Pochoclo, popcorn, palomitas de maíz, pururú, pipoca o pororó. Son varias formas de nombrar a la receta que surge del maíz pisingallo y que es muy consumido en las salas de cine mientras se disfruta de una película, pero también en su versión salada que acompaña a una picada o una cerveza con amigos. 

Cristóbal Koefoed fundó Marlom's en 1998, cuando tenía 19 años. Recién salido de la secundaria, apostó por traer al país una forma de preparación que se veía en las películas: el maíz pisingallo que viene en una bolsa especialmente diseñada, que se mete en el microondas y sale listo para consumir. Con ingenio y poca inversión, desarrolló la máquina para procesar el maíz y tuvo como su primer cliente a la cadena de alquiler de películas Blockbuster. En ese entonces, Marlom's se posicionó como una alternativa nacional a las marcas importadas que había en aquellos años, que se fueron del país tras la crisis de 2001. Luego de un tiempo, Koefoed decidió cambiar de rubro: se dedicó a la aviación, vendió la compañía a sus actuales dueños en 2012 y se mudó a los Estados Unidos. 

Bajo el mando de tres socios accionistas, Marlom's produce 400 toneladas de pochoclos para microondas (sin hacer doble turno) en su planta de 1.500 m2 en la localidad de Malvinas Argentinas. La planta, a la que llegaron hace seis años, demandó una inversión de $ 5 millones en 2015 y tiene 15 empleados. Allí, el proceso se basa en el envasado del maíz pisingallo y el principal insumo son las bolsitas, que se importan de Estados Unidos. 

Marlom's cuenta con 5 variedades: Manteca (salados), Manteca Suave, Natural, Dulce y Súper Dulce (su más reciente lanzamiento). "Es una empresa que tiene una penetración muy grande y fidelidad de consumidores. Somos la única empresa argentina que hace pochoclos para microondas", asegura Alejandro Dodds, gerente General de la compañía en la que trabaja desde 2005 e hizo el traspaso de know-how tras la venta. El ejecutivo asegura que una de las claves del crecimiento es que Marlom's logró encontrarle el sabor del paladar argentino. "En Argentina al pochoclo dulce le ponemos azúcar, el popcorn americano tira más a caramelo. Y el salado, se hace con manteca. En Estados Unidos, lo hacen con mantequilla, que tiene un sabor más parecido a la margarina", cuenta. 

Hoy, el 80% de las ventas de Marlom's es a través de cadenas de supermercados -tiene presencia en las grandes cadenas- y almacenes. El 20% restante se reparte entre el canal distribuidor, e-commerce -su propia web y PedidosYa, que es uno de los canales que tuvo mayor crecimiento en los últimos años- y farmacias y estaciones de servicio. Además, la compañía exporta el 15% del volumen total a Uruguay y Paraguay; y está en tratativas de desembarcar en Chile y Brasil. "El mercado se está empezando a abrir. El contexto de hace un año atrás, con un dólar tan atrasado, competitivamente no nos dejaba pensar en una expansión regional", detalla. Y añade: "Hoy está atrasado, no tanto. Pero hasta que no se acomode va a ser una barrera". 

Otro obstáculo que la compañía tuvo que sortear en los últimos años fue con respecto a sus insumos importados. En su caso, la bolsa: "Fue un año durísimo; cuando uno importa insumos que no tienen un sustituto a nivel nacional, realmente nos complicó la operación", asegura. Y añade: "En un momento intentamos fabricar las bolsitas acá con un proveedor, pero es imposible porque seríamos los únicos clientes y el costo de las máquinas no se amortizaría. Es un producto muy específico".

De cara a este año, Dodds dice que se muestran cautelosos en su proyección de facturación. Sobre todo, por cómo se viene mostrando el año para la compañía. "Entre enero y febrero, cuando el mercado pataleaba la caída de consumo, tuvimos récord de ventas versus el mismo mes del año anterior. Nunca habíamos tenido récord en verano, porque en general se consume más en invierno", cuenta. Hasta que en mayo y junio -dice- la situación se puso más en un semáforo amarillo. "Somos una empresa muy eficiente, con clientes sanos y que trata de, sin necesidad de tener un precio altísimo -su valor en góndola ronda los $ 1.600 en promedio-, ser rentables".  

Efecto pandemia y nuevos productos

La pandemia de Covid-19 fue un éxito de ventas para la compañía. En 2020, se vendieron cerca de 3 millones de paquetes de Marlom's, mientras que un año promedio ronda las 2 millones de unidades. "Como empresa, crecemos en volumen de ventas todos los años. Empezamos a movernos para ampliar nuestro target de consumidores", detalla. Y añade: "Hoy, los consumidores buscan novedades, están mirando qué hay de nuevo en las góndolas para probar". 

Además, sumaron un nuevo producto a su portfolio: Tortaza. Se trata de una premezcla de bizcochuelo para preparar en taza en el microondas, que es una apuesta de la compañía para ingresar en un mercado sumamente atomizado como el de las premezclas, con una propuesta más nutritiva y rica en fibras. 

¿Pochoclo dulce o salado? "La batalla la gana el dulce con el 60% del mercado a nivel país. Pero la realidad es que varía de provincia en provincia. Está muy peleado", admite Dodds. 

Disponible en sabores chocolate, vainilla y limón con yogur, Tortaza es el resultado de la innovación y el análisis de las tendencias en consumo. Su diferencial más importante es no contener harina de trigo, lo que lo convierte en un producto apto para celíacos. Para crear una premezcla atractiva, además de no utilizar harina de trigo, Tortaza está libre de sellos y rico en proteínas.

La receta para este año se basa en seguir sumando nuevos productos. Entre ellos, Dodds destaca nuevos sabores, maíz frito, pochoclo inflado ready to eat y no descarta incursionar en el rubro galletitas. "Queremos seguir teniendo presencia en los momentos de snack y para eso tenemos que seguir desarrollando productos e invirtiendo", asegura Dodds.