La reinvención: cómo es la revolución de los vehículos eléctricos

En 2019 se quebró la tendencia y los vehículos eléctricos (EV) demandaron más gigawatts de carga que todos los aparatos electrónicos de consumo masivo juntos, de los smartphones a los parlantes bluetooth. La batería de ion-litio (que tuvo su premio Nobel el año pasado) cambió mucho más de lo que pensamos. ¿Qué hay más allá?

LA REIVINDICACIÓN

El regalo de Navidad de Elon Musk fue la acción de Tesla superando los US$ 420, el número que él mismo había predicho un año antes y que a los gurúes del mercado les parecía un delirio. A fines de enero, ya había pasado los US$ 780. Con esta cotización, su empresa vale más que GM, Ford, Daimler y Hyundai, compañías que producen y facturan al menos 10 veces más que Tesla, que con solo 350.000 unidades en el año llegó a casi US$ 80.000 millones de market cap. Además de los autos, cuya última novedad es la pickup Cybertruck a prueba de balas, Tesla está desarrollando la tercera generación de sus PowerWalls, baterías de hogar para almacenar energía de techos solares. “Podría ser más grande, pero al menos será similar”, dijo recientemente Musk sobre la magnitud del negocio de generación y almacenamiento de energía respecto de los automóviles. Para ambos negocios, el componente crucial es la batería. El 26 de diciembre, Tesla patentó una nueva batería de ion-litio que extiende su vida útil de casi 500.000 millas en un Tesla Model 3 a un millón en total.

HISTORIA

Si bien el sistema de ion-litio fue patentado por ExxonMobil en los 70, la primera batería comercial recargable fue lanzada por Sony en 1991. La compañía japonesa necesitaba una fuente confiable para sus cámaras de video portátiles, y las pilas recargables fueron la solución. El desarrollo fue explosivo y, después de las cámaras, la tecnología ion-litio fue fundamental en el despegue de las laptops en los primeros 2000, y luego en el imperio de los smartphones. Alrededor de 2004, el fundador de Tesla, Martin Eberhard, montó 6.831 células recargables de ion-litio: la misma tecnología de las laptops para impulsar esta vez a un vehículo deportivo.

LAS NUEVAS FUENTES

IBM anunció recientemente que está desarrollando una batería libre de metales pesados (cobalto, plomo, litio), que toma sus componentes básicos del agua de mar (todavía son secretos), se carga en un 80% en menos de 5 minutos y posee una densidad energética similar al ion-litio. Para esto se asoció con Mercedes-Benz y espera dar novedades pronto.

Pero la mayor competencia para las baterías de ion-litio es el hidrógeno, la gran apuesta de China para la segunda generación de vehículos eléctricos (en un mercado que vende uno de cada dos EV en el mundo). Hyundai, Honda y Toyota tienen modelos comerciales que utilizan celdas de combustible cuyo único desperdicio es vapor de agua. Sodio-azufre, zinc-plata, ion-aluminio: la lista de alternativas es inmensa. Y la carrera por la batería más eficiente y menos contaminante no terminará pronto.

Los datos

1 millón de millas es la vida útil de la nueva batería de Tesla.

US$ 780 vale la acción de Tesla, más que GM, Daimler y Hyundai.

1991 Sony lanzó la primera batería recargable.

60% de los vehículos chinos serán eléctricos en 2035