En el año de las fintech y las criptomonedas, una de las empresas que se destacaron es Buenbit, emprendimiento liderado por Federico Ogue, CEO (27), y Julián Fraiese, CPO (27). Nació en la Argentina en 2018, originalmente como un broker de criptomonedas, es decir, como una plataforma que solo ofrecía la compra-venta de criptomonedas. Desde allí evolucionó y desarrolló nuevas soluciones financieras con el objetivo de tomar aquellas ventajas que proporciona el mundo cripto, aprovechar las ventajas de las finanzas tradicionales y conectar esas ventajas de ambos mundos para construir un ecosistema que resuelve de manera sencilla problemas concretos que tienen los latinoamericanos en las finanzas del día a día.
En 2017 detectamos la necesidad de un sitio confiable para la compra-venta de bitcoin. Amigos y familiares empezaron a interesarse cuando el bitcoin subió de US$ 1.000 a US$ 20.000, y decidimos desarrollar un sitio web para poder comerciar de manera sencilla y rápida criptomonedas. En ese momento las alternativas eran escasas y ante esa necesidad fue que creamos Buenbit, para dar acceso a un mercado nuevo y que cualquier persona o empresa pudiese operar en una plataforma de una forma transparente y segura, explica Ogue.
Fraiese es Ingeniero en Sistemas de Información por la Universidad Técnica Nacional (UTN) y trabajó como administrador de sistemas de información, bases de datos e implementación de infraestructura. Por su parte, Ogue es licenciado en Economía por la Universidad de San Andrés y, antes de fundar Buenbit, trabajó en investigación de mercado, análisis de negocios y desarrollo de modelos y proyecciones financieras para empresas de telecomunicaciones e internet. Pero su primer emprendimiento lo encaró a los 13 años, cuando creó un sitio de venta de juegos de Playstation 3.
Hoy, ambos coinciden que una de las claves del éxito de este emprendimiento que lleva casi US$ 400 millones operados es haber creado un servicio que le sirva a la gente, pensar en los problemas de las personas e idear soluciones para esos problemas.
El diferencial de Buenbit tiene que ver con que buscamos ser una suerte de curadores entre todas las alternativas que hay disponibles dentro de las finanzas descentralizadas (DeFi) y de las finanzas tradicionales, y seleccionamos aquellas que consideramos que resuelven un problema concreto para transformarlas en soluciones simples y accesibles para que cualquier persona las pueda usar, apunta Ogue.
La plataforma tiene una tarjeta prepaga, ofrece préstamos colateralizados en cripto y acerca el concepto DeFi al usuario final, sin costos de transacción. En este contexto, el modelo de negocios está basado en la diferencia de precio entre el valor de compra y venta de las criptomonedas (spread cambiario). La financiación del emprendimiento provino del lugar menos pensado: de un jefe laboral.
El capital semilla lo obtuvimos gracias al jefe de la empresa de tecnología en la que trabajábamos. Le pedimos los US$ 100.000 necesarios para comenzar y afortunadamente confió en nosotros. En julio de este año recaudamos más de US$ 11 millones en una ronda de inversión Serie A muy destacable porque fue una de las más grandes a nivel Argentina y a nivel latinoamericano en cuanto a cripto, agrega Ogue.
La economía argentina suele ser condenatoria con muchos proyectos, pero a la vez habilita negocios en muchos otros. Paradójicamente, el cepo de los US$ 200 en 2019 fue el punto de inflexión para lo que hoy es Buenbit.
Ahí fue cuando tuvimos que plantearnos cómo seguir ayudando a la gente a que pueda ahorrar, a que pueda seguir protegiéndose de la devaluación y de la inflación. Y encontramos la solución en las criptomonedas estables. Las más conocidas son bitcoin (BTC) y ether (ETH), pero son muy volátiles. Y están las stablecoins, como DAI, que es una moneda digital que mantiene su valor 1-1 contra el dólar. Hay sistemas sofisticados complejos por detrás que son muy seguros y que mantienen ese precio. Eso era lo que teníamos que ofrecerles a los argentinos, que históricamente han preferido el dólar como moneda para resguardar valor. Planteamos una interfaz muy fácil de usar, con un servicio muy rápido y sencillo, para que los usuarios puedan acceder al DAI con una experiencia de uso muy parecida a un dólar pero que en realidad es un criptoactivo, afirma Ogue.
Hacia adelante, Buenbit espera que el equipo de trabajo y colaboradores crezca de 200 a 400 personas, abrir operaciones en Brasil, Colombia y Chile, y posicionarse como líderes en Perú y México.
*Por Marysol Antón y Leandro Africano