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Ignacio Bussy de GreenMed
Negocios

GreenMed, la planta de cannabis medicinal uruguaya que se prepara para ingresar al mercado europeo

Bernardo Lapasta

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Ignacio Bussy, cofundador de la empresa, se refirió a la actualidad de su industria y habló de los principales desafíos del rubro.

19 Agosto de 2024 10.09

Ignacio Bussy es ingeniero naval, pero le gusta definirse como emprendedor. También es argentino, pero en gran medida se siente uruguayo ya que vive en el país hace más de una década. 

Hace casi 15 años descubrió el nicho de la industria cannábica y se dejó llevar por este mercado, en aquel entonces, incipiente. Junto a su equipo montó GreenMed, una empresa con sede y licencia en Uruguay que se dedica al procesamiento de cannabis “de extremo a extremo”.

Su planta dedicada a formular ingredientes farmacéuticos activos en base a cannabis cuenta con 2.000 metros cuadrados y está ubicada en la ruta 101, a una hora del centro de Montevideo. 

GreenMed lleva dos años operativa y allí trabajan 22 personas de manera fija y 20 zafrales.

En la actualidad procesan alrededor de una tonelada de flores de cáñamo al año, lo que para sus dimensiones todavía son pequeñas cantidades ya que la planta tiene capacidad para procesar 100 toneladas anuales de secado y 40 toneladas de capacidad de procesamiento de extracción por año.

A corto y mediano plazo, la compañía tiene contratos de abastecimiento en Latinoamérica por US$ 23 millones y está en proceso de obtener la certificación europea para ingresar a ese mercado. En la antesala de este hito, su CEO, Ignacio Bussy, conversó con Forbes Uruguay.

Ignacio Bussy de GreenMed
Ignacio Bussy, CEO de GreenMed en Uruguay.

¿Cómo definirías el modelo de negocio de GreenMed y en qué etapa se encuentran actualmente?

GreenMed es una startup que lleva dos años operando en la industria farmacéutica del cannabis. Aunque aún somos una startup, tenemos certificaciones estrictas por pertenecer a la industria farmacéutica. 

Operamos obteniendo materia prima de cultivadores asociados, producimos ingredientes activos con base en cannabis y formulamos medicamentos para farmacias. También estamos explorando el mercado veterinario.

GreenMed nace con la ambición de ser un hub de cannabis de grado farmacéutico en Latinoamérica, pero estamos en proceso de obtener todas las certificaciones necesarias, lo cual lleva tiempo. 

Nosotros estamos en el nicho del cannabis, pero dentro de la industria farmacéutica, lo que requiere productos estandarizados al miligramo y sostenidos en el tiempo e implica procesos de validación extensivos que pueden durar meses o incluso años. De hecho, nosotros tenemos dos años de operaciones y recién vamos a sacar nuestro primer producto.

¿Qué productos y servicios ofrece GreenMed actualmente?

Tenemos cinco productos en etapa de estabilidad y en proceso de registro. 

Hoy el que está saliendo se llama Xpectra 10, un CBD (cannabidiol) al 10% de extracto de cannabis sativa, y está disponible desde junio de este año. Tamsebién ofrecemos servicios de secado y formulación.

Además, producimos API (ingredientes activos farmacéuticos, por sus siglas en inglés), que son de alto valor debido a la certificación farmacéutica que poseemos. 

Nuestro modelo de negocio verticalmente integrado nos permite ofrecer productos a precios competitivos, el Xpectra estará un 60% por debajo de los precios actuales en el mercado. 

Lamentablemente, estos productos se venden cada vez menos en las farmacias uruguayas porque sus precios son altísimos y existe un mercado negro enorme. 

Y hablamos de pacientes que realmente necesitan estos productos con rigurosidad en su producción, porque de lo contrario generan problemas de salud.

CON MIRADA GLOBAL

Fotos de stock gratuitas de canabis, cáñamo, cultivo de cannabis
 

¿Qué importancia tiene el mercado uruguayo para GreenMed y a qué mercados internacionales apuntan?

Aunque Uruguay es importante para nosotros simbólicamente y como mercado local, nuestro Tamenfoque principal es internacional. 

Tenemos contratos de abastecimiento en Latinoamérica por US$ 23 millones y estamos en proceso de obtener la certificación europea GMP (prácticas de buena fabricación, en español), que es la más alta en la industria. 

Esto nos permitirá expandirnos a Europa, especialmente a Alemania. También estamos en conversaciones con Australia. Brasil es un mercado clave para nosotros, y ya estamos en proceso de registro allí. 

En este tiempo hemos abierto conversaciones con jugadores clave en los distintos continentes.

¿Podrías explicar la diferencia entre las certificaciones y las licencias en la industria farmacéutica del cannabis y qué impacto tienen en el mercado?

Las licencias son permisos que se renuevan regularmente y permiten operaciones como cultivo, investigación y desarrollo. 

