En el marco de su 30° aniversario en Argentina, Ángela Pinhati, directora Global de Sustentabilidad de Natura, presentó la estrategia de regeneración de la compañía y su plan de descarbonización del negocio. Como contexto, el 2023 fue el año más caluroso registrado en la historia: se registró una temperatura que supera los niveles preindustriales por 1,48º, muy cerca del límite que planteó el Acuerdo de París. La crisis climática se agrava y se expresa en distintos fenómenos como olas de calor, sequías, inundaciones e incendios. Natura, entonces, parte del objetivo de restaurar y reequilibrar los sistemas naturales y sociales de los que depende la humanidad para avanzar en sus próximos pasos: la regeneración.
En este camino, la descarbonización del negocio está en el corazón de la estrategia. Con el objetivo de reducir el 90% de las emisiones de sus procesos hacia 2030 y el 42% de las que corresponden a sus cadenas de valor, la marca construyó este plan, basado en tres pilares: construir resiliencia, mitigando los riesgos climáticos a través de soluciones basadas en la regeneración; descarbonizar el negocio, en línea con el Acuerdo de París en base a 6 focos: operaciones, fórmulas, envases, logística, revista y productos no cosméticos; y llevar adelante una transición justa y equitativa, de la mano de una regeneración amplia de la sociedad y de la naturaleza.
La compañía ya está aplicando soluciones regenerativas dentro de su negocio. En el ámbito social, a través de la venta directa, que genera oportunidades para más de 4 millones de personas en Latinoamérica. Con respecto a la regeneración ambiental, por ejemplo, generó un sistema agroforestal (SAF Dendé) para la producción de aceite de palma para sus cosméticos. Así, se pasa de un monocultivo donde la palma se cultiva sola a un sistema agroforestal donde se cultivan más de 15 especies nativas en conjunto con el Dendé de manera que se regenera el suelo. Este proyecto, que inició con 18 hectáreas, ahora es de 182 hectáreas y cuenta con la participación de más de 20 productores locales.
¿Por qué decidieron enfocarse en la regeneración?
La crisis climática es un hecho y la degradación ambiental, la deforestación y la desigualdad social son solo algunos de los problemas mundiales más urgentes. Este escenario nos muestra que no es suficiente con mitigar el impacto que generamos o incluso neutralizarlo, como se creyó hace unos años, sino que tenemos que dar un paso más para cambiar las cosas y ofrecerle al planeta y a las personas soluciones regenerativas. Esto implica restaurar y reequilibrar los sistemas naturales y sociales de los que dependemos. Es una evolución al concepto de sustentabilidad que busca abordar la restauración de lo que ya fue degradado o extinguido por la acción humana. Si bien venimos trabajando desde hace 20 años en soluciones regenerativas, reenfocar nuestra estrategia nos permitirá dejar el planeta en mejores condiciones que en las que lo encontramos y devolverle a la sociedad la licencia que nos da para operar: desde nuestra forma de hacer transformando productos, acciones y comportamientos y generando nuevas capacidades.
¿Qué significa en lo concreto?
Significa tener la oportunidad de transformar desafíos socio ambientales en oportunidades de negocios y, partiendo de esta base, formar un círculo virtuoso en el que todos ganamos: las comunidades, las consultoras, la empresa y la naturaleza. Implica restaurar y reequilibrar a los individuos, las comunidades, la naturaleza y las relaciones entre ellos. Es este concepto, este nuevo software cultural, el que buscamos instalar y transmitir día a día en la compañía..
¿Cómo están impactando y aplicando cada uno de los pilares?
Parte de este camino de soluciones donde profundizamos en alternativas desde nuestro modelo de negocios es la estrategia de descarbonización que trazamos desde nuestro Plan de Transición Climática, que se apoya en tres pilares fundamentales: construir resiliencia, mitigando los riesgos climáticos a través de soluciones basadas en la regeneración; descarbonizar en base a 6 focos: operaciones, fórmulas, envases, logística, revista y productos no cosméticos, y llevar adelante una transición justa y equitativa, de la mano de una regeneración amplia de la sociedad y de la naturaleza.
