar “wait and see”. A diferencia de otras crisis, ésta es más especulativa, ya que en general los inversores están muy líquidos y esperando ver cómo se acomodan los valores de plaza”.

Ante un mercado que se está moviendo frente a oportunidades concretas ya sea por buenos precios o por barrios con proyección, Rodrigo Fernández Prieto, CEO de Intelligent, describe: “En el segmento premium, especialmente Puerto Madero, el dólar alto generó un buen escenario de inversión por la baja del costo de la construcción en unidades en pozo. Hoy los inversores consiguen hasta un 25% de descuento en operaciones puntuales, lo cual hace atractivo al sector nuevamente, para anclar ahorros sin volatilidad, obtener una renta que vuelve a ser interesante por la baja del precio de inversión inicial y permitir además una apreciación del activo inmobiliario”.

Por su parte, Marcelo Buyo, Gerente General de Grupo Portland analiza: “El inversor es consciente que el mercado tardará como mínimo entre cuatro y cinco meses hasta que, eventualmente, pueda producirse un leve repunte de la actividad”.

Segmento Residencial: La hora de los temáticos

Los fanáticos de las motos en Argentina tienen su lugar en el mundo. Se trata de Camino Building diseñado con amenities exclusivos y extravagantes para los amantes de las motos. Cada unidad, tiene acceso a un ascensor especial para ingresar una moto al interior del departamento. “Buscamos que el comprador se identifique con el proyecto sintiendo que está adquiriendo algo único y personalizado. Interpretar cuáles son esas demandas y buscar plasmarlas en nuestros emprendimientos. Este tipo de desarrollos tienen gran potencial de crecimiento y estamos pensando en nuevos lanzamientos asociadas a marcas puntuales” destaca Hernán Nucifora, CEO de Global Investments.

En el caso urbano de Tigre se está finalizando la primera etapa de Venice, un emprendimiento urbanístico que por su ubicación, diseño y escala, ofrece lo mejor de la vida urbana en contacto con el río. La fase Las Rías próxima a entregarse, consta de 6 edificios multifamiliares que además de los tradicionales amenities, ofrece un plus vinculado con la naturaleza: un parque central, sector de fuegos, huerta, vivero, senderos aeróbicos, amarras y salida directa al río Lujan. “Por la coyuntura actual y la falta de acceso al crédito hipotecario, el usuario final o el inversor, privilegia proyectos residenciales premium que tengan un grado de avance considerable para poder resguardar y maximizar su inversión” analiza Héctor Condomiña, Gerente Comercial de Venice.

Los paseos comerciales como complemento de lo residencial

Las experiencias mutaron en los últimos años y los consumidores prefieren cada vez más los centros comerciales de cercanía a los shopping tradicionales. Por eso los desarrolladores que apuestan a este tipo de producto eligen zonas puntuales para proyectos que sean en la planta baja o a pocos metros. Un ejemplo es lo que ocurrió con el Palmera Olivos, Zencity en Puerto Madero y Solaria Parque Leloir, los cuales se transformaron en un epicentro de crecimiento e inversión. “El mercado inmobiliario de los centros comerciales sigue dando señales de actividad y la generación de espacios de compras y consumo denominados centros de cercanía están ganando lugares entre las preferencias de inversores como alternativa a la volatilidad financiera” explica Germán Tavella, Director Comercial del proyecto.

Los paseos de compra integrados a un desarrollo completan la oferta y promesa del lifestyle de la zona y de los proyectos inmobiliarios que se llevan adelante con el objetivo de transformar un barrio o consolidar un distrito. Hoy día es casi imposible pensar en diseñar una zona residencial o de oficinas por separado sin imaginarse un master plan que incorpore todos los productos inmobiliarios que satisfagan la necesidad de las personas que viven y trabajan en el lugar.

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