El anuncio de que Warner Bros estrenará en 2021 todas sus producciones de manera simultánea en cines y en streaming por HBO Max causó un fuerte impacto en la industria de los operadores de salas en los Estados Unidos. La posibilidad de que algunos tanques como Wonder Woman 1984 y Escuadrón Suicida 2 no tengan exclusividad cinematográfica fue un nuevo golpe para un sector que atraviesa uno de los peores años en su historia. Y esto se reflejó directamente en la cotización de sus acciones.
Los títulos de AMC Entertainment Holdings, el principal jugador en los Estados Unidos, cayeron un 15,9% y acumulan un desplome de más del 51% en lo que va del 2020. En sus últimos estados contables, reportó pérdidas por US$ 3.643 millones entre enero y septiembre y un descenso del 73% en su facturación.
Para morigerar los efectos del cierre total de sus salas (acumula más de 1.000 a nivel global) reestructuró su deuda, recibió una inyección financiera por US$ 300 millones, realizó acuerdos con acreedores y propietarios por más de US$ 1.000 millones y vendió activos por US$ 80 millones. Por caso, se desprendió de nueve cines en la región báltica (Letonia, Lituana y Estonia) en agosto pasado por US$ 77 millones.
AMC ya se había enfrentado a otro de los principales estudios de Hollywood en abril justamente ante la posibilidad de que realizara sus estrenos en simultáneo en salas y on demand. Luego de que Jeff Shell, CEO de NBCUniversal, asegurara estar analizando la viabilidad de este sistema tras la performance de Trolls World Tour, que se lanzó directo al hogar, el holding le respondió. AMC cree que con esta acción propuesta Universal está rompiendo el modelo de negocios y los acuerdos entre ambas empresas, sentenció Adam Aron, CEO y presidente de AMC en una carta pública.
A su vez, Aron determinó que, a partir de ese momento, la firma no volvería a tener ningún título de Universal en sus pantallas. Esta política se extiende a cualquiera que unilateralmente abandone las practicas actuales, advirtió.
Sin embargo, esto se transformó en una oportunidad para Cinemark Holdings para ganar espacio en el negocio. Actualmente, esta compañía es el tercer jugador en el mercado estadounidense con un 13% del share, superado por AMC y Regal con un 23% y 17% respectivamente. El grupo anunció un acuerdo con Universal Filmed Entertainment Group para estrenar de manera exclusiva sus largometrajes, aunque con algunas cláusulas.
De acuerdo al comunicado publicado por Cinemark, Universal tiene la potestad de estrenar de manera simultánea todas sus películas en ambos formatos en simultaneo. No obstante, la operadora de cines tendrá una exclusividad de al menos tres fines de semana completos, mientras que si el título recauda más de US$ 50 millones en su estreno, esto se extiende durante dos fines de semana más.
En lo que va del año las finanzas de Cinemark también se vieron afectadas y la firma tuvo que recurrir a despidos y otras herramientas para mantenerse en pie. Tras el anuncio de Warner de ayer, sus acciones cayeron un 23%. Sus ingresos se desplomaron un 76% en los primeros nueve meses del año, de US$ 2494 millones a US$ 588 millones, en tanto reportó perdidas por US$ 378,2 millones. En 2019, durante el mismo período, había ganado US$ 167 millones.