BYD, el mayor fabricante de vehículos eléctricos del mundo, quiere ampliar su presencia en Europa con la construcción de nuevas fábricas en el continente. La estrategia apunta a evitar los elevados aranceles europeos y convencer a clientes todavía escépticos frente a los vehículos eléctricos chinos con sus recientes avances tecnológicos.
La primera planta de BYD en Hungría empezará a producir hacia fines de este año, con una capacidad inicial de 150.000 unidades anuales que luego se duplicará a 300.000. Además, la compañía anunció una segunda fábrica en Turquía, con una capacidad de producción similar, que abrirá sus puertas el próximo año. BYD también anticipó que está evaluando una tercera planta en Europa, aunque por ahora no confirmó su ubicación definitiva. Alemania aparece como favorita para esta tercera fábrica, principalmente porque permitiría evitar el impuesto adicional del 17% que aplica la Unión Europea a los autos eléctricos chinos, además del arancel estándar del 10%.
El banco de inversiones UBS indicó que esta decisión se encuentra en discusión dentro de BYD, debido a los altos costos laborales y energéticos que implicaría instalarse en Alemania.
Por otro lado, BYD confirmó planes para implementar en China un nuevo sistema de carga rápida que, según la compañía, podría competir directamente en velocidad con los surtidores tradicionales de combustible. Aún no se sabe cuándo llegaría esta tecnología al mercado europeo. Además, la automotriz, que hasta hace poco era percibida como rezagada en sistemas avanzados de asistencia al manejo y software de conducción autónoma, anunció recientemente que estas funciones ya están disponibles incluso en algunos de sus modelos más económicos.
BYD está actualmente en el tercer lugar en ventas en Europa, detrás de SAIC, cuyas marcas MG y Maxus lideraron el mercado con algo menos de 70.000 unidades vendidas el año pasado. En segundo puesto se ubicó Geely, propietaria de Polestar, Smart y Zeekr, con alrededor de 57.900 unidades, mientras que BYD alcanzó las 41.000 unidades, según datos de Schmidt Automotive Research. Para este año, Schmidt prevé un fuerte repunte de BYD, anticipando que sus ventas se duplicarán ampliamente, superando las 100.000 unidades.
Para tener una referencia más clara, el líder del mercado europeo es Volkswagen, con ventas por 413.500 unidades, considerando su propia marca además de Audi, Skoda, Cupra/SEAT y Porsche, alcanzando una participación del 21,4%. Tesla se posicionó en segundo lugar con 311.600 unidades vendidas y una cuota del 16,1%, según cifras del mismo Schmidt.
Hace poco, BYD consiguió recaudar unos 5.600 millones de dólares mediante la venta de acciones en la bolsa de Hong Kong, dinero que utilizará para financiar su ambicioso programa de exportaciones. La columna Lex del Financial Times citó a JPMorgan afirmando que las ventas de BYD en China crecerán este año un 30%, llegando a 5,5 millones de unidades.
Sin embargo, la columna Lex remarcó que "la verdadera prueba está más allá de China, ya que BYD estableció un objetivo de exportación agresivo de 800.000 unidades, casi el doble de las ventas en el extranjero del año pasado, una meta que requerirá una mayor aceptación global para lograrla".
Por otro lado, el analista financiero Bernstein cree que la estrategia internacional de BYD será exitosa. "En general, consideramos razonable la justificación de BYD para la colocación de acciones. Desde hace tiempo somos optimistas sobre el potencial de la compañía en el extranjero, respaldado por el sólido crecimiento del volumen de sus vehículos eléctricos e híbridos enchufables en Europa, Latinoamérica y Asia, entre otras regiones", sostuvo Bernstein en un informe.
La nueva tecnología de carga rápida de BYD viene a llenar otro vacío en su portafolio, ya que permite sumar 400 kilómetros de autonomía en apenas 5 minutos, prácticamente lo mismo que tardás en cargar combustible en un vehículo convencional.
BYD presentó su innovadora tecnología de carga rápida de megavatios, que posibilita cargar vehículos eléctricos con una rapidez similar a la de una estación de servicio tradicional. Esta innovación está basada en la flamante "Plataforma Super-E", y gracias a su arquitectura de 1000 voltios y 1000 amperios, alcanza una potencia total de 1000 kW, afirmó Bernstein.
"En general, estamos impresionados con la capacidad de carga rápida, un aspecto en el que BYD se quedó atrás respecto a sus competidores. Consideramos que la rápida implementación a gran escala de cargadores rápidos por parte de BYD es un área crucial de enfoque, ya que es un factor clave para la nueva tecnología de carga", sostuvo Bernstein.
Sin embargo, desde BYD no aclararon cuándo ni si tienen planeado exportar estos cargadores hacia Europa.
Este posible desembarco exitoso en el mercado europeo sería una mala noticia para los fabricantes locales, especialmente teniendo en cuenta la supuesta ventaja del 30% en eficiencia que tienen las marcas chinas. La situación podría complicarse todavía más debido al estancamiento en las ventas previsto para 2025.
"Observamos que, con un mercado europeo estancado, cualquier ganancia de participación de mercado por parte de BYD y (otras marcas chinas) implica pérdidas de participación de mercado para los fabricantes europeos", destacó UBS.
*Con información de Forbes US.