Gilberto Antoniazzi, de Livent: "La industria es muy joven como para pensar en una fábrica de baterías de litio"
Florencia Radici Forbes Staff
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Desde hace más de 25 años, en el Salar del Hombre Muerto, en la provincia de Catamarca, está el proyecto Fénix, a través del cual tiene presencia en la Argentina Livent, la compañía norteamericana pionera en tecnología de litio. Hoy, ese material cobra más importancia que nunca, incluso se habla de él como el “oro blanco” por su valor, que en los últimos años subió debido a su demanda. Es que el litio es determinante para impulsar a la movilidad eléctrica, la descarbonización y la transición energética. A partir de él se componen las baterías de dispositivos digitales móviles, como celulares y tablets. Además, como es el material más liviano de la tabla periódica, se utilizan también aleaciones ligeras para la industria aeronáutica y espacial, en polímeros, en la suela de zapatillas, en las grasas lubricantes, en el asfalto, en los agroquímicos, las cerámicas, esmaltes, vidrios y medicamentos.
Livent, que tiene unos 1.350 empleados y plantas en EE.UU., Inglaterra, China y Argentina, produce y comercializa carbonato y cloruro de litio. El proceso consiste en la utilización de la salmuera de litio del salar, mediante un procesamiento de alta tecnología, para obtener productos con más del 99% de pureza. Tiene centros de producción que transforman el carbonato en hidróxido de litio y el cloruro en litio metálico y derivados, que son comercializados y exportados a distintas partes del mundo.
En este contexto, Argentina ocupa un lugar privilegiado, porque es uno de los países con mayores reservas de litio en el mundo. El país cuenta con un régimen federal de regulación y promoción de la actividad minera a través del cual las provincias tienen el dominio de los recursos mineros y la competencia para adjudicar concesiones para explorar y explotarlos. Pero, en el último tiempo, México y Chile anunciaron la estatización del litio, algo que puso en alerta a los jugadores locales.
En el último mes, Livent fue además protagonista porque se anunció un acuerdo definitivo con Allkem para combinarse en una fusión de iguales valuada en US$ 10.600 millones que creará al productor mundial líder de productos químicos de litio. Se espera que la transacción concluya a fines de este año. “La industria demandará inversiones muy grandes y capacidad técnica. La fusión combina el conocimiento técnico de dos empresas establecidas y ofrece a nuestros clientes la tranquilidad de que podemos crecer con ellos, porque cuando estás suministrando productos a BMW, Ford, Chevrolet, Tesla, Toyota, ellos están acelerando la producción de vehículos muy rápido y están buscando socios que puedan crecer con ellos”, asegura Gilberto Antoniazzi, CFO de Livent, en una entrevista exclusiva con Forbes.
¿Cómo está hoy el mercado global de litio?
La demanda de litio creció mucho en los últimos años, principalmente por todo lo que es portátil, pero la gran explosión de demanda está asociada a coches eléctricos. Para dar una perspectiva, el año pasado se habló del mundo con 7/8% de coches eléctricos y para 2030 se imaginan que llegará a 50%, una demanda brutal. Necesitamos mucho litio. ¿Dónde está la producción hoy? Está concentrada en cuatro países: Australia, Chile, Argentina y China. ¿Dónde estará en el futuro? En estos cuatro países, Canadá, EE.UU. y algún otro. Ahora, extraer el litio es una etapa y transformarlo en litio carbonato o litio hidróxido es otro proceso. El litio está en Australia y Argentina, pero la transformación a un producto que se pone dentro de la batería está 80% en China. ¿Dónde va el litio en la batería? Hay una parte que se llama el cátodo y el 80/85% de la producción mundial de cátodo está en China. China tiene un dominio brutal de la cadena de suministro de coches eléctricos. Y esta es una oportunidad muy importante para China, pero genera un movimiento de gobiernos como EE.UU. o la Unión Europea, que quieren que en sus regiones se desarrolle una cadena de suministro que va de producción de batería hasta vehículos. Hay incentivos gubernamentales muy grandes para que la producción no esté más concentrada en China.
En este mapa global, ¿qué rol juegan ustedes y dónde?
Livent solo tiene extracción de litio en Argentina, en el Salar del Hombre Muerto. En Argentina producimos carbonato de litio y cloruro de litio. ¿Recuerdas que había 80% en China? Nosotros participamos del 20%. Livent es una empresa que vende el espectro total del producto de litio, no solo el litio que va en la batería, sino también por ejemplo las pilas redondas de litio, el litio que va en partes del avión. Producimos en Argentina y exportamos el carbonato de litio para transformarse todavía más en otro producto de litio en China o EE.UU.
¿Cuál es el principal mercado?
El principal mercado mundial del litio es Asia. China, Japón y Corea, todas las empresas del mundo están vendiendo ahí un 60% de su producción.
Lo que más impulsa la demanda son los vehículos eléctricos. ¿Cómo está hoy el panorama?
China es el principal mercado de coches eléctricos del mundo. El 30% de la venta de vehículos en China son eléctricos, seguido de Europa y EE.UU., y América Latina muy atrás. El crecimiento será muy rápido, incluso diría que va a ser más rápido en Europa y EE.UU. que en China. Esto genera mucha demanda. Durante la pandemia, muchas empresas tuvieron que tomar decisiones de inversión, tuvieron que proteger su capital, y las automotrices tomaron la decisión de disminuir la inversión en vehículos de combustión y apuntaron a los eléctricos. Al mismo tiempo, los productores de litio paramos de invertir en expansión por la situación del mercado, entonces se generó un desbalance de demanda y suministro. Por esta razón el mercado está muy apretado y los precios de litio están mucho más altos.
