Suena el teléfono. Del otro lado, una voz que se esfuerza por esbozar el mejor castellano posible. Más allá de los intentos, el acento portugués le brota en cada palabra. Es Roberto Carlos, el histórico lateral izquierdo del Real Madrid, astro del fútbol brasileño y campeón del mundo en el año 2002. ¿Motivo del llamado? Quiere hacer negocios. Por eso marcó el celular de Manuel Damián Manusovich, el argentino exfutbolista, ahora convertido a empresario.
Manusovich comenzó su carrera en Atlanta antes de pasar a Vélez Sarsfield, donde solo jugó un partido previo a marcharse a Colón. Más tarde, fue el turno de San Lorenzo, el club de sus amores, en 1993, donde se proclamó campeón del torneo Clausura del 95, disputó una edición de la Copa Libertadores y dos de la Copa Mercosur. Tras siete campañas en San Lorenzo, decidió probar suerte en Europa, donde pasó por CD Numancia y Elche Club de Fútbol.
Con solo 29 años, dejó el fútbol. Pero su vida continuó fuera de las canchas, explotando su otra habilidad: el talento comercial. Hoy, con la desarrolladora MMCV, desde hace 16 años apuesta por los emprendimientos emprendimientos inmobiliarios. Por eso, no sorprende quizás el llamado de mega estrellas mundiales al celular de quien ahora es también periodista en ESPN.
¿Es verdad que te llamó Roberto Carlos?
Sí, es verdad. No me llaman como consultor, sino porque quieren invertir con nosotros en algunos emprendimientos. En este caso en particular, fue Roberto Carlos, con la idea de invertir en un esquema de franquicias de una parrilla argentina en España. Estaba con otro compañero de fútbol, creo que era Michel Salgado, que fueron compañeros en el Real Madrid.
¿Te llaman futbolistas del ámbito local o internacional?
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Me consultan sobre los emprendimientos propios que mi equipo de comercialización trabaja con distintos actores. Obvio que, al venir del fútbol tengo muchos amigos. En realidad, hay conocidos en el ámbito del fútbol, no sólo jugadores sino también allegados al ámbito, que a veces participan con nosotros, es decir, son inversores. Y también hay amigos de inversores que nos preguntan cómo es y cómo funciona el ámbito de la restauración, que es muy atractivo en términos de inversión, no sólo por su rentabilidad, sino por lo que genera como aspiracional de ser parte de un emprendimiento gastronómico.
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¿Cuándo empezaste a convertirte en empresario?
Siempre me gustó la comercialización. Desde chico, desde los 18 y 19 años siempre tuve comercios. Al principio gastronómicos, con algunos socios futbolistas como Cristian Basedas, Pandolfi, el Turu Flores, Hugo Conte -todos futbolistas- y varios amigos más. Y después empecé también con mis tíos a hacer algunos dúplex e incursionar un poco en el Real Estate. Eso mientras jugaba.
¿Te preparaste para eso?
Además de jugar, estudiaba ciencias económicas en la UBA, que seguí estudiando hasta que me fui a jugar a España. Y entre el estudio y el hecho de formar parte de organizaciones, fui aprendiendo. Al principio, cometí muchos errores, como corresponde, pero de esos aprendí.
¿En qué sectores invertís hoy en día?
Principalmente, real estate, con la desarrolladora MMCV, con la que hace 16 años nos dedicamos a desarrollar emprendimientos inmobiliarios. No son solo desarrollos inmobiliarios, sino que que la vuelta de rosca de los últimos años tuvo que ver con desarrollar sitios y lugares donde no había una propuesta. Empezar a generar una propuesta propia y ser parte de la transformación y la gestión de urbanidades, con arquitectura que nos represente y también con retail, generando servicios con locales comerciales, en su mayoría gastronómicos, que mayormente son operados con marcas propias. Y ahí hay como una sinergia de cómo se amalgama el retail gastronómico con el real estate. Para no sólo ser un edificio más, sino llegar con propuestas verdaderas y profundas a los distintos lugares donde incursionamos.
¿Quién te enseñó a hacer negocios? ¿Aprendiste por tu cuenta o tuviste algún mentor?
Como dicen los entrenadores de fútbol que, cuando ejercen, aplican cosas de todos los técnicos que tuvieron; en este caso podría ser lo mismo pero en el mundo de los negocios.
¿Cuántos proyectos tenés hoy en día?
Hoy tenemos más de 30 proyectos o 40, entre real estate, gastronomía y cuestiones periféricas.
