Los países productores de petróleo llegaron a un acuerdo histórico para recortar la producción. Así, pusieron fin a la devastadora guerra que dejó los precios por el piso y a muchos productores al borde de la bancarrota.
La alianza entre la OPEP y otros países productores finalmente acordó recortar 9,7 millones de barriles diarios de la producción de petróleo ?un poco menos que los 10 millones de los que se hablabá tras una semana con un maratón de videoconferencias. Las negociaciones se habían caído la semana pasada y el acuerdo era prácticamente imposible, pero intervino el presidente de EE.UU., Donald Trump, y ayudó a forjar un acuerdo. Trump tuiteó que la medida protegerá miles de puestos de trabajo en EE.UU. El ministro de Petróleo de Arabia Saudita manifestó estar contento con el acuerdo y porque el grupo sigue reuniéndose.
En una nota anterior, afirmé que en el mejor de los casos, los precios del crudo tocarían los US$ 30. Un recorte de más de 15 millones de barriles por día los habría acercado a US$ 35, pero en realidad, ya les viene costando alcanzar los US$ 28: hoy tocan un techo de US$ 24,74. El motivo por el cual no se disparan es que el recorte de producción es de menos de 10 millones de barriles por día, o sea, el shock en la demanda sigue siendo más fuerte que la oferta.
¿Se terminó la turbulencia en los mercados?
No cabe duda de que los recortes de producción que aportarán países como Canadá, Brasil y EE.UU. constituyen una señal positiva. Con todo, la mayor parte de esos recortes son hipotéticos (dependen de los precios) y no orgánicos, donde se cierra la canilla deliberadamente.
La demanda de petróleo se desplomó desde que surgió el brote de coronavirus, y el recorte acordado era lo mínimo que esperaba la industria. Por ahora, la demanda está paralizada y tardará en recuperarse.
Dado que los precios del petróleo siguen cerca de su valor más bajo en dos décadas y ante la perspectiva de que la paralización del mundo ?que destruyó la demandá termine pronto, se anticipa que los precios del petróleo sigan subiendo.
Autor: Naeem Aslam