Como informan desde CloudFlare, la caída de Facebook, Instagram y WhatsApp tiene su origen en el Border Gateway Protocol, o BGP, un protocolo de enrutamiento necesario para que nuestros ordenadores encuentren páginas web en Internet.
Los BGP son una parte fundamental de la red de redes de la que está compuesta Internet. Como red, Internet necesita de varias maneras de comunicarse entre sus distintas partes, y ahí juegan un papel importante tanto las direcciones IP como las DNS como los BGP.
Estos últimos son el mapa que tienen todas las redes autónomas de Internet, como Facebook, de que están situadas en una ubicación completa y de que ahí se las puede encontrar. Si Facebook perdiera dicho mapa, nadie podría encontrarlo online. Y justo esto es lo que ocurrió ayer.
Facebook realizó unos cambios en sus BGP, algo que normalmente no se lleva a cabo casi nunca. Y aquí es donde el problema se traslada a las DNS, esto es, las direcciones numéricas que son necesarias para acceder a las páginas de Internet. Es fácil entender lo que hacen las DNS.
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Aunque nosotros pongamos 'facebook.com' para acceder a Facebook, en verdad, lo que ocurre de fondo es que el navegador de Internet asocia 'facebook.com' a la dirección numérica, o IP, en la que está alojada esa web, que sería 52.85.187.42.
Es más sencillo memorizar letras que números y por eso funcionamos así en Internet. Pues bien: el listado de estas direcciones IP donde están todas las webs almacenadas son las DNS y los ordenadores tienen que consultarlas para relacionar la dirección web que escribimos con el número que le corresponde. Son algo así como un diccionario a la vez que una guía telefónica, asegura el medio español El Mundo.
Se juntaron el hambre con las ganas de comer. Facebook no tenía ni el mapa para mostrar su ubicación (BGP) ni las direcciones para llegar a su ubicación (DNS), y esto llevó a incluso más problemas que llegaron al mundo real: los propios empleados de Facebook no podían acceder al edificio para trabajar porque sus tarjetas estaban ligadas a sus servidores, que en esos momentos no estaban disponibles.
En cuanto Facebook dejó de funcionar, todo el mundo sintió la necesidad de buscar una alternativa para comunicarse y las peticiones de conexión a servicios y páginas como Twitter, TikTok, Telegram o Signal crecieron como la espuma, hasta el punto de que se empezaron a producir fallas en estas plataformas por el volumen de gente conectada a la vez.
Después de siete horas, Facebook consiguió restablecer sus BGP y para las 19 de la noche en nuestro país ya era posible mandar mensajes, subir stories o leer grupos de conspiraciones tranquilamente en WhatsApp, Instagram y Facebook.
El gran misterio tras la cadena de problemas y casualidades a las que se enfrentaron ayer los empleados de Facebook es por qué se produjo ese cambio en los BGP que desencadenó el problema con las DNS y la desaparición casi literal de tres de los grandes pilares del Internet moderno durante seis horas. La propia Facebook le ha quitado peso señalando lo siguiente: Cambios de configuración en los enrutadores troncales que coordinan el tráfico de red entre nuestros centros de datos. Esa interrupción del tráfico de la red tuvo un efecto en cascada en la forma en que se comunican nuestros centros de datos, lo que provocó la paralización de nuestros servicios".
Facebook asegura a su vez que en ningún caso esta caída se ha debido a un ciberataque y que simplemente un cambio en la configuración, que resultó ser un error, es lo que ha desencadenado la mayor caída de Facebook de su historia reciente.
La caída fue acompañada por la noticia de que en un foro de hackers empezaron a venderse los datos personales de más de 1.500 millones de usuarios de Facebook, un hecho que, según el portal Privacy Affairs, que descubrió la filtración, "no tiene nada que ver" con el apagón
Además de los servicios controlados por la compañía de Mark Zuckerberg, se reportaron problemas con el funcionamiento de varios otros similares, entre ellos TikTok -que también cayó-, Twitter, Gmail, YouTube, Tinder, Netflix, Snapchat, Viber y Amazon. Asimismo, registraron fallos las compañías de telecomunicaciones estadounidenses AT&T y Verizon, además de Bank of America y Southwest Airlines.
Como resultado de esos sucesos, las acciones de compañías tecnológicas se han desplomado. El proprio Facebook perdió cerca de un 5 %, mientras otras, como Apple, Microsoft y Google, han perdido entre 2 % y 3 %, según Nasdaq.