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Rafael Nadal
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Esto es lo que Rafael Nadal acumuló y ganó a lo largo de su carrera como tenista profesional

Brett Knight

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Un recorrido por las cifras económicas que marcaron su trayectoria: desde premios acumulados hasta millonarios contratos de patrocinio.

20 Noviembre de 2024 07.30

Rafael Nadal, de 38 años, anunció su retiro en un emotivo video publicado en redes sociales el mes pasado, poniendo fin a su carrera tras este torneo, 19 años después de conquistar su primer título de Grand Slam y 25 años después de firmar su primer contrato importante de patrocinio con Nike.

A lo largo de ese cuarto de siglo, Nadal se destacó como uno de los jugadores más exitosos en la historia del tenis. Sus 22 títulos de Grand Slam en individuales establecieron un récord masculino, superado posteriormente por Novak Djokovic. Con 134,9 millones de dólares en premios de carrera, ocupa el segundo lugar en ingresos históricos del ATP Tour, también detrás de Djokovic. Además, generó más de 415 millones de dólares gracias a patrocinios, apariciones y otros emprendimientos, acumulando un total de más de 550 millones de dólares en ingresos antes de impuestos, según estimaciones de Forbes.

Eso lo deja bastante detrás de los 1.100 millones de dólares que acumuló su otro gran rival, Roger Federer, durante su extraordinaria carrera antes de retirarse en 2022, y lo posiciona en un nivel similar al de Novak Djokovic, quien sigue destacándose en el circuito a sus 37 años. Sin embargo, pocos tenistas—y pocos deportistas de otras disciplinas—se acercan a estas cifras. Incluso Serena Williams, quien ganó 23 títulos de Grand Slam en individuales y marcó un nuevo estándar en el pago a las atletas femeninas antes de retirarse en 2022, terminó aproximadamente 120 millones de dólares por detrás de Nadal.

"Creo que sigue generando dinero", comentó un agente de tenis sobre Rafael Nadal, quien ganó aproximadamente 23 millones de dólares fuera de las canchas en el último año. "No hace nada que no implique grandes cifras. Sigue siendo Rafa Nadal", agregó.

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Los tres grandes: Roger Federer, Nadal y Novak Djokovic son los únicos tres tenistas que superaron los 500 millones de dólares en ganancias en su carrera.

Aunque no revolucionó el marketing deportivo como Roger Federer (uno de los siete atletas que superaron los 1.000 millones de dólares en ganancias mientras seguían activos) o Serena Williams (quien se convirtió en una de las mujeres hechas a sí mismas más ricas de Estados Unidos, con un patrimonio neto estimado por Forbes en 340 millones de dólares), Nadal mantuvo un portafolio de patrocinadores sólido y sorprendentemente estable para los estándares del tenis, donde las asociaciones con marcas suelen cambiar cada pocos años.

Además de su larga relación con Nike, Nadal está vinculado a Kia desde 2004, un año antes de su consagración en el Abierto de Francia. Juega con raquetas Babolat desde que era un joven de 9 años en 1995, firmando su primer contrato internacional con la marca en 2001. Incorporó relojes Richard Mille en 2010 y a la empresa española Telefónica en 2014. Entre sus alianzas más recientes figuran Infosys, Louis Vuitton y Subway, formando un portafolio de más de una docena de marcas.

"Muchas de estas alianzas surgieron durante sus lesiones, cuando no estaba en el centro de la atención, y eso dice mucho sobre lo que hizo por las marcas", dijo Joe Favorito, consultor de marketing con amplia experiencia y exejecutivo de la WTA. "Ninguna de ellas se alejó", completó.

En sus primeros años, el inglés algo titubeante de Rafael Nadal pudo haber limitado su atractivo global, pero comenzó a ganar fuerza entre los patrocinadores alrededor de 2011, cuando superó los 20 millones de dólares en ingresos fuera de las canchas tras ganar cuatro torneos de Grand Slam en cinco intentos. "Lo que Rafa tenía más que nadie era su emoción, y la mostraba sin reservas", señaló Joe Favorito, quien también destacó que su sentido de la moda—hasta en el color de sus zapatillas—lo hacía inmediatamente reconocible. Los patrocinadores se sintieron especialmente atraídos por su constante rivalidad con Roger Federer, y los torneos más pequeños estaban dispuestos a pagarles a cada uno más de un millón de dólares en honorarios solo por participar.

