Iniciar una empresa no es fácil, se requiere mucho más que buenas ideas y sueños para llegar al éxito. Sin embargo, se trata de un riesgo que luego de la pandemia muchos decidieron afrontar con tal de no continuar con un trabajo en relación de dependencia.
“En un mundo en constante y rápido cambio, la única estrategia que te garantiza que fallarás, es no tomar riesgos” fue la frase con la que el multimillonario Mark Zuckerberg inspiró a cientos de jóvenes a enfocarse y visualizar negocios que prosperen con el tiempo.
Juan Manuel Santos es un empresario autodidacta que fundó en 2012 una compañía dedicada al retail y distribución de bebidas masivas llamada Taldo. A su vez, es socio-gerente de la productora y exportadora de granos Terri Citrus y vicepresidente de UNAJE Nación, la organización que busca potenciar a jóvenes empresarios utilizando herramientas de networking , capacitaciones y articulación con el sector público e institucional.
“En la Argentina, para emprender se deben establecer objetivos alcanzables a corto y largo plazo, definiendo una estrategia flexible que pueda amoldarse a los desafíos que se presenten. No son los factores duros los que aseguran el éxito, sino los blandos, en mi escala de valor siempre las personas primero. A veces, los emprendedores fracasamos cuando 'la pasión supera a la razón', ya que el entusiasmo de emprender puede darnos una visión sesgada de la idea o proyecto. Es ahí cuando intervienen organizaciones como Unaje que nos impulsan a crear con profesionalismo, sumado al acceso de una nutrida red de contactos que pueden acortar el camino”, afirma Santos.
UNAJE es la Unión Argentina de Jóvenes Empresarios, una red de más de 500 empresas en la Argentina lideradas por personas entre 18 y 40 años. Se trata de una organización multisectorial, no partidaria, que aspira a romper con algunas fronteras en el sector empresarial y conocer la realidad de diferentes industrias.
Una de las cuestiones principales que se plantean, no solo en UNAJE, sino entre los emprendedores en general en el país, está vinculada al sistema impositivo y laboral. Estadísticamente, el 80% de los emprendimientos fracasan antes de los 2 años, pero para el empresario Juan Manuel Santos existen muchas vías para bajar esa tasa de mortalidad, entre ellas destaca la importación y exportación de insumos, mayores acuerdos de libre comercio e inversiones en Infraestructura en términos de conectividad y logística. El transporte representa entre el 4% y 10% del precio de venta, duplicando los valores promedio de las economías avanzadas de la OCDE (Organización para la cooperación y desarrollo económico).
Cuando se habla de las empresas tecnológicas la historia es diferente. La gran mayoría de los emprendedores en el mundo digital se vieron impulsados a un crecimiento como consecuencia de la gran demanda de sus productos y servicios online. El mercado presentó nuevas oportunidades y muchos de ellos supieron captarlo, se reinventaron gracias a las ventajas del e-commerce.
“La Argentina cada vez cuenta con un ecosistema emprendedor más consolidado, que brinda capacitación, inversiones y sobre todo, comunidad para los emprendedores/as. Pero la incertidumbre económica del país es un gran desafío a sortear y hay varios casos de emprendedores/as que decidieron volver al empleo en relación de dependencia o exportar sus productos o servicios”, sostiene Valeria Viva, Ingeniera en sistemas especializada en Innovación y DEI (Diversidad, Equidad e Inclusión), quien trabaja para contribuir a reducir las brechas de desigualdad en la intersección entre tecnología, innovación y educación.
En la Argentina, el 23% de las personas adultas emprende (Global Entrepreneurship Monitor (GEM). Cada vez se crean más emprendimientos en la llamada industria del conocimiento, con un incremento del 23,5% en 2022 (Secretaría de Innovación de Jefatura de Gabinete de la Nación), esta industria abarca: Inteligencia artificial, robótica, internet de las cosas, Software, servicios informáticos y digitales; Producción y posproducción audiovisual; Biotecnología, neurotecnología e ingeniería genética, entre otras.
Pero no todas las personas que deciden trabajar por su cuenta son emprendedoras. Un/a emprendedor/a es una persona que crea un negocio, tomando riesgos y con un claro propósito, más allá del autoempleo y pensando en un crecimiento escalable. En cambio un freelance es una persona que trabaja por cuenta propia ofreciendo su tiempo como servicios puntuales a sus clientes.
En nuestro país hay más emprendedores que emprendedoras (54% de varones y 46% de mujeres, según el GEM), pero la principal diferencia radica en las áreas en las que se emprende. La mayoría de las mujeres emprendedoras lo hacen en comercios minoristas, gastronomía e indumentaria. Cuando vamos a emprendimientos tecnológicos en promedio solo un 15% es fundado por mujeres (Startup Genome), y esta brecha puede ampliarse con la aceleración tecnológica.
Debido a estas cifras, para la ingeniera Viva reducir las brechas digitales se vuelve cada día más urgente, desde las políticas públicas, el sector privado y la sociedad civil. Considera que si bien la incorporación de mujeres en carreras STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) aumenta, no lo hace al ritmo del mercado: “Solo el 12% de las mujeres universitarias de Argentina elige una carrera STEM (Chicas en Tecnología, 2022) y esto repercute también en los emprendimientos”, afirma.
La incertidumbre y preocupación principal que se genera entre los emprendedores pareciera rondar principalmente en torno a la presión tributaria, a los inconvenientes financieros de comercialización, a la inflación y a los cambios políticos y económicos que generan inestabilidad.
Virginia Mulki, abogada y especialista en Comercio Internacional y Derecho Aduanero, afirma que “la Argentina necesita urgente un programa de planificación de política de comercio exterior y fomento a la exportación”. Se sabe que las exportaciones son el ingreso genuino de divisas al país, pero aún sigue existiendo una carencia de políticas adecuadas que fomenten a una pyme o emprendedor a comenzar o sostenerse en el mercado exterior, según la voz de la abogada.
Agrega además que en los últimos años se han creado programas de fomento como el “Régimen exporta simple”, pero con limitaciones que desnaturalizan el objetivo de la herramienta, “Hay muy pocos prestadores de servicio postal autorizados y a menor competencia se encarece el costo del servicio, sumado a que es un régimen que se limita a la vía aérea -y no desde cualquier aeropuerto”.
Desde emprendedores hasta grandes empresarios comparten la misma problemática según la visión y análisis de Mulki: “En una economía en donde la exportación se liquida a un dólar oficial que guarda una brecha del 100% respecto al dólar libre, la exportación resulta deficitaria si no se apela al volumen, siendo que está constituye otra limitación al régimen, ya que reconoce un límite bajo por operación (aumentando el costo logístico) y un límite anual en valores que no contempla variaciones de costos”.
Más allá del panorama y la situación actual del país, los emprendedores buscan sortear las dificultades y para ello es recomendable buscar asesoramiento, alianzas y respaldo en expertos en las diferentes temáticas.