En qué consiste el acuerdo que firmó Tetra Pak con Genneia para recibir energía renovable
Florencia Radici Forbes Staff
Desde noviembre, la planta de material de envase que Tetra Pak posee en La Rioja, Argentina, se abastece en más de un 50% de energía verde proveniente de diferentes parques eólicos construidos y operados por Genneia. Este acuerdo considera un suministro de energía renovable por cinco años, que equivale a un consumo anual de 6.156 MWh, los cuales representan más de la mitad del consumo estimado de la planta que anualmente produce 3.500 millones de envases para el consumo de alimentos y bebidas en Argentina, y que además exporta a países como Chile y Uruguay.
“Con este acuerdo reconfirmamos nuestra prioridad estratégica de impulsar una transformación sostenible en la industria, basado en una producción y consumo responsable, que nos permitirá avanzar hacia nuestra meta de cero emisiones para 2030 y cero emisiones netas en toda la cadena de valor para 2050”, señala Javier Quel, director general de Tetra Pak Cono Sur.
Por su parte, Bernardo Andrews, CEO de Genneia, complementa: “Estamos orgullos de poder brindar energía limpia para la producción de envases de Tetra Pak a través de nuestros parques, ya que nos permite como país seguir avanzando en un cambio ambicioso, beneficioso y cada vez más sólido en materia de energías renovables y descarbonización de los procesos industriales”.
Genneia, generador número uno del sector renovable, cuenta con una potencia de 784 MW en energía eólica y supera los 866 MW de energía renovable al considerar su parque solar Ullum (82 MW) ubicado en la provincia de San Juan. La energía verde que le provee a Tetra Pak proviene del Parque Eólico Villalonga, ubicado en Buenos Aires; del Parque Eólico Pomona, de Río Negro; y de los parques eólicos Rawson y Chubut Norte, situados en Chubut.
“Vemos el mercado de energía BtoB como nuestra principal fuente de crecimiento en el mediano plazo. Tenemos la vocación de hacer esto en un mercado donde era difícil hacerlo. Tenemos que garantizarles a nuestros clientes que no solo somos el proveedor más económico, sino que hoy se ve un fenómeno que no se veía hace décadas, que la energía renovable es más competitiva que la convencional. No es que le pedimos a Tetra Pak que haga un esfuerzo en pos de la naturaleza o el planeta a un costo. Por cuestiones de eficiencia, de escala y competitividad, van a seguir siendo un proveedor de sus propios productos competitivos porque la energía va a ser también en ese sentido competitiva”, asegura Andrews.
Por su parte, Quel complementa: “Exacto. No estamos comprando energía verde más cara. El costo es menor de lo que pagábamos por la energía convencional. Son unos US$ 360.000 anuales de inversión en energía”.
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¿Cuál es su visión y estrategia de sustentabilidad?
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JQ: Tetra Pak se centra en cuatro áreas clave para alcanzar cero emisiones netas de GEI: disminuir las emisiones relacionadas con la energía, a través de la realización de mejoras en la eficiencia energética, instalación de energía solar fotovoltaica y/o compra de energía renovable; asociándose con proveedores y otros aliados a lo largo de la cadena de valor para reducir significativamente la huella de carbono; acelerando el desarrollo de su portafolio de equipos y envases para impulsar una economía circular baja en carbono y ayudar a sus clientes a alcanzar sus objetivos de reducción de emisiones; y desarrollando cadenas de valor de reciclaje sostenibles, a través de la colaboración con clientes, empresas de gestión de residuos, recicladores, municipios y asociaciones para que todos los envases de cartón se puedan recolectar para ser reciclados. En este marco, por ejemplo, estamos planeando inversiones en la fábrica de La Rioja y, a futuro, nos gustaría poder sumarle paneles solares.
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En Argentina hoy hay 15 fábricas que reciclan nuestros envases; reciben el envase, obtienen papel y un residuo de polietileno y aluminio que luego se usa para hacer placas. La pandemia hizo que bajara bastante el reciclado; el año pasado fue entre 10% y 15% nada más de los envases que se consumen, bajísimo, así que queremos llegar a niveles muchísimo más altos. Nuestro objetivo final es hacer el envase más sustentable del planeta. Eso va a significar un envase que probablemente no tenga aluminio. Hoy el cartón es un 75%; estimamos que va a ser un 90% y el otro 10% será polietileno verde, obtenido a través de fuentes renovables. Es hacia donde vamos como compañía.
