Existen dos opciones: o Canelo Álvarez sabe lo que vale y no aceptará ni un centavo menos, o realmente no quiere pelear con Terence Crawford y está poniendo intencionalmente un precio fuera de todo alcance.
El lunes, después de un evento de prensa para promover su próxima pelea con Edgar Berlanga el 14 de septiembre, le preguntaron a Álvarez sobre la posible pelea con Crawford. Canelo dijo que, "si el dinero es correcto", estaría dispuesto a pelear con Crawford.
El reportero de FightHype le preguntó cuánto dinero haría falta para que peleara con Crawford, mencionando 100 millones de dólares como un pago potencialmente aceptable. Pero Canelo respondió: 150 millones de dólares.
Turki Alalshikh y los poderosos saudíes hicieron las inversiones necesarias para producir las peleas que los fanáticos esperan. Teniendo en cuenta lo que ya se invirtió, es difícil pensar que este precio de venta esté fuera de su alcance.
Sin embargo, la petición de Canelo puede parecer poco sincera, y Alalshikh dejó de lado la posibilidad de contratarlo desde su declaración. El martes a la mañana, Alalshikh publicó en las redes sociales una actualización de sus negocios en el mundo del boxeo, y declaró que ya no quería hacer una pelea con Canelo.
Mientras tanto, el evento Riyadh Season seguirá influenciando el mercado norteamericano. El 3 de agosto, Alalshikh y su equipo produjeron su primera tarjeta en Estados Unidos. Tuvo lugar en el estadio BMO de Los Ángeles y estuvo encabezada por Terence Crawford contra Israel Madrimov por el título WBA super welterweight.
Crawford logró la victoria por decisión unánime, y la pelea podría haber sido el punto de partida perfecto para entablar conversaciones con Canelo. Quizá el precio que pedía el boxeador fue un factor definitivo, o hubo algún otro motivo. En cualquier caso, Alalshikh dice que ya no está interesado en la pelea.
Pero esto es boxeo y las cosas cambian todo el tiempo. Una puerta que aparentemente se cierra el martes puede volver a abrirse la semana próxima. Una fuente del ámbito dijo que no cree que la postura de Alalshikh sea permanente. Lo atribuyó más a juegos mentales y tácticas de negociación.
Dicho esto, se reconoció que Canelo era considerado el próximo rival deseado de Crawford, pero ahora debe analizarse un plan B, incluso si la atención se desplaza finalmente de nuevo hacia la leyenda mexicana. Veremos si algo cambia en los próximos días, pero el resto de su carrera, Canelo podría pasarse peleando contra boxeadores de la talla de Berlanga y otros rivales considerados de segundo nivel.
Nota publicada en Forbes US.