Desde hace 20 años desarrollamos soluciones regenerativas orientadas en la conservación de la Amazonia. Nuestro sistema agroforestal desarrollado en Saf Dendé es un ejemplo donde aplicamos este primer foco. Tenemos el objetivo de llegar a 2030 con 40.000 hectáreas plantadas. Otro importante proyecto donde trabajamos en soluciones regenerativas es la producción nacional de la línea Tododia de cuidado corporal que implica el desarrollo de una cadena de valor local. Entre 2024 y 2025, se recuperarán 90 toneladas de plástico de Argentina para producir localmente 600.000 unidades del hidratante corporal Tododia de 400 ml. Su producción será a base de PET reciclado cristal y la materia prima de esta línea, que antes era traída de Brasil, a partir de este año será producida en el país.
De cara al pilar de descarbonización, destaco su implementación en nuestros productos: para los perfumes utilizamos alcohol orgánico y en gran parte de nuestro portafolio promovemos el consumo consciente hacia la comunidad mediante envases eficientes elaborados con plástico verde, plástico pet y vidrio reciclados post consumo, recuperados de las costas, ríos y playas de Brasil. Por último, abordamos nuestras prácticas en grupos específicos como las comunidades ribereñas, promoviendo soluciones que vinculen los derechos humanos con el desarrollo.
¿Qué significa la regeneración en el aspecto social?
Hacer negocios de forma regenerativa va más allá de las prácticas aplicables a la producción agrícola y a la recuperación de suelos y bosques, porque los factores humanos y sociales son inseparables de los retos medioambientales y son esenciales para una regeneración también social. Debemos lograr agendas que combinen ambos desafíos. En nuestro caso, hace más de 20 años desarrollamos soluciones regenerativas y la regeneración social por ejemplo, se da a través de nuestro modelo de negocios que implica una renta para más de 3 millones de personas en Latinoamérica y 300.000 en Argentina. Estas personas encuentran en la venta directa una oportunidad de crecimiento, emprendimiento, independencia económica y desarrollo profesional. Por otro lado, Creer para Ver, nuestra única línea no cosmética, representa también la regeneración social. A partir de su venta no ganan ni la compañía ni las consultoras, sino que todo lo recaudado se destina a la implementación de políticas públicas para mejorar la educación del país: estamos generando impacto positivo en 8 provincias de Argentina e impactando a más de 160.000 alumnos. Esto es clave en un país donde 1 de cada 3 estudiantes de 3° grado no comprende lo que lee.
¿Es importante que esto sea algo que trascienda a Natura?
Es fundamental porque no hay otra manera de lograrlo que haciéndolo con otros porque la regeneración necesariamente es en red. Debemos crear nuevas capacidades, por encima de los costos: solo así podremos garantizar el futuro de la sociobiodiversidad, de las comunidades y de nuestros negocios. Tenemos que impulsar la cooperación a través de alianzas estratégicas que generen transformaciones positivas y, al mismo tiempo, nos permitan mejorar nuestras formas de hacer.
¿Cuáles son los próximos pasos?
Necesitamos generar soluciones regenerativas e impulsar economías bajas en carbono, entender que todo lo que hacemos genera un impacto para ver qué hacemos con eso. Es un cambio de mirada para garantizar una mejor manera de hacer las cosas impulsando el bienestar en los contextos en los que operamos. Esto es lo que realmente nos convierte en competitivos con una mirada hacia el futuro, poniendo capacidades sobre costos. Debemos incorporar en nuestras agendas este enfoque holístico e integral para construir una mejor versión del planeta de la que tenemos hoy. América Latina tiene enormes oportunidades en materia de descarbonización de las economías y ya somos muchas las empresas que nos hemos comprometido a una jornada Net Zero. Si bien queda mucho camino por recorrer, esto nos demuestra que el primer paso ya lo dimos. Si estamos dispuestos a vulnerabilizar nuestras compañías para mirar nuestros grises y actuar sobre ellos, podemos apostar a seguir superándonos y construir un futuro mejor.