La pelea entre empresas financieras y bancos contra las provincias por impuestos y retenciones anticipadas, como es el caso de Ingresos Brutos, es cada vez más fuerte. Luego de que todo el sector se pusiera de acuerdo para criticar a determinados gobernados, siendo el caso emblemático Maximiliano Pullaro de Santa Fe, algunos políticos comienzan a contraatacar y es el propio Pullaro quien encabeza las respuestas.
"En Santa Fe estamos en contra de los que venden en negro y hacen la bicicleta financiera; acá no hay suba de impuestos", indicó Pullaro en la capital de la provincia que gobierna.Y agregó al respecto: "Lo que hace la Provincia de Santa Fe es cobrar impuesto a operaciones que se hacían en negro. No estamos aumentando ninguna alícuota. No intenten mentirle a la República Argentina: en la provincia de Santa Fe no va a haber operaciones en negro; se va a recaudar y se va a proteger a los que pagan los impuestos. Y si le molesta a Marcos Galperin, si le molesta a Mercado Libre, lo siento".
La respuesta viene tras un comunicado emitido por Mercado Libre el pasado lunes que se titula "Basta de Ingresos Brutos". "La reciente suba del impuesto sobre los Ingresos Brutos (IIBB) en Santa Fe y otras provincias afecta a consumidores y PyMEs, encareciendo productos y servicios y poniendo en riesgo miles de negocios que sostienen la economía local", afirma el texto. Y continúa: "Este impuesto es injusto: grava el total facturado, no las ganancias, y genera un efecto cascada que aumenta los precios. Además, su gestión impone costos administrativos innecesarios que frenan el crecimiento de los comercios. En lugar de avanzar hacia un sistema impositivo más simple y justo, estas medidas perjudican a quienes producen, comercian y consumen. Desde Mercado Libre creemos que es hora de reducir la carga impositiva y priorizar a las familias, PyMEs y productores para impulsar el desarrollo económico".
Las supuestas operaciones en negro de Mercado Libre
Si bien el sector financiero asegura que todas las provincias tienen impuestos distorsivos elevados, Santa Fe fue la más criticada por aumentar Ingresos Brutos en su Presupuesto 2025 del 5% al 9%. De ahí los comunicados de empresas como Mercado Libre y Ualá y entidades como las cámaras bancarias y ATACYC, la Cámara de Tarjetas de Crédito y Compra.
Al ver la repercusión, tanto la provincia de Santa Fe como Pullaro en su discurso afirmaron en distintos espacios que descubrieron que solo en Mercado Libre detectaron 40.000 operaciones "en negro" durante diciembre. "Son transacciones que le quitan trabajo al comercio santafesino formal. Desde la Administración Tributaria Provincial monitoreamos constantemente estas prácticas, porque representan una competencia desleal con quienes cumplen sus obligaciones y sostienen el empleo", dijo el ministro de Economía de Santa Fe, Pablo Olivares.
Desde Mercado Libre respondieron a esto con un comunicado en donde afirman que las declaraciones del gobernador son "difamaciones para intentar acallar un reclamo genuino". "Desestimamos todas las acusaciones. Mercado Libre cumple con sus obligaciones impositivas y es agente de recepción y percepción de las transacciones vinculadas con sus usuarios. Además, es falso y dañino asociar a las fintech con el crimen o el lavado de activos", destaca el comunicado que fue compartido por directivos de Mercado Libre como Jacobo Cohen Imach.
Forbes consultó con fuentes del sector para obtener más detalles sobre estas transacciones pero los consultados indicaron que "nadie entiende de dónde sale ese número". "Pregunté para saber a qué se refería con las 40 mil transacciones en negro y no supieron responderme. Imaginé que eran las transacciones donde se dice 'pásame el alias' pero no es eso", señaló un fuente relacionada al sector de pagos argentinos a este medio.
Qué hay detrás del aumento de ingresos brutos en las provincias
Con el surgimiento de métodos de pago digitales, se establecieron distintos impuestos y retenciones que incluyen regímenes anticipados. Algunos de ellos son nacionales, otros provinciales y también existen los locales. Esta situación se repite en todo el mundo pero hay países que establecen porcentajes más pequeños para incentivar el uso del dinero digital. No es el caso de la Argentina, que cuenta con los porcentajes más altos de la región.
