Antes de empezar, es importante remarcar que este artículo contiene spoilers. Peaky Blinders es un drama familiar con ese toque británico que hace todo más especial. Pero no es solo eso, es la reafirmación del antihéroe, ese antihéroe que genera simpatía a todo el público.
Peaky Blinders no solo es entretenimiento, sino que aporta lecciones con mucho valor. La serie se centra en la vida de Thomas Shelby, quien intenta conseguir un puesto de gran importancia en la vida criminal de Gran Bretaña, tanto para él como para su familia.
Thomas tiene sus metas muy claras. Sabe lo que quiere conseguir, y al contrario de su familia y sus amigos, cuenta con la ambición y con el cerebro necesario para llevar a cabo sus sueños, a pesar de las consecuencias de sus actos.
Durante gran parte de la serie, Thomas sabe lo que es la victoria, consigue vencer a todos sus enemigos por muy complicado que resulte. El inspector Chester Campbell es uno de sus enemigos más duros debido a que cuenta con muchas de las habilidades con las que cuenta Thomas.
Es ambicioso, no tiene piedad, es inteligente y es el lado opuesto de la ley, el contrario a Thomas pero a la vez su igual. Pero como bien remarca Thomas, él tiene a su familia, por eso, al contrario que Campbell, Thomas nunca estará solo. Esta es la primera lección de Thomas y de Peaky Blinders: en las peores situaciones, la familia y los amigos son lo primero siempre.
En el transcurso de la serie podemos observar cómo Thomas intenta reescribir su futuro y crear un mundo distinto a su alrededor. Estas acciones requieren un alto nivel de fuerza de voluntad.
Todo y todos están trabajando en su contra, a veces hasta su familia. Pero Thomas Shelby siempre lo tiene claro, utiliza su arrogancia en su favor. Él es el encargado de hacer todo lo posible para conseguir sus metas y las de su familia.
Para las personas del exterior, Thomas no se merece ninguno de sus privilegios actuales, y es un hombre que no sabe cuál es realmente su lugar. Esto es lo que diferencia a Thomas de los demás, no subestima la inteligencia, la tenacidad ni la habilidad de sus enemigos.
Para nuestro protagonista, nada puede ganarse cuando nada es arriesgado en el proceso. Thomas está intentando construir un imperio legítimo que pueda durar y pasar a las siguientes generaciones de “Shelby” cuando él ya no esté.
Las ambiciones de esta naturaleza requieren elecciones y sacrificios. Thomas está preparado para tomar estas decisiones. Manipula a su familia, a sus amigos y a sus aliados. Thomas Shelby sabe qué y quién es. Sabe lo que necesita y lo que va a suponer conseguirlo. Está dispuesto a rendirse para asegurar el legado de su familia.
*Nota publicada en Forbes España