Como pasó con los semiconductores…
Pero en semiconductores vos podés invertir en un año y tenés una planta. En litio tienen que pasar cuatro, cinco o seis años para empezar a producir.
Si la Argentina tiene una reserva de litio tan importante, ¿por qué no hay, por ejemplo, fábricas de baterías, como para tener la cadena completa?
Hay varios puntos. Europa y EE.UU. están buscando regionalizar la producción por los vehículos eléctricos y para esto quieren que invierta en EE.UU., Canadá o en Europa. Segundo, para construir una planta de baterías la inversión es de US$ 5.000 millones, son inversiones altísimas, mucho más grandes que lo que hacemos para explorar la salmuera. Y tercero, para Argentina específicamente, tendría que importar muchos productos y el tema es cómo hacer con divisas externas para mandar dólares afuera… Conceptualmente sería lindo, pero hoy en el estado en que está esta industria, que todavía es muy joven, lo veo muy complicado.
Todavía no están dadas las condiciones…
Principalmente porque los gobiernos quieren que su matriz energética de producción esté en sus países.
¿Cómo los afecta a ustedes y al mercado noticias como la nacionalización del litio en Chile? ¿Qué pasaría si sucediera algo similar en otros países, como Argentina?
Chile es un país históricamente con una mentalidad de minería muy fuerte. Cuando Boric hizo el anuncio, las acciones de SQM (una empresa muy fuerte) cayeron 30%. Naturalmente el mercado no recibió bien el mensaje. Chile es un gran productor de litio que tiene dos empresas muy bien instaladas, pero nadie está invirtiendo en Chile. Argentina es el país que tiene más proyectos de litio en el mundo hoy. Se está invirtiendo más en Argentina que en Chile y algo tiene que ver con la perspectiva, con la visión de seguridad del marco legal. La industria del litio es una industria que demanda miles de millones de inversión. Si querés ser 49% dueño de un proyecto, tenés que poner 49% de la inversión, y no estoy seguro de que en Argentina el gobierno federal (o provincial, mucho menos) esté en condiciones de invertir, como vamos a hacer nosotros, US$ 1.000 millones en Fénix. Me parece un poco complicado. Las industrias privadas lo pueden hacer.
En los últimos años se anunciaron numerosos proyectos de litio, pero ustedes están desde hace muchos años. ¿Cómo está hoy la operación y qué implica para esa operación la fusión con Allkem?
Fuimos la primera empresa en buscar y producir litio en Argentina. Tenemos una operación que hoy produce 20.000 toneladas de litio; a fin de año vamos a tener capacidad para 40.000, para 2025 entre 60.000 y 70.000, y para 2030 esperamos llegar a 100.000 toneladas. Y hasta 2025 tenemos una inversión de más o menos US$ 1.000 millones. El Salar del Hombre Muerto es una fuente de litio fenomenal, de muy buena calidad, pero está a 4.000 m de altura, muy aislado de la civilización. No es fácil. Una cosa linda de la fusión es que Allkem tiene un proyecto que está a 10 km y ahí podemos intercambiar muchas informaciones y, más importante, acelerar la inversión y la probabilidad de éxito del proceso, porque son proyectos difíciles.
Generar sinergias entre las operaciones...
Toda fusión tiene sinergia de costos, pero acá más importante que eso es la capacidad de juntar, en una industria tan pequeña y nueva, conocimiento técnico de dos empresas que están establecidas para garantizar proyectos, para acelerar este crecimiento e inversión. Porque en el mundo hoy hay un montón de proyectos que están atrasados y nunca producen la calidad de litio que se está buscando
¿Cómo es operar en un país como Argentina, con su inestabilidad económica, teniendo en cuenta que son proyectos de largo plazo?
Es una pregunta muy importante que nos hacen nuestros inversores. Iniciar un proyecto greenfield de cero hasta producir te va a llevar 5 a 7 años. Estás tomando una decisión de miles de millones de dólares. A Argentina la veo con un marco legal relativamente bien estabilizado y esto es lo más importante para innovar en energía. La cuestión económica es un desafío, pero al mismo tiempo uno tiene que ir donde está el litio. El litio está en la Argentina y ofrece oportunidades de desarrollo de empleo, de contribución fiscal. En tanto el marco legal está bien fuerte, las empresas están con disposición para manejar la cuestión económica, que es un desafío muy grande, no es fácil, pero yo tal vez tengo una visión un poco más simplista porque mi carrera siempre estuvo muy cerca de Argentina
Siempre se habla del potencial de Argentina en el litio…
El potencial es enorme, pero ojo, la industria de litio no es la de la soja. Hoy en el mundo se venden unos US$ 20.000 millones; esto Argentina lo vende en un mes de soja. De ninguna manera es la nueva soja, pero es una industria que va a traer manufactura, inversión de largo plazo, industria. Va a crear trabajo. En Catamarca, el 70% de los empleados son de la provincia y el 70% de nuestros contratados de servicio de construcción tienen que ser empresas catamarqueñas. Las empresas se están estableciendo, se están desarrollando.
¿Cómo se trabaja la sustentabilidad?
La cuestión del litio es por el consumo y la utilización del agua. Estamos muy aislados y construimos acueductos para traer agua ahí. La sostenibilidad es importante para nosotros y para los clientes. Utilizamos un proceso distinto al de toda la industria, que usa mucha menos agua. El mundo continúa desarrollando tecnología y va a seguir disminuyendo.