Hace muchos años Henry Ford dijo, el negocio debe tener beneficios ya que de lo contrario muere, pero si tratas de gestionarlo solo en base a beneficios, entonces morirá porque no tendrá propósito.
En este sentido, según un estudio realizado por Zeno Group en 2020, el 94% de los consumidores recompensan a las empresas que tienen un propósito claro y sólido, mientras que el 85% de los millennials promueven la cultura de la cancelación para aquellas que no cuenten con uno.
¿Qué significa para una empresa establecer y orientarse a la consecución de un propósito? Es accionar más allá de sus productos y servicios, con una visión integradora y altruista que nos permite alcanzar objetivos de bienestar común.
Desde hace un tiempo venimos experimentando territorios y cuestionamientos derivados de las inconsistencias mostradas por el modelo de desarrollo propuesto por la sociedad industrial.
Estos cuestionamientos (sociales, económicos y ambientales) se aceleraron a partir de la disrupción generada por la pandemia, que por un lado profundizó desigualdades y por el otro nos obligó a repensar nuestras formas de vivir, trabajar y hasta operar en el caso de las compañías.
Es aquí donde los líderes deben guiar a sus equipos al establecer un propósito único y diferenciador que profundice el conocimiento de sus stakeholders, motivando e inspirando a través de su protagonismo una construcción colectiva y que a la vez sea una guía para el día a día.
En un mundo líquido en constante cambio, es importante tener algo en que creer y valores a los que aferrarse frente a los desafíos cotidianos. El propósito es una base sólida sobre la que estamos en el presente pero que nos guía hacia el futuro de manera clara y ordenada.
Pensar abiertamente, de forma creativa y despojada de nuestros sesgos tradicionales nuestra contribución a hacer del mundo un lugar más justo y sostenible, es un ejercicio que puede impulsar transformaciones de manera sólida y objetiva, formalizando conceptos relevantes para nuestra estrategia de negocio. El propósito abre camino al futuro, y por ello debemos motivar a nuestros equipos a reflexionar sobre pequeños cambios que individualmente podamos adaptar para generar una gran sinergia colectiva.
Nuestro propósito está orientado a desarrollar soluciones concretas para resolver el déficit habitacional, interactuando con organizaciones de distintas naturalezas y ámbitos de conocimiento liderando la transformación tecnológica del sector de la construcción, que además de ser un proceso indetenible acerca significativamente el sueño de acceder a una vivienda digna para todas las personas de buena voluntad que quieran habitar el suelo argentino.