"Roger era más la estrella clásica y elegante, mientras que Rafa era el rival mediterráneo de cabello largo, con un estilo aguerrido y camisetas sin mangas", indicó Stuart Duguid, cofundador de la agencia de talentos Evolve, que representa a figuras como Naomi Osaka y Nick Kyrgios. "Creo que sus carreras se complementaron perfectamente. En muchos aspectos, no habrías tenido la carrera de uno sin la del otro", remarcó.

Rafael Nadal está en un nivel diferente en su España natal. "Probablemente sea más grande que LeBron James en Estados Unidos", afirmó Stuart Duguid, destacando que Nadal gozaba de una visibilidad constante que la mayoría de los otros deportistas estrellas del país, provenientes de deportes de equipo, nunca pudieron alcanzar. Joe Favorito, quien recuerda haber visto a Nadal en una serie previa de la Copa Davis en España, es aún más contundente sobre su lugar en el panteón nacional: "Es casi divino", subrayó.

Muchos, si no todos, de los patrocinadores de Nadal deberían seguir apoyándolo tras su retiro. Ya demostró que puede seguir siendo relevante como embajador de marcas incluso sin jugar: las lesiones lo limitaron a participar en solo nueve torneos en las últimas dos temporadas, incluyendo apenas dos de los últimos ocho Grand Slams. La experiencia de Federer es un buen ejemplo: la leyenda suiza de 43 años seguía ganando aproximadamente 95 millones de dólares anuales al momento de retirarse, y aún trabaja con la gran mayoría de los socios que tuvo durante su carrera.

El retiro también presenta una ventaja para los patrocinadores. Los jugadores activos, condicionados por el calendario de torneos que dura todo el año, suelen tratar de concentrar sus compromisos con las marcas en unos pocos días. Nadal, de elegir hacerlo, tendrá ahora mucho más tiempo para dedicarse a sus socios comerciales.

Y eso representa un desafío importante. Rafael Nadal deberá trabajar para mantenerse en el centro de atención, como lo hicieron íconos del deporte como Tom Brady y David Beckham, para no terminar como Pete Sampras, eclipsado por una nueva generación de estrellas del tenis. Jannik Sinner y Carlos Alcaraz ya están sentando las bases de una rivalidad que podría marcar una era, acumulando seis títulos de Grand Slam entre ambos antes de cumplir 24 años.

Nadal también deberá cuidar su reputación, especialmente después de lo que se considera su primer error estratégico en términos de imagen: convertirse en embajador de la Federación Saudí de Tenis en enero. Aunque el acuerdo, que se estima le paga varios millones de dólares anuales, le generó ingresos significativos, recibió críticas, sobre todo en España, por su participación en lo que se percibe como una campaña de "sportswashing" destinada a desviar la atención del historial de abusos a los derechos humanos en Arabia Saudita.

Aun así, Nadal está tomando las riendas de su futuro con iniciativas más emprendedoras, adquiriendo participaciones y lanzando sus propios negocios. Recientemente invirtió en Playtomic, una startup que facilita a jugadores amateur reservar canchas de tenis, y se encuentra desarrollando proyectos de bienes raíces de lujo en la Costa del Sol española. Además, es propietario de un equipo de carreras de barcos eléctricos en la serie E1, participa en los restaurantes Tatel junto a Pau Gasol y Cristiano Ronaldo, y el año pasado se asoció con Meliá Hotels para crear la marca de resorts Zel.

Sin embargo, el proyecto más cercano a su corazón es su academia de tenis en su ciudad natal, Manacor, en la isla española de Mallorca. La academia ganó admiradores en el mundo del tenis y contribuyó a formar a jugadores como Casper Ruud, quien ahora es un habitual en el top 10 del ATP.

"No creo que  sea una opción disponible para la mayoría de los atletas; está reservado para los más destacados o los especialmente relevantes", afirmó Stuart Duguid sobre la evolución de Nadal hacia un modelo de negocios menos centrado en los patrocinios tradicionales. "Creo que se inspiró en figuras como Kobe Bryant o LeBron James, quienes lograron tomar posiciones en empresas y asumir riesgos que luego les rindieron diez veces más", declaró.

 

Nota publicada por Forbes US

 

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