La transición empresarial representa un momento crítico para cualquier dueño de negocio. Sea por decisión voluntaria o forzada por circunstancias como una enfermedad o un conflicto societario, la salida de un empresario sin una preparación adecuada puede dar más que un dolor de cabeza. De hecho, se estima que solo el 30% de las empresas familiares logran pasar de los fundadores a la siguiente generación, y apenas el 12% sobrevive hasta una tercera generación.
A saber: el 84% de las pequeñas y medianas empresas (pymes) no cuenta con un plan documentado de transición. Esta falta de previsión no solo compromete la continuidad del negocio, sino que también expone el patrimonio de los empresarios, que mantienen entre el 80% y 90% de su riqueza inmovilizada en sus compañías. Los datos se desprenden de un informe reciente realizado por el consultor en negocios y especialista en Exit Planning Gustavo Schutt.
De acuerdo a un informe del Exit Planning Institute, el 50% de las transiciones empresariales son involuntarias. Situaciones como enfermedades, desacuerdos, desinterés o fallecimientos pueden desencadenar decisiones precipitadas que generan una pérdida significativa del valor del negocio, especialmente cuando no existe un plan estructurado. "La mayoría de los dueños no está preparada para las transiciones inesperadas. Es como navegar sin brújula: los riesgos son enormes y las consecuencias, devastadoras para el dueño, la compañía y su entorno", destaca Schutt, también autor del libro La reinvención del dueño (editorial Temas).
En la Argentina, se estima que existen unas 500.000 micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes). De hecho, el Censo Nacional de 2021 registró 532.000, lo que equivalía en ese momento al 99,3% del total de las empresas empleadoras en el país.
En línea, la paradoja de la planificación empresarial reveló una realidad preocupante, según el relevamiento: mientras el 91% de los dueños de pymes reconoció la importancia de un plan de transición, solo el 16% lo documentó. Más aún, el 60% no inició ninguna planificación y el 77% omitió procesos importantes como incremento de valor o auditorías previas en los últimos dos años.
Esta falta de previsión no solo limita las opciones estratégicas, sino que compromete la capacidad de los empresarios de capitalizar el valor acumulado durante años de trabajo y esfuerzo. "Tener nuestras empresas siempre listas y preparadas como para venderlas es una excelente práctica; esto incluso servirá para que, si llegamos a tener un ofrecimiento de compra inesperado, no se caiga y poder aprovecharlo si es que el o los dueños quieren eso", detalló Schutt oportunamente en un entrevista brindada a este medio.
Asimsimo, el informe también destaca que, aunque los contadores y abogados son los principales asesores consultados por las pymes, un 37% de los empresarios del sector no considera el tema de la transición y solo el 15% mide regularmente el valor de su compañía.
"Las transiciones empresariales no son una opción, son una certeza que debe enfrentarse con planificación y estrategia, pero su impacto puede ser positivo si se trabajan de manera proactiva. No se trata solo de planificar para vender; se trata de garantizar que la empresa trascienda y continúe generando valor", comparte Schutt.
El informe subraya desafíos particulares en compañías familiares, que representan el 62% de las encuestadas. En el 30% de los casos, los dueños indican que ningún miembro familiar está preparado para asumir roles clave, y un 24% de las familias nunca ha discutido la continuidad del negocio.
"He conocido familias empresarias que nunca hablaron sobre la sucesión hasta el momento en que los fundadores estaban listos para retirarse, y solo entonces descubrieron que los hijos o sucesores no querían asumir la propiedad. Así como las nuevas generaciones a menudo rechazan los muebles antiguos o las colecciones de sus padres, muchos también están optando por no heredar las empresas familiares. O situaciones más complejas como tres socios fundadores y los tres con hijos pero por diversos motivos solo los hijos de uno de ellos trabajan en la empresa y quisieran continuar. El mayor problema es que estos temas se abordan cuando ya se está pensando en 'cómo salir'", destacó Schutt.
El estudio, realizado entre octubre y noviembre de 2024, recopiló la visión de 224 dueños de empresas, en su mayoría argentinas, con la participación adicional de empresarios de otros países de América Latina y España. El 62% pertenece a empresas familiares, de las cuales el 66% son controladas por la familia. En términos de facturación, el 46% de las empresas reporta ingresos anuales inferiores a los US$ 5 millones.