"Las retenciones tributarias pueden ser entendidas como un mecanismo que diversos gobiernos utilizan para asegurar la recaudación de impuestos de manera anticipada a través del sistema de pagos. El caso de América Latina es paradigmático ya que pueden ser mecanismos relevantes para asegurar la fiscalidad de varios de nuestros países. Algunos ejemplos de ello pueden encontrarse en Argentina, Colombia, Uruguay, Paraguay o Costa Rica", destaca Gonzalo Plecity, director de asuntos públicos para Latam de Mastercard en un texto que publicó sobre el tema llamado: "Las retenciones tributarias y su impacto en la aceptación de pagos digitales. El desafío de nivelar la cancha en América Latina".
En el texto, Plecity también destaca que "si bien a lo largo del tiempo estas retenciones se han vuelto cada vez más relevantes para los países de la región, también han tenido un efecto no deseado relacionado al costo de aceptación que los comercios perciben a la hora de aceptar un medio de pago como las tarjetas". "Este impacto puede ser significativo, sobre todo en pequeños comercios, y merece una atención particular, especialmente cuando se compara con otros medios de pagos digitales y el uso efectivo", advierte al respecto.
La situación en la Argentina
Quienes estudian los temas impositivos explican que la Argentina avanzó durante los últimos años en el proceso de digitalización e inclusión financiera aún cuando la carga fiscal atenta contra la formalización de la economía. Mientras un pago en efectivo, popularmente llamado "en negro" porque es más difícil de rastrear para cobrar la retención o el impuesto, tiene una carga del 0%, aquellos hechos con tarjetas tienen una presión impositiva elevada.
Hasta 2024 la carga tributaria, entre retenciones e impuestos indirectos, representaba un importe extra del 10.2% del costo de aceptar un medio de pago digital. En 2025, esa brecha se ha reducido pero continúa representando hasta un 75% del costo al comercio (Es decir: por cada peso que tiene de gasto un comercio por aceptar el pago con tarjeta de crédito, 75% son impuestos o retenciones). Adicionalmente al comercio, el consumidor también es deudor de un impuesto indirecto al pagar digitalmente de aproximadamente 1,2%, en concepto de Impuesto al Sello, a la respectiva jurisdicción local sobre su resumen de tarjeta de crédito.
La baja entre 2024 y 2025 se debe a que el Poder Ejecutivo eliminó la Retención sobre IVA y Ganancias, lo que impulsaba un terreno de juego desnivelado entre distintos medios de pagos electrónicos. Esto representó un descenso de hasta el 4%, lo que generó que la Argentina deje de ser el país de la región con mayor cantidad de retenciones sobre estos pagos e iguale a países como Uruguay.
Sin embargo, el caso de Uruguay es distinto y así lo remarca Plecity en su texto: "Ha sido un país que ha estado a la vanguardia regulatoria, principalmente guiado por un regulador financiero muy capacitado a nivel técnico, en términos de generación de incentivos para la promoción de pagos digitales, como la devolución de IVA sobre la compra con tarjetas, que hoy es del 2%. Un incentivo claro al consumidor para promover la demanda de este medio de pago y generar incentivos para evitar el uso de efectivo".
Volviendo a la Argentina, hasta 2024, en el peor de los casos, la carga tributaria asociada llegaba a 10,2%. De ahí el famoso "descuento de 10% por pago en efectivo" que se popularizó entre los comerciantes. De todas formas, aún quedan pendientes algunas cuestiones, como el impuesto al cheque, y el régimen de retenciones en las provincias que sigue siendo muy regresivo, como apuntaron en estos días Marcos Galperín, Pierpaolo Barbieri y Sebastián Serrano, entre otros.
Desde el sector afirman que los países con mayor penetración de pagos digitales como Brasil, Chile, en la región, o Estados Unidos o Europa, a nivel el global, no utilizan los sistemas de pago como herramienta de recaudación por su efecto nocivo sobre la formalidad y por ese motivo generan mayores incentivos para su uso.
"Será crucial que nuestros gobiernos avancen en procesos de repensar sus propias políticas públicas para crear un ecosistema de pagos más equitativo y eficiente, promoviendo así la competitividad y sostenibilidad de los negocios en un mundo cada vez más digitalizado al mismo tiempo que co-construyen esquemas fiscales más progresivos para lograr ganar al efectivo y la informalidad", advierto Plecity. Y concluye al respecto: "En los próximos años, los reguladores fiscales y financieros, tendrán el desafío de generar, teniendo en cuenta sus contextos locales únicos, herramientas para lograr una mayor digitalización revisando las políticas fiscales, al tiempo que se simplifican procesos existentes".