Fundó una empresa de tecnología que exporta servicios desde Estados Unidos a la región
Florencia Radici Forbes Staff
Florencia Radici Forbes Staff
En 2011, guiado por el espíritu emprendedor, Germán Pardo decidió dejar de lado 17 años de carrera corporativa para fundar iPatagonic Consulting Group, una consultora de IT que, en ese momento, estaba basada solo en Argentina. "Fue un gran desafío: dejar una carrera exitosa en una gran empresa, justo en el momento en que la compañía salía a cotizar en el Dow Jones, para construir nuestra propia empresa desde cero, apoyados únicamente en nuestro conocimiento, habilidades y una profunda pasión por fortalecer a otras empresas a través de la tecnología", recuerda de esa época.
Pardo estudió Sistemas de Información en la Universidad del Salvador, que profundizó con una Maestría en Innovación y Emprendimiento en la Universidad de Barcelona, además de posgrados en Desarrollo de Software y Desarrollo Gerencial en el ITBA. Gran parte de su carrera la desarrolló en Arcos Dorados, donde estuvo 17 años: comenzó como líder de Proyectos y se fue como gerente Senior de Desarrollo e IT para Latinoamérica. "Me permitió adquirir una valiosa experiencia y desarrollar una perspectiva amplia sobre el impacto de la tecnología en diferentes contextos empresariales", dice Pardo.
El core del negocio de iPatagonic es ofrecer soluciones tecnológicas mediante el desarrollo de software que optimice procesos, aumente la eficiencia operativa y genere valor, en áreas como IA, automatización de procesos, infraestructura tecnológica, ciberseguridad e integración de sistemas. Con una inversión inicial de US$ 15.000, iPatagonic sumó clientes como Dada Logística, Havanna y Grupo Jaka, además de colaborar con firmas como NCR en México, McDonald's en Puerto Rico, Tea Connection en Chile y SAP en EE.UU.. Hoy, opera en la mayoría de los países de Latinoamérica, como Argentina, Chile, Colombia, México, Puerto Rico e Islas del Caribe y Miami.
En 2021, decidió realizar inversiones estratégicas en Estados Unidos para expandir su enfoque en el ámbito "hard" de IT y eligió a Miami como nueva sede. Este movimiento, dice, no solo ayudó a diversificar la oferta, sino también a comprender mejor los requisitos del mercado estadounidense. "Mi misión es crear un polo de exportación de servicios tecnológicos que contrarreste la tendencia habitual de este país como mero consumidor de tecnología. Aspiro a desarrollar soluciones con valor agregado que se generen localmente y que puedan ser consumidas a nivel global", asegura Pardo.
La decisión de trasladar la empresa, según Pardo, se fundamentó en su convicción del "desarrollo virtuoso de talento". Y amplía: "Para mí, el talento no se restringe a la inteligencia; abarca también la actitud, aptitud y experiencia. Nuestro objetivo era entrelazar el talento entre personas y empresas en EE.UU. y Argentina. Además, me cuestionaba cómo podríamos adaptarnos a las cambiantes variables económicas en Argentina y acceder a tecnologías que antes no había tenido la oportunidad de explorar, como el funcionamiento de un auto Tesla. La finalización de mi maestría me proporcionó el impulso necesario para replantear cómo quería que nuestra empresa evolucionara en los próximos 20 años, fomentando un ecosistema donde todos pudieran crecer juntos".
En 2024, gran parte del foco estuvo en inteligencia artificial (IA) y sus aplicaciones, con un proyecto en particular: el Agente Autónomo Digital Multipropósito (2ADM). "La motivación para desarrollar el 2ADM nació de la necesidad que muchos de nuestros clientes y colegas expresaron: un deseo de alcanzar mayores niveles de productividad y eficiencia en sus procesos. Con el auge de herramientas innovadoras como ChatGPT de OpenAI, identificamos una oportunidad para crear una solución que no solo facilitará tareas cotidianas, sino que también transformará los procesos a gran escala", anticipa Pardo. Además, este año planean incorporar tecnologías emergentes, como la automatización inteligente y el desarrollo de agentes digitales. Así, iPatagonic proyecta un aumento del 25% en sus operaciones (el año pasado facturó US$ 1 millón).
"Espero que mi legado genere un impacto positivo tanto en la comunidad como en la industria tecnológica. Mi filosofía se basa en el 'desarrollo virtuoso de talento' y, a través de mi consultora, busco crear un ecosistema integrador entre empresas y educadores, compartiendo no solo conocimientos técnicos, sino también enseñando a los jóvenes cómo funciona el mundo empresarial y cómo pueden contribuir a él", concluye Pardo.