Cuando tenía 21 años, Juan Pablo Lafosse fundó Asatej, que supo ser la agencia de viajes líder en turismo estudiantil en la década del 90. Tras la venta a un fondo de inversión en 2002, Lafosse -quien entre 2009 y 2013 se desempeñó como director comercial de Aerolíneas Argentinas- volvió a la empresa cuando el grupo español Iberostar compró la compañía y lo convocó como CEO en 2013. Desde esa posición, encaró todo el relanzamiento como Almundo, entre 2014 y 2015. A fines de 2019, el gigante brasileño de viajes CVC Corp. completó la compra de la compañía -que ya era la segunda mayor agencia del país- por unos US$ 77 millones, según trascendió en los medios.
Me desprendí 100% de la compañía y acordé con los nuevos dueños una etapa de transición. Con todo lo que provocó la pandemia, quise irme dejando todo lo más ordenado posible con lo complejo que era ese momento, describe Lafosse sobre su salida, en octubre del año pasado.
Pese a que ya había tenido idas y vueltas y transacciones, la salida tuvo un componente emocional fuerte. Creo que fue un buen momento, dejé un buen equipo, y las personas tenemos que evolucionar, se entusiasma. Ahora, dice, se encuentra en una etapa de reinvención. Siento que es un momento muy particular en el mundo y en la región, y poder ser un protagonista de la transformación ayudando a los emprendedores en un propósito en sí mismo, más allá de cómo siga mi futuro. En los próximos años, quiero dedicarle mucho tiempo a Newtopia, asegura.
En esta nueva aventura, se armó un dream team junto con Patricio Jutard (cofundador y CTO de la startup MURAL), Mariano Mayer (fundador de la consultora de innovación Marea Venture Partners y con amplia experiencia en el sector público argentino), Sacha Spitz (cofundador y partner de la aceleradora Yavu Ventures, y cofundador y director de la Incubadora de la Universidad de San Andrés) y Jorge Aguado (exsecretario de Ciencia, Tecnología e Innovación de la Nación, responsable del desarrollo de startups provenientes de I+D y exdirector general de Tecnología Educativa de la CABA).
Nuestro foco es ser un fondo de emprendedores para emprendedores. Todos estamos involucrados en el ecosistema: fuimos mentores, emprendedores, inversores, y algunos pasamos por la función pública. De distintas formas tenemos un entendimiento de las problemáticas y necesidades de los emprendedores, dice. Para eso, cuenta con un fondo inicial de US$ 50 millones que tiene un board conformado por 70 de los nombres más pesados del ecosistema emprendedor, como Marcos Galperin (fundador de MercadoLibre), Martín Migoya (Globant), Facundo Garretón (InvertirOnline), Emiliano Kargieman (Satellogic), Agustina Fainguersch (Wolox), Federico Trucco (Bioceres) o Matías Woloski (Auth0), entre otros.
¿Qué significa volver a empezar un proyecto desde cero?
Juan Pablo Lafosse: Es alucinante. No podría haber un mejor contexto. La pandemia generó un montón de oportunidades. Las compañías más tradicionales perdieron relevancia y las startups que apuestan a nuevos modelos disruptivos están ganando relevancia. Es el mejor momento de la historia de la humanidad para emprender y para generar un impacto relevante de la realidad. Y estar en el centro de ese movimiento me apasiona.
¿Cómo surgió la idea de comenzar este proyecto juntos?
JPL: Hace un año, en medio de la pandemia, empezamos a analizar el entorno y la coyuntura, y con todo lo que significa la transformación y la aceleración digital y cómo podía ser esto una oportunidad para nuevas compañías en América Latina para generar un impacto social. Si bien hay grandes compañías digitales y de tecnología en la región, hay muchísimo espacio para avanzar. América Latina sigue siendo una región con problemas estructurales de fondo y creemos que el rol de los emprendedores es atacar esos problemas y convertirse en un factor de cambio.
