Un 14 de agosto, pero de 1986, el día de su cumpleaños, Roberto Méndez inauguraba en Avellaneda (al sur del Gran Buenos Aires) una gomería que, sin intuirlo, sería la primera sucursal de Neumen, la actual cadena de 37 tiendas especializadas en venta de neumáticos y servicios integrales para el automotor. Treinta y cinco años después y con 78 años, Méndez no tiene planes de retiro e invirtió más de US$ 5 millones para sumar cinco locales más y seguir expandiéndose por el país.
Los comienzos de la historia de Neumen podrían titularse como "No hay mal que por bien no venga". El primero tuvo que ver con que lo hayan echado a Méndez de la empresa Cincotta, donde era vendedor y, según confiesa con modestia, muy bueno. Sin embargo, una pelea con el hermano de uno de los dueños le valió el despido.
Pero, pero con conocimientos y contactos, Méndez decidió emprender por su cuenta, con un equipo de 5 vendedores recorriendo los barrios empezó a vender cámaras y protectores de camiones. A los seis meses lo llamaron de Cincotta porque lo querían otra vez en el equipo, pero rechazó la oferta; él ya estaba abriendo su primer local con un claro diferencial: la profesionalización para brindar un servicio de calidad a los clientes.
El segundo "No hay mal que por bien no venga" fue en 1988, cuando la empresa de neumáticos Firestone rechazó la oferta de Méndez para convertirse en distribuidor de la marca. “No hubo forma de que me abran las puertas, pero sí lo hizo Pirelli, que en ese entonces no me seducía demasiado. Pero tuve suerte porque hoy Pirelli es indiscutiblemente el mayor distribuidor de neumáticos del país y una empresa de primera línea”, cuenta.
Pero no solo contó con el respaldo de una marca como Pirelli, sino que, además, las condiciones que le impusieron lo terminaron beneficiando ya que, a pesar de que Neumen se especializaba en camiones, solo le permitieron vender cubiertas para autos.
Aceptó el desafío y sumó una unidad más de negocios a su firma. Al poco tiempo Pirelli accedió al pedido inicial de Méndez y le empezó también a vender cubiertas para camiones. “Les compraba mucho más de lo que ellos habían proyectado en función de su cliente estrella que le pedía 1000 neumáticos; una cantidad que yo ya vendía. Así fue que para 1990 Neumen se convirtió en el cliente número uno de Pirelli”, recuerda el empresario que hoy comercializa neumáticos para camiones y autos, pero también para utilitarios, vehículos industriales y tractores.
Los 35 años de Neumen no transcurrieron sin sobresaltos; los tuvo de todo tipo, desde la hiperinflación, el corralito, la crisis del campo hasta la actual pandemia que, en su caso, lo tuvo cerrado durante los primeros 15 días del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) hasta que su actividad quedó del lado de los esenciales. Sin embargo, de cada crisis, remarca, siempre salió fortalecido.
“La clave fue que nunca tuve miedo porque en épocas de crisis, por temor, el mundo se retrae y nosotros hacemos lo contrario, es cuando más invertimos y avanzamos aprovechando el mercado que los competidores liberan. Además, siempre hice economía de guerra; yo vivo exactamente igual que cuando era vendedor de calle o cuando tenía algunas pocas sucursales. Todo lo que gané se reinvirtió en la empresa. La realidad es que de cubiertas nunca supe nada, pero sé manejar a vendedores y supe salir a ofrecer planes de financiación que otros no se animaban a otorgar para ganar mercado”, explica.
En 2002, con el país inmerso es una de sus peores crisis económicas, Neumen ya era una cadena con más de 20 sucursales distribuidas entre la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano. Siempre expandiéndose con locales propios, Neumen emplea a 450 personas entre sus 37 puntos de venta en AMBA, Mar del Plata, Córdoba, Salta, Tucumán, Junín, Tandil, Necochea.
Con una inversión de más de US$ 5 millones, para fin de año planifica cinco nuevas aperturas y cuatro ya están confirmadas para Escobar, Nordelta, San Fernando y Carlos Paz. Las franquicias, cuenta, nunca fueron una opción: si la caja de la empresa se lo permite prefiere abrir locales propios y si no puede prefiere esperar mejores condiciones, pero la marca, dice, la cuida él y no quiere ponerla en riesgo.
Aunque hoy su hijo mayor Gabriel y su esposa Rosana lo acompañan con algunas tareas en la empresa, Méndez nunca quiso tener socios. “Si hubiera tenido socios esto no sería lo que es porque lamentablemente no tengo un carácter acorde, no sirvo para rendir cuentas. Hago locuras que seguramente si tuviera un socio no las podría hacer”, reflexiona.
Aunque no hubo sociedad, sí tuvo y tiene alianzas con otras empresas que lo acompañan en el negocio. Pirelli fue la primera y aun lo acompaña, pero también, la marca de lubricantes Total, la empresa de amortiguadores Fric-Rot, la de Filtros Mann y recientemente la marca Baterías Mateo.
“Y en esta aventura no puedo dejar de destacar el trabajo de los colaboradores que me acompañan, algunos desde el inicio. A mí no me gusta hablar de empleados, acá yo tengo 450 amigos y un equipo maravilloso del cual me siento totalmente orgulloso. Por primera vez en mi vida ahora me voy a tomar 25 días de vacaciones y me voy con una tranquilidad enorme, tengo totalmente en claro que no me necesitan; que la empresa va a seguir funcionando, incluso quizás mejor”, remarca el empresario, quien, para las nuevas sucursales, estará empleando a 50 colaboradores más.
Además Méndez es dueño de John Car Equip Men, una empresa que fundó hace 15 años para importar y comercializar equipos y herramientas para talleres mecánicos, pero que además le permiten a Neumen ser pionera de las últimas tecnologías de, solo por dar un ejemplo, las alineadoras o balanceadoras de la marca John Bean a quien representa en la Argentina, Paraguay, Uruguay y Bolivia.
No es raro imaginar una gomería con paredes empapeladas de calendarios con fotos de mujeres desnudas. Méndez reconoce que el sector es tradicionalmente machista, pero él decidió diferenciarse de sus pares, dijo basta a las imágenes sexistas y fue incorporando mujeres a la empresa; no solo porque es padre de una niña de 12 años, sino porque reconoce que son buenas para el negocio. Aunque aún son minoría, en Neumen trabajan 30 mujeres, pero cinco son gerentes de sucursal. “Y voy a seguir incorporando más porque evidentemente estábamos equivocados; donde están las mujeres el negocio resulta más eficiente. Las cinco sucursales que están lideradas por mujeres tiene un rendimiento 70% superior que las lideradas por hombres. Por lo tanto mi plan es seguir sumando mujeres a todas las áreas”, detalla.
En el último mes, cuenta Méndez, facturó $ 867 millones; una cifra que define como “inexistente” en el mercado. “Sin embargo, yo nunca trabajé por la plata y eso lo prueba la inversión que estoy haciendo para las cinco nuevas aperturas. Para amortizar la inversión (compré cuatro propiedades que vamos a demoler para volver a construir) van a pasar 30 años. Es decir, yo no lo voy a ver.”
¿Tiene planes de retiro? Sonriendo, emocionado, dijo que nunca. “No voy a parar de venir hasta el último día de mi vida. Esto es lo que me gusta y apasiona. Neumen es un hijo más”, cierra.