BA: Somos una compañía como la que representa Javier, que tiene conciencia sustentable, pero al mismo tiempo hacemos sustentables a otras compañías. Genneia financió su deuda a largo plazo en el mercado de capitales con el primer bono verde internacional, que tiene un conjunto de compromisos que son muy serios. Estamos terminando la vida útil de un conjunto de contratos y plantas térmicas en el interior de la provincia de Buenos Aires y el litoral. Nuestro compromiso con la generación renovable es un compromiso un poco más agresivo que el objetivo medio de la continuidad. Genneia va a ser la compañía a nivel regional, y hasta en el continente americano, de menor generación de CO2 por unidad de producción.
Además, estamos emitiendo nuestro primer reporte de sustentabilidad. Sustentabilidad para nosotros es obviamente la parte ambiental, pero también nuestro approach social respecto de cómo hacemos los proyectos y entendemos el impacto de los proyectos en las comunidades y el diálogo que tenemos con las comunidades. Somos extremadamente disciplinados pero esa disciplina no la asumimos como un castigo, sino como parte de nuestra vocación. Y tenemos la ventaja de tener un tercero que nos marca el camino, y esos compromisos no son algo que prometemos y olvidamos, sino que son monitoreados.
¿Cómo ven hoy la sustentabilidad en la Argentina y cuáles son los principales desafíos para que siga profundizándose? ¿Cómo se combina con las urgencias del corto plazo?
JQ: Es cierto que hoy no está entre las prioridades de la mayor parte de los empresarios y las empresas en la Argentina. Pero sí me sorprendí mucho cuando estábamos participando de la licitación con Genneia de ver los clientes que ya tienen y la demanda que están teniendo. La tendencia en general es a que sean empresas multinacionales, pero uno ya puede ver un montón de empresas locales grandes también comenzando a hacer cosas por el medioambiente. Si vemos hacia atrás, era más querer cumplir con las regulaciones, pero hacia adelante es ser parte de la comunidad y el planeta, y cuidarlos. La Argentina tiene una coyuntura especial, entonces está un poquito más atrás que otros lugares. Si hubiera algunos incentivos por parte del Gobierno tanto para las empresas como para los particulares, sería buenísimo y se aceleraría el desarrollo. No tengo ninguna duda.
BA: Si tenés los incentivos apropiados, acelerás una conversión. En países subdesarrollados, las prioridades sobre las que se aplican los recursos gubernamentales también son clave. Somos muy celosos de tratar de darles a nuestros clientes lo que nos podemos basar por nosotros mismos. Prefiero explicar las condiciones del negocio y en el tiempo mejorarlo. Pero hay formas de apoyar a la industria y a la sustentabilidad que no implican un compromiso económico del Gobierno. Es un privilegio ver a las multinacionales en la Argentina en el liderazgo desde sus políticas, implementándolas y sin hacer dumping ecológico, trayendo educación y disciplina.
El grado de adopción tiene mucho más que ver con esa disciplina corporativa que con las condiciones económicas, porque al final las pymes o empresas locales menos desarrolladas van a tener que hacer el catch up. Me da la impresión que hay que ser empático con el contexto, y en ese contexto la Argentina tiene todo para ganar. A nivel recursos naturales, en temas renovables, es impresionante el recurso en la Argentina, tanto en energía eólica como solar, por ejemplo. Ahora, energía es uno de los elementos de la sustentabilidad global.
En el resto de los temas Argentina sigue corriendo de atrás a los países más avanzados. Pero soy muy optimista.
JQ: Lo mismo ocurre con el consumo de agua. La producción de alimentos es intensiva en consumo de agua y cada vez más las multinacionales, nuestros clientes, nos compran equipos para reciclar con filtros el agua y bajar el consumo de agua. Encontramos el esquema de financiación que hace que te ahorres el costo, entonces la empresa local lo piensa. Es algo parecido a lo que descubrimos con Genneia, que no es más caro.
