La industria pesquera argentina avanza con la puesta en marcha de la primera producción nacional de mejillones a escala industrial. Newsan Food, empresa dedicada a la comercialización de productos del mar, dio inicio a la actividad tras cinco años de desarrollo y una inversión considerable. El proyecto, que comienza con la distribución de 10 toneladas de moluscos cultivados en el Canal Beagle, marca un punto de inflexión en la mitilicultura del país y abre la puerta a una expansión a nivel internacional.
El primer lote fue enviado la semana pasada con destino a Buenos Aires, donde los mejillones serán comercializados en el mercado interno. La iniciativa tiene como objetivo principal reducir la dependencia de las importaciones, sustituyendo el producto que hasta ahora llegaba desde Chile. A largo plazo, la compañía aspira a consolidarse en la industria pesquera y diversificar su oferta de productos marinos.
Un modelo de producción sustentable y de bajo impacto ambiental
La mitilicultura es una forma de acuicultura sostenible, basada en la crianza y recolección de mejillones en aguas marinas o de agua salobre. Este método permite obtener un producto de alta calidad sin afectar el ecosistema, ya que los moluscos se alimentan naturalmente mediante filtración de fitoplancton, sin necesidad de insumos artificiales. Además, su cultivo contribuye a la biodiversidad y a la regeneración del medio ambiente marino sin comprometer su equilibrio natural.
En esta primera etapa, la empresa implementó un sistema que garantiza la calidad del producto final. Los mejillones cosechados en el Canal Beagle son cocidos en agua de mar extraída del mismo entorno, congelados y transportados en camiones refrigerados hasta su destino. Este proceso permite conservar el sabor y las propiedades nutricionales del molusco.
La compañía lleva invertidos cerca de US$ 10 millones en líneas de cultivo, embarcaciones, plataformas de trabajo para cosecha y siembra, además de la creación de un hub operativo en Almanza, localidad ubicada a 75 kilómetros de Ushuaia. En total, el plan de inversiones prevé un desembolso de US$ 17 millones con el objetivo de consolidar el desarrollo del proyecto y expandir la capacidad productiva.
El crecimiento del emprendimiento contempla la instalación de una mayor cantidad de líneas de captación y engorde, lo que permitirá aumentar progresivamente la producción y mejorar la competitividad del sector.
Una apuesta con apoyo del sector público
Desde Newsan Food destacan el respaldo institucional recibido para llevar adelante esta iniciativa. Fabio Delamata, gerente de la compañía, subrayó el trabajo conjunto con distintos organismos para lograr el desarrollo del proyecto. "Es un proyecto ambicioso y parte de la ampliación de nuestra matriz productiva, que comenzó con la comercialización de truchas y langostinos. Hemos trabajado junto a la provincia en la investigación de bancos naturales de mejillones y esperamos que las condiciones biológicas nos acompañen", señaló.
El ejecutivo explicó la complejidad del cultivo de mejillones y la importancia del conocimiento técnico en el proceso. "Es como tener un campo bajo el agua. Hay que entender las corrientes, conocer cada etapa del ciclo biológico y desarrollar mucho conocimiento en el proceso. Por eso queremos agradecer a SENASA, al Gobierno Nacional y a la autoridad pesquera, que nos han brindado un gran apoyo", afirmó.
Competencia regional y perspectivas de mercado
El mercado global del mejillón tiene precios que oscilan entre los 2 y 4 dólares por kilo, lo que exige grandes volúmenes de producción para lograr rentabilidad. A nivel regional, Chile lidera la industria con una producción anual de 4.200 toneladas, exportadas a diversos mercados. En la Argentina, el consumo interno se encuentra entre 300 y 400 toneladas anuales, un volumen hasta ahora abastecido íntegramente por importaciones.
Con este escenario, la estrategia inicial de Newsan Food se orienta a sustituir la importación de mejillones con producción local. La compañía proyecta que, a medida que el cultivo escale, podrá expandir su presencia en mercados externos y transformarse en un actor clave en la exportación de moluscos.
El impacto económico de la iniciativa también se refleja en la generación de empleo y el desarrollo de infraestructura en Tierra del Fuego. La instalación del centro operativo en Almanza no solo refuerza la producción, sino que impulsa el crecimiento comercial de la región, potenciando la actividad pesquera y la economía local.