“A mediano plazo, las empresas siempre le ganan al dólar”, dice Ramiro Marra, el broker conocido por sus videos en la red social. Pero admite que hoy es difícil aconsejar otra opción.
Para ser la oficina de un broker, la de Ramiro Marra es, como él, nada convencional. Su despacho de Bull Market en el octavo piso de la Torre Fortabat se destaca por su enorme ventanal, aunque no es la vista que ofrece lo primero que llama la atención sino la cantidad de objetos prolijamente desordenados que se despliegan en el estante de abajo: de un Oculus para ver Netflix a un Jenga, artículos deportivos y hasta un vino de alta gama (sin descorchar). Son regalos. Pero no de sus clientes sino de sus seguidores. Porque Marra es un youtuber. Y su canal, dedicado a la educación financiera, ya tiene unos 100.000 suscriptores, muchos de los cuales le hacen llegar su agradecimiento por los conocimientos y, por qué no, ganancias adquiridas. Sobre su escritorio, repleto de papeles y la típica pantalla, también hay una breve pila de libros. Arriba de todos, el de los fundadores de Singularity, Peter Diamandis y Steven Kotler: Abundance, the Future Is Better Than You Think (Abundancia, el futuro es mejor de lo que pensamos). En la Argentina de hoy, ese título puede a cualquiera.
“Más allá del futuro, este libro es la demostración empírica de cómo el mundo ha mejorado. Y lo primordial de todo es que la variable económica que menos se habla, que es la más importante, es la expectativa de vida”, dice Marra. Fanático de la tecnología, está convencido de que es la mejor herramienta para hacer crecer el mercado. “En los primeros años que trabajé acá, cuando apenas había salido del colegio, yo miraba los precios todo el día. Hasta que empecé a entender que la economía era otra cosa. Y que el mercado era otra cosa. El mercado no se crea a partir de gente mirando precios, sino entendiendo qué hay detrás”, asegura.
Bull Markets nació hace 15 años, cuando Ramiro estaba en 5° año. Es una empresa familiar que crearon sus padres y sus tres hermanos, a quienes ve todos los días en la oficina (lo que hace prescindible el almuerzo de los domingos): “Mi hermano tiene su oficina en la punta, mi hermana acá al lado. Es como en mi casa: cada uno tenía su cuarto, nunca dejé de verlos todos los días”.
Argentina hoy tiene un riesgo que no es normal. Es una locura, como estar hablando del bitcoin.
A los 17 años mirabas precios todo el díá ¿Entonces?
Después empecé a entender. La empresa empezó en la era de las puntocom. A nosotros, como gente joven, nos encantaba internet, la tecnología, y queríamos hacer lo mismo. El tema es que en ese momento al mercado se lo comió Patagon. Patagon era todo. Hoy vemos Patagon 20 años después y decimos: “Guau, qué locura que había en ese momento”. Viéndolo 15 años después, es: “Qué mala visión sobre el desarrollo de lo que eran las finanzas y la tecnología”. No existía ni el concepto fintech. Esto empezó a despegar hace tres, cuatro años, como mucho.
¿Cambió la velocidad de adopción de la tecnología, o el mercado argentino todavía atrasa mucho?
Ahora es mucho más fácil adaptarse a la tecnología, lo que todavía nos falta es el volumen de mercado. Seguimos siendo un mercado chiquito aunque entró mucha gente nueva; hubo un crecimiento exponencial de los inversores individuos que entraron.
¿Más ahorristas se vuelcan hoy al mercado de capitales?
Nuestro mayor potencial es individuos y hay mucha gente nueva, mucha gente joven, que dice “yo quiero invertir en la bolsa”. Pero, claro, con este cimbronazo de estos últimos dos años de baja, los asustás. Pero lo bueno, gracias también a lo que son las comunicaciones y las tecnologías, es que la gente está informada y entiende mucho más que hace 20 años.
¿Es decir que, a pesar de su escaso volumen, se está “masificando” mercado?
