Empezaron con una rotisería en Once y hoy tienen una empresa que produce y entrega 200.000 almuerzos corporativos por mes
Andrés Kleinman y Lucas Goldin fundaron Grupo Tronchetto, una empresa de soluciones gastronómicas para empresas con las marcas Social Lunch y Sous Chef, que proyecta facturar US$ 15 millones este año.

Hace 15 años, Andrés Kleinman y Lucas Goldin, amigos del colegio y del tenis, tenían 25 años y decidieron emprender juntos. La oportunidad fue un local en Corrientes y Pasteur. Hicieron brainstorming y se decidieron por el rubro gastronómico. Previa investigación de mercado, detectaron que había pocos lugares de venta de comida al mediodía, pero al mismo tiempo había mucho caudal de gente de paso. Así que en 2010 pusieron manos a la obra (literalmente, porque ellos mismos cargaron los ladrillos de la obra) y en ese local de 30 m2 pusieron un mostrador para take away. Se llamó Tronchetto, el origen de lo que hoy es Grupo Tronchetto. Los augurios fueron buenos desde el primer día, que los visitó la hermana de Goldin, hoy casada con Kleinman.

La estrategia fue la de precio bajo, mucho volumen y buena calidad, con foco en productos al paso y de fácil despacho, como sandwiches y medialunas. "Nos empezó a ir muy bien y de repente teníamos 30 personas trabajando -tuvimos que alquilar una oficina al lado para usar de call center- y despachábamos 300 pedidos de delivery por día", recuerdan los emprendedores. Así, en 2013 abrieron un segundo local, en Carlos Pellegrini y Córdoba, ya de 500 m2, que funcionaba como punto de venta y centro de producción. Al año siguiente, incursionaron en la producción y venta de medialunas: llegaron a repartir más de 1.000 docenas por día.

En sus inicios, Grupo Tronchetto tenía un local en Once.

Detectaron el nicho de la gastronomía corporativa porque varias empresas se acercaban a pedirles platos para todos sus empleados. Por eso, en 2016 lanzaron la marca Social Lunch y empezaron el proceso de profesionalización y escala. A fines de 2019, vendían 3.500 comidas por día y se estaban quedando por espacio. Así que se la jugaron y alquilaron una fábrica de 3.000 m2 en Tigre. Pero empezó la pandemia y pasaron, de un día para el otro, a despachar solo 300 viandas diarias. "Fue un baldazo de agua fría y empezar a remar en dulce de leche. Tuvimos que terminar la obra y mudar las operaciones en plena pandemia. Nos endeudamos para sobrevivir. Pero mes a mes empezamos a crecer y pudimos lograrlo", recuerdan los emprendedores.  

Hoy, Grupo Tronchetto es una empresa de soluciones gastronómicas con más de 200 empleados que proyecta facturar US$ 15 millones en 2025 a través de sus dos marcas, Social Lunch y Sous Chef. Por mes, pasan 150.000 kilos mensuales de comida por la planta de producción. Así, procesan alrededor de 1,8 millones de kilos de comida por año.

Social Lunch es un servicio BtoB que reparte más de 200.000 comidas por mes a empresas como AmEx y DHL, entre tantas otras. Tienen más de 200 clientes que, para sumarse, deben consumir más de 25 comidas por día. Los empleados pueden hacer los pedidos vía web o a través de la aplicación. Allí, eligen entre más de 45 opciones diarias que Grupo Tronchetto reparte en cada locación en forma de viandas termoselladas y etiquetadas.

Los empleados pueden elegir entre 45 opciones de almuerzo en la app de Social Lunch, una de las unidades de negocio de Grupo Tronchetto.

La otra unidad de negocios es Sous Chef, negocio que surgió con ellos mismos siendo sus propios clientes. Es que, en la planta, hacían la semi elaboración de las comidas, entonces se dieron cuenta que podían ofrecer el servicio para hoteles, restaurantes, caterings y otras industrias. "Vendemos comida 5° gama, que son comidas cocidas. Por ejemplo, proteínas en cubos o enteras, salsas, guisados (como arroz con pollo o guiso de lentejas), purés y rellenos para empanadas y tartas. El mayor caso de éxito de Sous Chef es Social Launch", dicen los emprendedores.

El foco, este año, es hacer crecer la unidad de negocios de Sous Chef. Una de las ventajas es que, como los productos tienen un promedio de vida útil de 30 días, pueden expandirse a nivel nacional. "Queremos crecer en el país y no descartamos, a futuro, empezar a exportar. Estamos haciendo inversiones en la planta para seguir aumentando la capacidad productiva y sumar más tecnología. Se viene un buen año. Las empresas ven este beneficio para sus empleados como una herramienta de retención y como una forma de tentarlos para que vuelvan a la oficina. Esperamos que nuestros clientes contraten más personas y, entonces, nosotros también sigamos creciendo. Además, nos gustaría sumar otros canales, como el supermercado y las estaciones de servicio", concluyen los emprendedores.