La producción de leche alcanzará este año los 1.187.000 litros, cifra que será 4,52% inferior a la de 2019 pero además la más baja de los últimos diez años, con una pérdida de 33% en comparación con 2010, como consecuencia de la crisis que arrastra el sector de acuerdo con un estudio privado basado en datos oficiales. Del mismo modo, la producción de yogur llegará a las 357.025 toneladas, lo que significará una baja de 2% interanual, pero una caída del 27% en comparación con 2010.
El deterioro sectorial durante la última década en el rubro de la leche fluida marcará para este año una caída del 33% respecto de 2010, en tanto que, en el caso del yogur, la contracción proyectada alcanzará el 27%, indicó el análisis de la consultora Claves. El documento muestra la tendencia declinante registrada en el mercado lácteo argentino, desde 2010 a la fecha, con la excepción de un leve repunte registrado entre 2011 y 2012.
Considerando los valores de 2010, y en base a la actividad para el corriente año, las proyecciones dan cuenta que la elaboración de leche se reducirá en 593.000 litros en una década, en tanto que la retracción en materia de yogur alcanzará a 134.000 toneladas en el mismo periodo, precisó el informe.
En línea con estos datos de achicamiento del sector lácteo, fuentes del sector industrial confirmaron que desde el 2010 a la fecha el yogur perdió presencia en el 24% de los hogares del país, lo que significa que más de 3,2 millones de familias argentinas dejaron de consumir este alimento considerado esencial.
Por qué cayó el consumo de la leche y el yogur
La disminución en el nivel de ingresos de los hogares, sumada a las restricciones tanto en la oferta como en la demanda, explican la contracción que viene sufriendo el consumo de alimentos. Para el bimestre abril-mayo de este año, la caída general fue de 4,7% en el consumo de alimentos, según datos arrojados por la canasta que mide la consultora Nielsen, en comparación con el mismo período del año anterior.
Los resultados de la última Encuesta Nacional de Hogares realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), previo a la pandemia, confirmaron un desplome del 22,6% del gasto de consumo destinado a alimentos y bebidas no alcohólicas.
Esta misma encuesta arrojó que un 87,9% incluye en sus hábitos de consumo a la leche, y un 72,8% al yogur. Sin embargo, del porcentaje que consume leche sólo el 53,4% la compra al menos una vez por semana, proporción que cae al 38,8% en el caso del yogur.
La disminución en el consumo de productos lácteos encuentra un paralelismo al considerar la tendencia declinante del Producto Bruto Interno (PBI), que se redujo 13% durante la última década, puntualizó el reporte de Claves, al tiempo que señaló que en dicho período, hubo un crecimiento poblacional del país, según las estimaciones públicas y privadas, de más de 5 millones de habitantes.
En cifras concretas, mientras que en el 2010 la producción de leche alcanzaba 1.781.111 litros y la de yogur 490.834 toneladas, las proyecciones sectoriales dan cuenta que este año el nivel de elaboración alcanzará aproximadamente 1.187.000 litros de leche y 357.000 toneladas de yogur. La Argentina es un país cuya producción de lácteos se destina prácticamente en su totalidad al consumo interno.