Hay un boom de inversiones de venture capital que se está dando en el mundo. Pero, especialmente en América Latina, teniendo en cuenta los enormes gaps de mejora en la mayor parte de las áreas, vemos la oportunidad para unir el impacto con el retorno. Esto es: cómo mejorar y transformar la región y al mismo tiempo con la posibilidad de generar retornos muy relevantes para los inversores.
¿Y cuál es el diferencial que aporta Newtopia a un segmento que está en franco crecimiento?
Sacha Spitz: Nace como un VC early stage hands on. Este primer fondo es de US$ 50 millones para invertir en 100 compañías a lo largo de toda Latinoamérica. La clave es toda esa parte de hands on, que tiene algo de romanticismo con el emprendedor, que está recién comenzando, atravesando ese valle de la muerte, pero sabemos que es donde más ayuda necesitan. Y es además donde hay más retorno para los inversores que se meten temprano. Este modelo nos permite invertir US$ 100.000 en etapas tempranas y además brindarles el 10W Program.
¿Y cómo es el programa de acompañamiento?
SS: Es un programa de 10 semanas donde hay mentoría estratégica con nuestros advisors, office hours con partners y worshops dictados por los mejores emprendedores con contenido teórico y práctico. La idea es darles herramientas, no una clase teórica. No es inspiracional, sino que viene con herramientas de trabajo concretas. Todo hecho por emprendedores que ya estuvieron ahí, que ya lanzaron una compañía, la hicieron crecer, tuvieron un IPO o exit y que convirtieron a sus empresas en unicornios. Queremos volcar toda esa experiencia. Está pensado para ayudar a los emprendedores pre seed a encontrar product market fit, para poder después levantar una ronda de financiamiento que los ayuda a escalar.
¿En qué perfil de startups les interesa invertir?
SS: Buscamos startups de base tecnológica con alto grado de innovación y que tengan modelos de negocio que estén preparados para escalar de manera regional o global. Es decir, que los emprendedores estén buscando resolver problemas o satisfacer necesidades de manera regional o global. Somos agnósticos en cuanto a industria, buscamos startups que provengan de fintech, salud, educación, energía, social commerce, retail 4.0, el futuro del trabajo y demás. Sentimos que las oportunidades hoy están en todos esos verticales.
Jorge Aguado: Buscamos startups que tengan un potencial de impacto muy alto. Y eso significa que estén basadas en tecnología pero que estén basadas en conocimientos. Creemos que esa es la ventaja competitiva que puede hacer que cualquiera de las startups en las que invirtamos tengan el éxito en la región, pero también a nivel global.
A diferencia de lo que pasaba hace unos años, cuando el financiamiento era una barrera para los emprendedores, hoy hay más alternativas. ¿Cómo ven eso?
SS: Sí, el ecosistema latinoamericano está alcanzando cierto punto de madurez, a diferencia de años anteriores, donde era muy difícil conseguir capital. Hoy por hoy, para los buenos emprendimientos, te diría casi que sobra capital. Pero los fondos se han ido cada vez más arriba, de seed o Serie A en adelante. Se están concentrando mucho en Serie A y B, y falta una propuesta de valor robusta para emprendedores en etapa temprana. Luego, acompañarlos en rondas seed (tickets entre US$ 250.000 y US$ 1 millón).
JPL: En la región hay fondos muy grandes, muy relevantes, como Softbank, Sequoia, Anderseen Horowitz o Kaszek, pero nosotros queremos enfocarnos en estadios iniciales. Tenemos un rol muy relevante y un gran diferencial: somos emprendedores ayudando a emprendedores en las etapas más difíciles. Nosotros vamos a alimentar a los Kaszek o a los Sequoia. Hay un nivel de deal flow y oportunidades increíbles. El talento de los emprendedores latinoamericanos es destacable. Hay muchos referentes globales destacando a América Latina como el continente del conocimiento digital y que en gran medida también será una fuente de exportaciones. Es empleo de la región a todo el mundo, tiene que ser un hub de desarrollo para el mundo. Es la clave para el desarrollo y la transformación del continente.
¿Y puntualmente en Argentina?
