¿Cuánto más grande creés que podría ser el negocio en el país?
En 2017 o 2018, México era la mitad de Argentina y hoy es el doble. Tiene una particularidad: por esos años entró Amazon y eso nos obligó a hacer muchas más inversiones que hicieron crecer la torta. Los últimos años, Argentina quedó relegado. La coyuntura ralentiza el proceso de crecimiento: temas sindicales, inestabilidad de reglas y falta de players internacionales. En el resto de los países competimos con empresas asiáticas -que son buenos y agresivos-, players locales y Amazon. Nada de eso ocurre en Argentina.
¿Te preocupa más Amazon o las empresas chinas?
Amazon nos preocupó mucho durante un tiempo. En Brasil, está hace 10 años y hoy es el quinto jugador. En México es el segundo player, nosotros somos más grandes. Pero ha dejado de ser la principal preocupación en términos de competidores. Las empresas asiáticas son más importantes. Entran muy agresivos, con productos baratos y envíos gratuitos.
En Argentina tenés otras preocupaciones. ¿Cómo imaginás o soñás el futuro del negocio?
Argentina se ve marcada por la coyuntura económica. Lamentablemente, invertimos menos que en otros países. Este año está cayendo el mercado, cuando en otros países crece entre 30% y 35%. En Argentina cae un poco menos que la economía, pero cae. No solo en valores absolutos, sino el tipo de producto que se vende, la forma de pago, y hay más financiamiento. Cambió un poco el mix de compras: más supermercado y menos electrónica. Pero nos preparamos y trabajamos para una Argentina más normal.
¿Cómo convencés al board de que es el momento de Argentina?
Mi rol es tratar de llevar pragmatismo y realidad. Esto pasa en muchas compañías, hay inversiones que hasta que no se dan las condiciones no se producen. Tenemos tantas oportunidades en otros países que intentar hacer algo en Argentina no parece ser el mejor momento. En el board hay argentinos que conocen la dinámica. Pero somos optimistas. Cumplimos 25 años, pasamos varios gobiernos y crisis, tenemos la vocación y hacemos todo para que Argentina se encamine al desarrollo.
¿Tenés una regla de oro como CEO?
Confiar en los equipos y darles oportunidades. Yo soy un ejemplo de desarrollo, no empecé con esta posición hace 25 años. He ido saltando de roles y cuando uno hace las cosas bien, con consistencia, compromiso y ganas, todo se va dando. Hay que dar oportunidades. Cuando las compañías crecen y les va bien es más fácil hacerlo.