La próxima ola: cómo se seguirá desarrollando el negocio de los influencers
Florencia Radici Forbes Staff
Florencia Radici Forbes Staff
Al frente de Be Influencers, una de las primeras agencias especializadas en trabajo con influencers, Juan Marenco define a los influencers como personas que surgen de las redes sociales, que crean comunidad y cuyo engagement es superior al promedio, independientemente de la plataforma y la cantidad de seguidores.
Dentro de los desafíos que cuenta sobre el trabajo con la industria está, primero, la relación con las empresas y la monetización. “Está bastante maduro, con un crecimiento exponencial durante la pandemia, y con una gran necesidad de aprender e investigar del lado de las marcas”, asegura Marenco, para quien el primer paso antes de desarrollar una estrategia es pensar en el porqué, la necesidad de la compañía, y entender y buscar objetivos reales.
“Un like no genera compra”, explica sobre la importancia de las métricas y la necesidad de que los análisis sean tanto cuali como cuantitativos. Desde analizar y entender los comentarios que reciben los influencers hasta cómo esa persona responde o interactúa con su comunidad.
Más allá de los influencers masivos, el desarrollo de los micro y nano influencers también es clave para la estrategia. “Estamos en una cultura de la influencia donde todo está mediatizado e influenciado”, explica. Estos influencers tienen una audiencia más intensa, que juega a favor del trabajo con las marcas. “Es una buena manera de entrar a nichos”, agrega.
“Siempre se subestimó el trabajo del influencer”, dice sobre las polémicas con respecto a cuánto cobran por su trabajo. “Crecen y tienen sus comunidades. Muchos no trabajan solos, tienen equipos. Y además está la tensión de que esto puede terminarse. Tanto a nivel personal por dejar de interesar como porque trabajan sobre plataformas que no son propias y sobre cuyo futuro no tienen control”.