Al mismo tiempo que los grandes jugadores del negocio de apps de delivery deciden salir del mercado argentino, ya sea por una cuestión de clima de negocios o porque no lograron el market share esperado, un emprendedor planea lanzar su versión nacional e incluso dándole una vuelta a la estrategia de los players internacionales. Adan Baliña creó Gula, una aplicación multiservicios con la que quiere salir a competirle a Rappi y PedidosYa desde las ciudades del Interior.
Tras una experiencia incubando un proyecto propio de movilidad en los Estados Unidos, Baliña se mudó a Dubái para continuar desarrollándolo. La idea original era diseñar una plataforma de transporte compartido, sin embargo, explica, no llegó a cristalizarse porque las normas del emirato no acompañan el plan de negocios de la startup. Así fue que AE Investments, la compañía que lo convocó, se reconvirtió en inversora y aceleradora de emprendimientos.
El 'momento Newton' se dio cuando volvió al país para pasar las Fiestas en Tres Arroyos, ciudad en la que vive su familia. “Me di cuenta que allá tenía tantas soluciones tecnológicas y acá no había nada porque las aplicaciones no llegan a las locaciones más pequeñas. Armé un equipo propio y me puse a desarrollar el proyecto”, cuenta Baliña, en diálogo con Forbes Argentina. Para ponerlo en marcha desembolsó US$ 150.000.
En este momento, Gula se encuentra en proceso de captar locales gastronómicos en Tres Arroyos, Olavarría, Necochea y Tandil, aunque, detalla el emprendedor, el modelo de negocios está pensado para incluir la posibilidad de pedir taxis, servicios de mensajería, envíos de supermercados y farmacias y también, en el futuro, unir alumnos y profesores particulares.
“El modelo será similar a la de las otras aplicaciones con un fee fijo por cada venta que hagan los comercios. Lo que sí creo que acá no hay tantos repartidores como en otras ciudades más grandes así que si el negocio tiene su propio delivery podrá asignarles sus pedidos”, explaya. Y agrega: “No voy a dejar de lado las grandes ciudades, pero voy a ir a la inversa. La idea es digitalizar las ciudades”.
Por otro lado, asegura tener todo encaminado para lanzar también la aplicación en México en locaciones con más habitantes: Veracruz, Querétaro y Puebla. En su primer año de operación proyecta alcanzar ingresos por $ 100 millones.
La pandemia no le permitió volver a Dubái y se quedó en Tres Arroyos trabajando a distancia. Esto le dio tiempo, por la diferencia de horaria, para gerenciar Gula, mientras, a la vez, desarrollaba otro proyecto personal que había quedado trunco hace algunos años.
En 2016, con 22 años, Baliña había anunciado que tenía entre manos un emprendimiento para producir una billetera inteligente. La idea surgió luego de que el perdiera la suya durante su etapa como estudiante de Ingeniería en Sistemas en la Universidad Nacional del Centro, ubicada en Tandil. No obstante, el plan no prosperó. “Tenía la tecnología, el prototipo y al final me di cuenta que era algo muy caro de vender en Argentina. Iba a costar como US$ 90 o US$ 100”, rememora.
Ahora, decidió darle un giro. De una billetera con cierre electrónico, bluetooth y geolocalizador pasó a ser un tarjetero automático que contiene un plástico, que simula ser una tarjeta de crédito, con GPS y conexión a un teléfono celular. “La idea es hacer un partnership con alguna billetera electrónica para que ellos vendan la billetera física con su tarjeta incluida”, afirma. Para esto invirtió US$ 60.000 y fabricó 1000 unidades.
“Va a costar alrededor de $ 6000 y pensamos comenzar primero por Argentina y luego expandirnos por América latina”, asevera. El lanzamiento de Priv sería a fines de marzo.