Las certificaciones, como el GMP, son mucho más rigurosas y requieren pasar múltiples inspecciones y cumplir con estándares muy estrictos durante un periodo sostenido. 

Estas certificaciones garantizan que cada producto cumple con especificaciones exactas al miligramo, lo que es crucial en la industria farmacéutica y su desarrollo.

PUERTAS ADENTRO

Cannabis
 

¿Cuáles son las oportunidades que ofrece Uruguay para desarrollar este tipo de industrias?

La oportunidad principal es que Uruguay fue el primer país en legalizar la industria del cannabis. Esto no es menor, aunque las cosas no funcionan como en otros países que ya han legalizado. 

De todos modos, Uruguay tiene un marco legal que permite trabajar en la industria y es un país jurídicamente muy estable, es el mejor o uno de los mejores del continente en este aspecto, lo cual es muy favorable para el inversor extranjero.

¿Y qué desafíos presenta?

El desafío en Uruguay es la falta de alineación entre los distintos entes gubernamentales. Aunque se legalizó a nivel del Poder Ejecutivo y se creó el Instituto de Regulación del Cannabis (IRCA), no se logró una coordinación efectiva con el Ministerio de Salud Pública que es fundamental para nuestro funcionamiento. 

Si bien siempre hay una muy buena predisposición desde los principales mandatarios en escuchar, les falta una línea clara de acción que dificulta la implementación y desarrollo de esta industria en el país. A 10 años de la legalización, Uruguay debería estar en otro lugar, pero igual la industria algo se mueve.

¿Cómo afecta la situación bancaria a la industria cannábica por los lineamientos gubernamentales de Estados Unidos y las políticas de los mayores entes financieros?

El tema bancario es un gran, gran desafío para nosotros. No solo para la operación diaria, sino también para la comercialización. 

Estamos operando en una industria legalmente establecida, pero sin acceso a servicios bancarios adecuados como si no lo fuera, lo que complica obtener créditos y manejar las finanzas. 

Sin embargo, esto también representa una oportunidad, ya que grandes compañías farmacéuticas no operan en este sector, y dejan espacio para empresas como la nuestra.

Estados Unidos se ha abierto un poco más en los últimos años respecto al consumo de cannabis, pero, hasta que la legalización del cannabis no sea federal, la industria continúa afrontando grandes desafíos: ¿cómo visualizás esta situación del mercado desde el mercado local?

Uruguay sigue siendo una gran oportunidad debido a su estabilidad jurídica. La recategorización del cannabis en Estados Unidos también puede beneficiarnos. 

El mercado brasileño es enorme y está en crecimiento, y estamos trabajando para posicionarnos bien en él con nuestros productos farmacéuticos. Creo que hemos logrado mucho, pero no podemos bajar la guardia. 

Los desafíos financieros y bancarios siguen siendo significativos, pero estamos preparados para enfrentarlos.

Con respecto a las exportaciones, ¿qué desafíos enfrentan en términos de regulaciones en otros países?

Las regulaciones varían mucho de un país a otro, lo que complica la exportación. 

Además, el transporte de la mercadería (fletes) es otro desafío, ya que no todas las compañías aéreas están dispuestas a transportar cannabis, y, las que lo hacen, cobran tarifas muy altas. 

Sin embargo, hemos visto que el mercado brasileño, por ejemplo, está creciendo enormemente, y los estados están llamando a licitaciones importantes, lo cual es una gran oportunidad.

PRÓXIMOS PASOS

cannabis lab
 

¿Cómo comenzó GreenMed y cómo ha sido su evolución como empresa?

GreenMed comenzó en plena pandemia. Yo fui uno de los fundadores de la primera compañía en sacar una licencia medicinal en Uruguay y ya contaba con experiencia de emprendimiento en el rubro anteriormente, en Estados Unidos, junto con un socio amigo. 

Con la experiencia adquirida, entendimos que el camino del cannabis en Latinoamérica iba por una vía farmacéutica, y así nació GreenMed. Hoy la sociedad de la misma se compone de nosotros dos y un family office uruguayo-europeo.

La última ronda de Serie B que levantamos fue en octubre de 2021 y se levantaron alrededor de US$10 millones y la valuación de Green Med era de US$21 millones, aunque en ese momento el laboratorio no se había terminado de construir y no teníamos las certificaciones. 

Desde esa referencia a esta parte hemos crecido mucho.

¿Cuáles son sus objetivos a corto y largo plazo?

Hemos recorrido un largo camino, pero aún nos quedan desafíos importantes. 

Estamos poniendo un medicamento en el mercado en este momento y esperamos obtener la certificación más rigurosa de la industria farmacéutica en los próximos meses. 

A corto plazo, queremos enviar nuestros productos a Brasil y expandirnos a Europa. 

A largo plazo, esperamos incrementar significativamente nuestra facturación con nuevos productos siempre desde acá, desde Uruguay.

Fotos: Diego Olivera

 *Este artículo fue publicado originalmente en Forbes UY del mes de Junio de 2024

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