Sí, totalmente. Se expande. Quizás en volumen no, porque alejaste muchos inversores grandes en toda esta última década, te diría a todos, que no llegaron a venir ni con lo del Mercado Emergente. Pero lo que sí creció fueron las cantidades de operaciones. Hay muchas más operaciones chicas y mucha más gente que invierte en bolsa, y eso tiende a crecer.
¿Para vos eso pasa porque hay más educación financiera?
La educación financie a es el pilar que falta. Lo que está pasando tiene que ver con la tecnología y la comunicación. Yo siempre hablo de un concepto llamado DET: difusión, educación y tecnología. Difusión, estamos bien. Con la tecnología estamos tratando de acoplarnos. y con educación es donde más corremos atrás. Sobre todo contra un factor cultural: si te enseñan que lo que tenés que hacer es comprar dólares, queda el mito de que los únicos que ganan son los que compran dólares.
Convengamos que después la realidad termina convalidando todo ese mensaje.
Exacto. Lo que nosotros también tratamos de hacer acá es romper todo ese tipo de mitos; yo lo hago también con mi canal de YouTube donde hoy me cuesta mucho decir también que el dólar no es la inversión. Pero si vos ves el histórico de 10 años, 15 años, las empresas siempre le ganan al dólar. Lo que pasa es que hoy es difícil de contarlo. Pero comprar acciones le gana al dólar.
¿En cualquier rubro?
Sí. La tendencia es que las empresas valen más y que el dólar se va devaluando, también tiene inflación.
¿Vos hoy no dudarías en invertir en alguna petrolera que esté en Vaca Muerta, por ejemplo?
Totalmente, si tengo tiempo. A largo plazo, siempre es una empresa. La teoría está convalidada por la práctica. Lo que pasa es que estamos hablando en el peor contexto de la Argentina, o uno de los peores contextos.
¿Incluso YPF? Esa acción es como el bitcoin: apuesta de largo plazo, capaz que te llenás de plata o te hundís.
Argentina hoy llegó a un nivel de locura en el que estamos hablando de bitcoin; es así. Tenés este riesgo que no es normal. No es normal para un país.
Hay un mensaje político permanente de que “el mercado es timba, es especulación”.
El mercado no es la especulación, es la realidad. Especulación hay en todo: vos te ponés un kiosco en la esquina y especulás con cuánto vas a vender. Todo es expectativa. En el mercado vos ves todo de forma online, de forma automática. En el kiosco, decís: “Bueno voy a ver si vendo la semana que viene”. Acá no, vos lo ves todo el tiempo. Es la velocidad.
Y está también la creencia de que en las grandes crisis hay quienes ganan mucha plata. ¿Hay algo de eso?
En este contexto, no hubo nadie que haya ganado plata. Los que compraron Lebac, que eran los supuestamente ganadores, perdieron plata con la devaluación que hubo. Los grandes fondos son los que más plata perdieron. Estos tipos perdieron plata, apostaron por la Argentina y les fue mal. Pero la clase política necesita buscar un enemigo, y qué mejor que los mercados financie os. Es algo que no da la cara. Eso me gusta del canal de YouTube, dar la cara.
¿Cómo ves el corto plazo de la economía, con la perspectiva del cambio de gobierno?
El cambio de gobierno va a determinar la velocidad de la crisis. La crisis ya está y no se la puede frenar. Lo que sí determina la gestión es qué tan rápido vamos a tocar el piso. La profundidad la decide el mercado; la gestión decidirá si se llegará al piso dentro de dos meses, seis o un año.
Los videos de Marra llegaron a tener 500.000 visitas, lo que puede ser poco comparado con Maluma o Sebastián Yatra pero es un tremendo hit si el contenido es de finanza . Es que es clara su vocación de llegar a la gente con lo que él define como “su rol”. Desde ahí incursionó en la política como candidato a senador por la lista que encabezaba Roberto Lavagna y tiene contrato firmado con la editorial Planeta para publicar, a principios de 2020, su primer libro. Aún sin título, en los últimos meses, se topó con una dificultad adicional: “Me agarró esta crisis y yo tengo un libro escrito para no crisis; ahora estoy escribiendo un capítulo especial de crisis”. La historia misma de la Argentina.