El gigante petrolero ExxonMobil se ve inmerso en una acalorada batalla sobre el cambio climático y el gobierno corporativo. La empresa acaba de demandar a dos empresas de inversión sostenible (Arjuna Capital y Follow This) en un intento de bloquear la votación de una propuesta de los accionistas en su junta anual .
La propuesta insta a Exxon a fijar objetivos de reducción de emisiones más audaces y, por primera vez, a abordar las emisiones más amplias derivadas del uso de sus productos por parte de sus clientes (emisiones de "Alcance 3").
Exxon, históricamente resistente a una acción climática agresiva, afirma que la propuesta amenaza su actividad principal y pretende "obligar a ExxonMobil a cambiar la naturaleza de su actividad ordinaria o a abandonar por completo el negocio".
La empresa afirma que la propuesta vulnera la autoridad de la dirección, mientras que sus partidarios sostienen que es una forma vital de que los accionistas protejan sus inversiones de los riesgos climáticos.
El quid de la cuestión:
- Las empresas de inversión Arjuna Capital y Follow This, presentaron una propuesta en la que pedían a Exxon que acelerara sus reducciones de emisiones y abordara también las emisiones de sus clientes
-Exxon argumenta que la propuesta interfiere en sus operaciones cotidianas y pretende alterar su combinación de productos, pudiendo incluso obligarla a abandonar el negocio.
-La demanda se produce en medio de:
-La creciente oposición política a la inversión ESG (ambiental, social y de gobernanza).
-Desplome del interés por los fondos ASG en Wall Street.
-Un mayor escrutinio por parte de la SEC de los intentos de las empresas de bloquear las propuestas de los accionistas.
-Exxon ha presentado la demanda ante un tribunal de Texas conocido por su inclinación favorable a las empresas, en un intento de eludir el tradicional proceso de aprobación de la Comisión del Mercado de Valores.
-Bajo la administración Biden, la SEC se ha convertido en menos receptiva a los intentos de las empresas de aplastar tales propuestas.
Esta demanda arroja luz sobre el acalorado debate de las ESG: por un lado están los defensores que ven estas consideraciones como cruciales para abordar el cambio climático y por otro los que ven estas propuestas como una interferencia indebida en los asuntos corporativos.
Los posibles resultados de este enfrentamiento jurídico son de gran alcance. Una sentencia judicial podría dar la razón a los accionistas en cuestiones climáticas o dar la razón a Exxon, sentando un precedente para futuras demandas. Incluso si la propuesta alcanza una votación de los accionistas, puede que se enfrente a una cuesta arriba, dada la tibia acogida que tuvieron estas iniciativas el año pasado.
Pero, independientemente del resultado inmediato, esta demanda ya causó sensación en el escenario empresarial. Esta demanda puede llevar a otras empresas a reevaluar sus planteamientos en materia de ASG y participación de los accionistas.
De hecho, el WSJ informó recientemente de que algunos CEO ya no hablan públicamente de sus esfuerzos en materia de ASG y optan por términos alternativos como "negocio responsable" o se centran en objetivos específicos como la sostenibilidad. Este cambio refleja la creciente complejidad y politización de la ASG.
En última instancia, esta batalla legal está resaltando la creciente tensión en la intersección del cambio climático, la responsabilidad corporativa y el activismo de los inversores. Su resolución influirá en la configuración del futuro equilibrio entre las prioridades económicas y las demandadas por el cambio climático.