SS: Hay una revolución de talento y creatividad en toda la región, y la verdad es que, si analizamos las compañías y cómo desde hace ya 20 años vienen creciendo las distintas camadas de empresas tecnológicas que se han convertido en regionales o globales, Argentina fue de las pioneras en ese aspecto. Y eso sirvió también para que emprendedores se fueran inspirando, tomando modelos a seguir y convenciéndose de que se puede pensar en grande hacia la región y hacia el mundo.
Hoy pensar en el mundo como mercado es un must?
JPL: Sí, hoy cuando uno analiza el mercado lo que sobresalen son las tremendas oportunidades. Está todo por florecer. Porque además, con la pandemia, lo que se profundizó es que ahora realmente el mercado es el mundo. Está el talento y está el capital, por eso en los últimos 18 meses hubo récords de unicornios, de nuevas compañías y desembolsos. Vemos cada vez más los resultados de esta conjunción tan positiva de factores.
¿Ya tienen emprendedores en vista?
SS: Desde antes de lanzar el fondo, nos llegaron más de 200 compañías recomendadas por la comunidad. Y decidimos, aun sin haber lanzado el fondo, ya empezar a invertir. Así que ya tenemos 10 startups de México, Brasil y Argentina, como ForMe (comercio social), Wibson (e-privacidad), Wibond (fintech y pagos), Aleph (B2B SaaS para e-commerce), Apperto (comercio social), Choiz (healthtech), Inipay (fintech), Leef (sustentabilidad) y Yerbo (bienestar mental). Ahora estamos en búsqueda y estamos en open call para que se acerquen emprendedores con sus propuestas.
¿Y cómo se hace para detectar a esos emprendedores? Más allá de la idea concreta, pensando también en la parte humana y en la resiliencia necesaria para llevar adelante un negocio...
SS: Es difícil explicarlo sin caer en cliché, pero el equipo es todo. La idea es algo que puede mutar, pero tiene que haber fit entre ellos y nosotros. La parte humana es súper necesaria, y por eso buscamos founders excepcionales, que puedan demostrar capacidad de ejecución y que piensen en grande.
¿Quiénes aportan los fondos?
JPL: Focalizamos en que los inversores sean los emprendedores de la región. Nos enfocamos en que los emprendedores que ya han tenido algún exit o tuvieron la capacidad de hacer crecer sus compañías sean justamente los que inviertan y se convierten en mentores. Logramos convocar a muchísimos emprendedores y estamos muy orgullosos de contar con ellos. Hoy estamos también empezando a hablar con fondos institucionales, algunos que no son de la región pero que tienen interés en invertir y ven en Newtopia una buena herramienta para entrar en el continente.
¿Y ya tienen definido qué le sigue a este primer fondo?
JPL: La verdad es que estamos viendo de acá a tres o cuatro años, y ya habiendo invertido en esas 100 compañías, un segundo fondo, que seguramente va a tener un tamaño mucho más grande. Pero eso lo veremos más adelante.
Y de sus aprendizajes, ¿cuáles son los consejos o el apoyo más importante que necesitan los emprendedores?
JPL: Es fundamental ayudarlos a construir una marca, un equipo, comunicar, crecer y pensar en grande. También esas etapas tempranas son muy difíciles y tenemos que ayudarlos a atravesar los momentos difíciles. Saber atravesar los momentos difíciles en gran medida hace la diferencia entre las compañías. Te permiten no solo sobrevivir, sino aprender. Y también es muy clave cómo ser exitosos en nuevos mercados. Y ahí todo el background de nuestros advisors y de la comunidad aporta mucho valor.
¿Cómo ves a la Argentina, al sector empresario, y cómo puede impactar todo esto en la economía del país y de la región?
JPL: El sector empresario en algún punto está muy preocupado y quizás es pesimista sobre el futuro. El sector emprendedor está mirando al mundo como su mercado. Están pensando en atacar los problemas, que quizás a las empresas tradicionales les cuesta resolver. En general están más allá de los problemas coyunturales de Argentina o de cada país latinoamericano que muchas veces generan trabas en su desarrollo. Los emprendedores son optimistas porque tienen una visión del mundo, no piensan en la traba cambiaria o regulatoria, sino en cómo atacar el mercado global. Hay un mindset diferente.